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Candidato por el partido Vamos

Josué Alvarado, el candidato que se niega a sí mismo

El aspirante presidencial de Vamos, “el partido sin pasado”, sí tiene uno. Un pasado (y presente) como pastor evangélico y como presidente de una asociación de iglesias evangélicas en El Salvador. Y otro de apoyo a Arena, el partido de derechas salvadoreño.

Andrés Dimas Rubio
07/01/19

“Yo no soy un político porque no soy mentiroso, y para ser político, para llamarme, aceptar esa expresión, tendría que volverme mentiroso. Espero no llegar a ser político...”, decía Josué Alvarado Flores, candidato presidencial del partido Vamos, en entrevista televisiva a FOCOS en noviembre pasado.

Esta es una de sus tantas frases que pregona en su campaña electoral y que repite en cualquier lugar al que se presenta, su dicho fetiche. Una versión más corta la escucharon los salvadoreños el 16 de diciembre pasado en el Cine Teatro del campus de la Universidad de El Salvador, durante el debate presidencial que organizó el máximo centro de estudios superiores del país. “Yo no soy político y por eso hablo la verdad”, volvió a decir en una de sus intervenciones anecdóticas.

“Yo no soy político y por eso hablo la verdad” Josué Alvarado

Pero su frase célebre contrasta con la realidad. Alvarado es lo que no quiere ser, es lo que en palabras propias llama “un político”. Videos en YouTube, fotografías en redes sociales, notas de prensa y testimonios confirman que Josué Alvarado ha sido un pastor evangélico recurrente entre al menos inicios de 2012 y finales de 2016, meses antes de fundar su partido político. A pesar de estas pruebas, el aspirante presidencial lo niega.

Asimismo, documentos oficiales acreditan que actualmente preside la Fraternidad Cristiana Intercontinental (FCI), una asociación de iglesias evangélicas registrada en el país, pero de la que recientemente ha buscado deshacer su vínculo material.

El pasado 5 de diciembre, Alvarado llegó apresurado a una oficina gubernamental del Ministerio de Gobernación para solicitar que fuera cancelado del cargo de presidente de la asociación religiosa. De acuerdo con documentos a los que FOCOS tuvo acceso, Alvarado solicitó trasladar la presidencia de la organización a su hermano menor, otro líder religioso y pastor general de la congregación en la ciudad de San Miguel. La solicitud se encuentra en estudio y no ha sido ratificada por la entidad estatal, en consecuencia, hasta este día Alvarado continúa siendo presidente de la organización.

La razón por la que el presidenciable de Vamos niega su papel como pastor y busca desmarcarse de la organización religiosa es porque, de lo contrario, no podría ser candidato presidencial. El artículo 82 de la Constitución de la República prohíbe a los ministros de cualquier culto religioso optar a cargos de elección popular, pertenecer a partidos políticos y realizar propaganda política. Frente a este escenario y al principio de Estado laico sentado por la anterior Sala de lo Constitucional, Alvarado quedaría fuera de la contienda electoral.

Josué Alvarado Flores, el candidato presidencial de Vamos que niega su pasado. (Foto FOCOS, Salvador Hernández)

Sin embargo, su papel como pastor no es lo único que Alvarado oculta. El aspirante presidencial se presenta como una persona de centro y busca apoyos con críticas a los últimos 30 años de gobierno del país, de los cuales 20 gobernó Arena y 10 el FMLN. “De llegar a la presidencia, vamos a frenar la corrupción. Estamos claros que ese flagelo le ha hecho mucho daño al país. En 30 años de gobierno ha habido una deuda para la población”, dijo en una entrevista radial el 25 de octubre.

En la entrevista República SV de Canal 33, Alvarado explicó que su opción política es de “centro” porque “las extremas” solo han causado división, una polarización que no abona para resolver los problemas del país, dijo en septiembre pasado.

Pero el aspirante de Vamos que ahora dice no a las extremas es el que hace apenas cinco años, en 2014, le dio su apoyo a la fórmula presidencial de los 20 años de Arena. Notas de prensa, videos, publicaciones propias en redes sociales y testimonios confirman que Alvarado pidió el voto a favor del binomio Norman Quijano y René Portillo Cuadra, participó en la campaña electoral arenera y hasta hizo discurso para advertir del “peligro” de un nuevo triunfo del FMLN en 2014.

Alvarado afirma que el apoyo fue coyuntural y lo hizo por “respeto y admiración” a Portillo Cuadra, pero que él nunca ha tenido que ver con el partido Arena ni con el Consejo Ejecutivo Nacional (Coena). Sin embargo, en mayo de 2013, recibió en Washington a la comitiva de la fórmula presidencial y a los más altos dirigentes del partido tricolor, Jorge Velado y Ernesto Muyshondt, otrora presidente y vicepresidente de ideología del partido, respectivamente.

En estas elecciones, un lustro después, busca con Vamos, “el partido sin pasado”, ganarse la confianza de la población con una retórica que rechaza el regreso de Arena al poder, pero que hasta los últimos comicios presidenciales sí apoyaba.

El candidato presidencial Alvarado niega que sea un pastor evangélico, pero predica; feligreses y sus colegas pastores lo reconocen. Ha reconocido que alguna vez tuvo ese rol, uno que según la doctrina bíblica es un llamado irrevocable. Financia y preside una asociación de iglesias evangélicas, un cargo que en plena campaña electoral ha buscado quitarse. Asimismo, Alvarado rechaza su vínculo con el partido Arena, pero pidió el voto por su candidatura presidencial; sostuvo que el FMLN, el archirrival político de Arena, era una amenaza para la democracia; se sentó a recibir a la máxima dirigencia del partido de derechas durante la carrera electoral 2014.

El camino hacia el “llamado” del pastor político

Son los inicios de 2012 y en un hostal del municipio de Apaneca, en Ahuachapán, por la noche un grupo de feligreses y ministros evangélicos escuchan la prédica del pastor.

“Es importante que nosotros comprendamos, que tengamos discernimiento de la forma en la que el cuerpo de Cristo bien conjuntado irrumpirá en el escenario corrupto de la astucia humana para traer gloria a la tierra, mientras los pasos del maestro se apresuran por su segunda venida”, decía el pastor con micrófono en mano y una Biblia abierta sobre la mesa.

“Se ha venido soltando palabra, del avivamiento que viene para nuestra nación, se ha soltado palabra, ese avivamiento ya comenzó y lo tenemos que mover y promover y predicar y hablar donde vayamos”, exhortaba con ahínco.

El evento es la Primera Cumbre Internacional 2012, un evento que reunió a ministros evangélicos y a feligreses, organizado por la Fraternidad Cristiana Intercontinental (FCI). Las palabras son las del pastor Josué Alvarado. Con ese cargo es reconocido por los asistentes y así es presentado en un video colgado por la iglesia en su canal de YouTube.

Los pastores Landaverde de la Misión Cristiana Elim de Ilopango que habían participado en el evento alabaron su mensaje: “Maravillosa la prédica del pastor Josué. Nos motivó de una manera sorprendente y nos retó a proseguir el camino de esos hombres que revolucionaron en su época”. Lo mismo compartió el pastor Jorge Martínez del Ministerio Cordero de Ciudad Delgado. “Lo que más me impresionó del mensaje del pastor, o Dios a través de él, que sin integridad no hay unción, no hay poder, no hay autoridad”, dijo.

“Maravillosa la prédica del pastor Josué. Nos motivó de una manera sorprendente y nos retó a proseguir el camino de esos hombres que revolucionaron en su época”. pastores Landaverde

La Fraternidad Cristiana Intercontinental es una asociación de iglesias evangélicas que nació en 2005, fundada y financiada por Alvarado, según confirmó el aspirante presidencial a este medio. La Fraternidad tiene registro como asociación sin fines de lucro en El Salvador y tiene iglesias en el territorio nacional. De acuerdo con el Diario Oficial, la asociación se hizo oficial el 9 de marzo de 2012 y establecía a Alvarado como presidente de la Junta Directiva; su hermano menor, el pastor David Eliseo Alvarado Velásquez, como secretario; y su entonces esposa, Ester Alvarado, como tesorera.

Los Alvarado son una familia evangélica. El patriarca de la familia, Eugenio Alvarado Ayala, fallecido en 2017, padre de Josué y David Eliseo, es considerado uno de los pioneros del protestantismo en la región oriental de El Salvador. Empresario, agricultor y pastor con una carrera ministerial de 60 años.

Josué decidió que cuando fuera grande iba seguir el camino de su padre: empresario y pastor.

Los tres pastores Alvarado. Eugenio Alvarado Ayala con sus hijos David Eliseo y Josué Alvarado.

Se convirtió en comerciante y fundó un negocio de lácteos en San Miguel. Dos atentados contra su vida durante la guerra civil salvadoreña lo hicieron migrar a Estados Unidos en 1985. Con ayuda de su primo, el también pastor Rubén Alvarado, emprendió de nuevo con la venta de productos alimenticios a los migrantes centroamericanos en el área metropolitana de Washington D. C. Ese es el origen de su actual empresa Rio Grande Foods Products, la cual se abastece de su filial en El Salvador, cuya materia prima proviene del cultivo agrícola de Tierra Fértil S. A. de C. V., empresa también propiedad de Josué Alvarado.

Alvarado reveló a este medio que cuando llegó a Estados Unidos a mediados de los 80 tuvo a su cargo un ministerio evangélico, donde participó como “pastor”. Pero, según su versión, fue un rol que desempeñó poco tiempo y que desde esa fecha no ha vuelto a ejercerlo.

Según la Biblia, si una persona es pastor es porque ha recibido el llamamiento de Dios y, de acuerdo con el texto sagrado, en el libro de Romanos capítulo 11, versículo 29, los dones y llamamientos de Dios son irrevocables. FOCOS consultó con el pastor general de la Misión Cristiana Elim, Mario Vega, quien confirmó lo que dice la escritura; es decir, que según la doctrina evangélica si una vez tuviste un llamamiento real para ser pastor, lo serás siempre.

“Una persona pudiera renunciar a ejercer el ministerio, pero si es alguien que verdaderamente tiene un llamado, va a sufrir un conflicto existencial como cualquier persona que supiera cuál es su vocación y se dedica a otra cosa”, agregó Vega.

Pero Alvarado continuó ese llamado. El 14 de enero de 2013, un año después de la cumbre de Apaneca, convocó como presidente de la FCI al Día Nacional de Oración por la Paz en El Salvador, que obtuvo el apoyo de la Organización de Estados Americanos (OEA). El evento se desarrolló en la capital estadounidense y reunió a representantes de organizaciones sociales, empresarios y representantes pastorales, según reportó el periódico local El Tiempo Latino y un comunicado oficial de la OEA.

“En primer lugar el que nos unamos a aclamar a Dios, porque él es un ser supremo, que puede transformar a nuestro país y a nuestras vidas, en segundo lugar es que los salvadoreños hagamos conciencia y nos dispongamos a hacer un programa de cambio en nuestro país”, dijo Alvarado cuando le preguntaron sobre el significado del evento.

La mesa de honor la conformaba el exsecretario de Seguridad Multidimensional de la OEA, Adam Blackwell; el exembajador de El Salvador en Estados Unidos, Francisco Altschul; el pastor de iglesia Elim, Mario Vega; el presidente de la Fraternidad Cristiana Intercontinental, Josué Alvarado; y el director general de FCI, Moisés Fernández.

Fernández, un comunicador y pastor evangélico de nacionalidad española, es la mano derecha de Alvarado, le ha brindado apoyo comunicacional en sus círculos políticos, sociales y religiosos. En la actualidad funge como asesor en su campaña presidencial.

El pastor Vega escribió tres días después una columna de opinión en El Diario de Hoy titulada “Oraciones en la OEA”, donde llamó “pastor” a quien hoy rechaza ese título.

En el texto, Vega reconoció la iniciativa de Alvarado como ministro religioso y como presidente de la Fraternidad Cristiana Intercontinental y de Trabajemos por la Paz, fundación hija de la FCI que desarrolla un programa de reinserción y rehabilitación de expandilleros y jóvenes en conflicto con la ley que se convierten al cristianismo.

En la entrevista televisiva a FOCOS, Alvarado aseguró que buscaría implementar este modelo junto a las Iglesias evangélica y católica si llegara al Gobierno. Ante el planteamiento de los entrevistadores sobre si como presidente que debe velar por la separación de Iglesia y Estado plantería otro programa de prevención de violencia que no tenga como eje central la conversión al cristianismo, Alvarado contestó que esta modalidad con las Iglesias es la única que ha dado resultado y que por ello lo impulsarían como política estatal.

Un año después del evento en la OEA, a finales de 2014, Alvarado había decidido incursionar en la política partidaria y quería ser diputado. Para ello buscó un partido que más se asemejaba a su pensamiento religioso. Se inscribió en el Partido Demócrata Cristiano (PDC).

En 2015, Josué Alvarado obtuvo poco más de 12 mil marcas de preferencia en las elecciones legislativas con el PDC. Quedó fuera del Congreso.

En el camino a su objetivo, a través de su asesor el pastor Fernández, Alvarado estrechó vínculos con el diputado y pastor costarricense Gonzalo Ramírez, líder del Partido Renovación Costarricense (PRC) y que entre 2017 y 2018 fue presidente de la Asamblea Legislativa de Costa Rica. Un político conservador que considera que la democracia no riñe con el dogma evangélico.

En septiembre de 2014, Alvarado recibió la unción y bendición a su aspiración de manos de Ramírez, quien sostuvo que los cristianos “deben empezar a tomarse los puestos de eminencia”, según lo registra un video del medio hispano Así es Mi Gente TV en su canal de YouTube.

Sin embargo, Ramírez no solo ungió a Alvarado, sino que también fue su asesor y consejero político. En diciembre de 2014, el diputado y pastor costarricense viajó a Washington D. C. para acompañar a Alvarado en reuniones con congresistas estadounidenses. Un video de Así es Mi Gente TV captó a ambos mientras se reunían con el gabinete del senador demócrata Bob Menéndez.

Alvarado incluso patrocinó el evento religioso Convocatoria de Reino por una Nación Diferente, en el que predicaron él y Ramírez. La actividad se llevó a cabo en octubre de 2014 en el Centro de Ferias y Convenciones (Cifco) en San Salvador y en La Castellana, plaza Chaparrastique en San Miguel.

El pastor y diputado costarricense Gonzalo Ramírez toma la mano de su colega Josué Alvarado durante un evento político-religioso en el Centro Internacional de Ferias y Convenciones (Cifco) en octubre de 2014.

En marzo de 2015, Josué Alvarado corrió en la casilla 2 de San Salvador, solo por detrás del diputado y secretario general demócrata cristiano, Rodolfo Parker. De acuerdo con el escrutinio electoral, el PDC obtuvo 15,700 votos en el departamento que acreditaban una curul en la Asamblea Legislativa, pero las marcas de preferencia no favorecieron a Alvarado. Parker ganó la diputación por 8,000 marcas de diferencia.

Tras su fracaso electoral, Alvarado renunció al PDC y continuó predicando ocasionalmente en sus iglesias de la FCI, según confirmaron a FOCOS dos fuentes que acompañaron a Alvarado a los eventos religiosos pero que prefieren guardar su identidad.

FOCOS tiene registrados al menos dos eventos donde Alvarado participó como ministro religioso. Uno en 2015, el Congreso Restauración en el que predicó Alvarado, el pastor Fernández y pastor diputado Ramírez entre otros. El lugar fue el auditorio FCI de San Miguel y fue patrocinado por las empresas y fundaciones de Alvarado.

El otro fue la reunión anual de las iglesias FCI 2016, denominado Nuevos Comienzos, y se realizó en un club de playa de La Unión. Ahí Alvarado volvió a lanzar predica a sus feligreses, de acuerdo con el testimonio de las fuentes. El evento ocurrió el 2 de diciembre, solo dos meses antes de la constitución en escritura pública de su partido Vamos, el organismo político con el que busca la presidencia de la República en febrero próximo.

Alvarado en el púlpito con Biblia y micrófono en mano se dirige a los feligreses de la Fraternidad Cristiana Intercontinental. El evento es la reunión anual de iglesias FCI en La Unión el 2 de diciembre de 2016.

Su relación con Arena

-Hay cosas de peso y de tremendo, tremendo peso y valor que tenemos que conquistar… así es que yo espero que cada pastor en esta noche, pueda decirle: señor, yo quiero tener esa integridad, óigase bien, porque si tenemos integridad, tenemos autoridad. ¿Usted me está entendiendo eso? -continuaba el pastor.

-Amén, amén -respondía la feligresía.

-Si no hay integridad… oiga, no pasa nada, y mujer, mejor ni salgamos de casa porque algo puede pasar en el camino. Pero si tenemos integridad, hasta el mismo demonio lo haremos que huya -gritaba el ahora candidato presidencial de Vamos.

-Amén, amén, amén -replicaban con fuerza.

-Huye de nosotros -exclamaba el pastor.

-Aleluya, aleluya.

-Y yo quiero decirte que nos unamos, la maldición que está sobre nuestro país la tenemos que echar afuera…

-Amén, amén, amén.

-Tiene que haber un avivamiento genuino y sacar la miseria, la corrupción de nuestra patria -decía el pastor y ahora también político Josué Alvarado.

En la noche de prédica en el hostal de Apaneca en 2012, Alvarado lanzaba este mensaje contra la corrupción y planteaba la importancia de la integridad para tener autoridad. Dos años después, el sábado 15 de febrero de 2014, de cara a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en El Salvador, en un restaurante de la ciudad de Alexandría, estado de Virginia, en Estados Unidos, Alvarado anunciaba junto a empresarios y líderes comunitarios la creación del Movimiento Democrático Ciudadano, con el objetivo de reunir votos para Arena ante la “amenaza al sistema democrático” si ganaba el FMLN.

Doce días antes del lanzamiento del movimiento, la fórmula del FMLN, Salvador Sánchez Cerén y Oscar Ortiz, había ganado la primera ronda electoral con el 48.93 % de los votos, 10 puntos porcentuales arriba de la fórmula arenera, Norman Quijano y René Portillo Cuadra, que buscaba regresar al Ejecutivo tras perder los comicios en 2009. Es decir que en la segunda vuelta, las únicas dos opciones eran el FMLN o Arena. Entre estos partidos se definiría quién obtendría la Presidencia de la República.

El periódico El Tiempo Latino de Washington D. C., en Estados Unidos, reportó en su nota titulada “Empresarios partidarios de ARENA unen fuerzas en área de DC” que el lanzamiento del movimiento tenía como objetivo impulsar una “votación masiva” para el tricolor en la elección del 9 de marzo.

15 de febrero de 2014. Alvarado (de pie) con micrófono en mano lidera mesa que busca un "voto masivo" para Arena en la segunda vuelta electoral. En la imagen, también de pie su asesor, el pastor Moisés Fernández. (Foto El Tiempo Latino - Miguel Alvárez).

Alvarado, quien estaba al medio de la mesa, afirmó en esa ocasión: “Lo que está en juego es la alternancia del Gobierno en el país”, “no estamos aquí para infundir miedo, sino que esta es la realidad que estamos teniendo. El FMLN ya tiene el 80 % de los poderes del Estado. Si gana el FMLN, se va a perpetuar en el poder”, dijo Alvarado.

En declaraciones al medio audiovisual Centro Deportivo, Alvarado extendió sus preocupaciones ante un triunfo del FMLN en la segunda vuelta y pidió el voto por Arena, “por la democracia”.

“Esta elección especial, no es una elección de las comunes que hemos tenido antes de la guerra y después de la guerra, es una elección donde hay sistemas, hay caminos que estaríamos tomando como salvadoreños en el cual la izquierda llegue al poder nosotros tenemos un camino al socialismo del siglo XXI y aunque lo digan que no, todo el libreto está dado, está fabricado para ir a ese punto. El llamado sería: démosle el voto a la democracia, a quien puede permitirnos que si en estos próximos años, si ganara, que esto sería Arena, ganara y no hace bien las cosas le podemos sacar y que inclusive algún día podamos hacer los salvadoreños en el exterior un partido unido con gente de El Salvador que amemos a la patria y que no tengamos intereses para enriquecernos nosotros por el Gobierno, sino que para aportarle mayores beneficios a la comunidad y al pueblo salvadoreño”, manifestó Alvarado.

Para esas fechas, Francisco Flores, el expresidente salvadoreño entre 1999 y 2004 bajo la bandera de Arena y uno de los destacados asesores de campaña de la fórmula tricolor de Quijano y Portillo Cuadra, ya había confesado corrupción en su gestión.

El 7 y 28 de enero del 2014, Flores declaró en una comisión en la Asamblea Legislativa que había recibido una donación de la cooperación taiwanesa de más de 10 millones de dólares a su nombre para apoyar a los damnificados por los terremotos de 2001, el exmandatario dijo que entregó el dinero en efectivo en sacos de dinero a “los destinatarios” sin control institucional; sin embargo, el donativo nunca llegó a los afectados.

El mismo pastor Alvarado que en su prédica de 2012 invitaba a conquistar la integridad y pedía un verdadero avivamiento para sacar la corrupción de El Salvador, dos años después, endosaba su apoyo a la fórmula de Arena, cuyo asesor había confesado corrupción. Es el mismo político Alvarado que ahora en su carrera presidencial promete que frenará la corrupción de los 30 años “de los mismos de siempre” y que invita a no votar “por el partido de los saquitos”, en referencia al mencionado caso de corrupción de Flores.

Un pequeño recordatorio... pic.twitter.com/Pqe6awbZGe

— Josué Alvarado (@josuealvaradosv) 5 de diciembre de 2018

El apoyo de Alvarado a la fórmula arenera de 2014 fue confirmada por Quijano y Portillo Cuadra. Ante la pregunta de FOCOS, el excandidato a la Presidencia, ahora diputado y presidente de la Asamblea Legislativa, contestó: “Sí, efectivamente (me brindó su apoyo). Yo soy amigo de don Josué Alvarado y ciertamente es una persona que manifestó, yo lo había conocido en algunos eventos cuando yo era alcalde, que lo invitamos a la comunidad Concepción, en las Iberias, me acompañó a unos eventos ahí, unos dos o tres eventos cuando yo era alcalde de San Salvador, de ahí surgió una amistad y no lo puedo ocultar, sí él en su momento me apoyó. Yo creo que en ese momento ni aspiraba a ser candidato presidencial ni había conformado ningún partido, no lo puedo negar y le agradezco que me haya apoyado en su momento”.

"Yo soy amigo de don Josué Alvarado... no lo puedo ocultar, sí él en su momento me apoyó" Norman Quijano, excandidato presidencial de ARENA.

Alvarado negó a FOCOS cualquier vínculo con Arena y afirmó que el apoyo que brindó fue momentáneo e individual por respeto y admiración profesional al candidato vicepresidencial Portillo Cuadra, a quien describió como una persona “correcta y conocedora de la ley”.

Alvarado incluso se desmarcó de su protagonismo activo durante el evento, a pesar de que el monitor de la reunión fue su empleado y asesor Moisés Fernández.

El día del evento, Alvarado colgó una fotografía en su página oficial de Facebook, la misma cuenta que usa actualmente en su campaña electoral con Vamos. La publicación la acompañaba nuevamente un mensaje a favor del partido Arena: “Debemos defender la democracia este próximo 09 de Marzo movilizando el voto”, rezaba la publicación.

Toma de pantalla de perfil oficial de Josué Alvarado publicitando reunión del "Movimiento Democrático Ciudadano" que buscaba el voto a la fórmula presidencial arenera en 2014 para evitar un "atentado" a la democracia si ganaba el FMLN.

Ante la interrogante de FOCOS sobre esta publicación, Alvarado dijo que “ni puedo ser yo porque yo en ese tiempo ni estaba metido en redes sociales, no he tenido mucha actividad en eso”.

-Pero ese es su perfil oficial, es decir, el que actualmente está -le cuestionó FOCOS.

-¿Y está ahí?, yo no me acuerdo de eso.- dijo.

Alvarado también restó importancia a sus declaraciones a los medios de comunicación y dijo que como miembro de la comunidad de salvadoreños en el exterior y como un representante del área metropolitana de Washington D. C. es una fuente referente que los medios buscan para obtener opinión. El movimiento convocó a al menos un evento más, el 27 de febrero en un local de la calle Landover en Hyattsville, Maryland. Alvarado colocó nuevamente en su cuenta oficial de Facebook un mensaje con la invitación. La reunión denominada Juntos por El Salvador advertía, otra vez, sobre “el peligro” en el que estaba el sistema democrático salvadoreño.

Toma de pantalla de perfil oficial en Facebook de Josué Alvarado. Convocaba a un nuevo evento del "Movimiento Democrático Ciudadano".

Alvarado reiteró a FOCOS que “nunca ha pertenecido al octavo sector (de Arena) ni a Arena ni a Coena”. Su único interés en apoyar la fórmula presidencial era buscar la alternancia por la salud de la democracia salvadoreña “independientemente de la ideología… si no hay una tendencia a quedarse en el poder y eso es negativo”, añadió.

“Si en la ocasión se dio por tener acercamiento, porque pensé que era una persona correcta (Portillo Cuadra), conocedora de la ley y eso es por una persona, no por un partido ni por Coena ni por el que era presidente de Coena”, enfatizó Alvarado, quien agregó que no ha sido militante, no ha hecho proselitismo ni ha participado en actividades comerciales con Arena.

Pero Alvarado vuelve a responder como “político”. Videos del medio local Centro Deportivo muestran a Alvarado haciendo proselitismo a favor de la fórmula de Arena en al menos dos eventos en 2013 durante la campaña presidencial.

El 9 de mayo de ese año en un restaurante de Rockville, Maryland, Alvarado invitó a los presentes a “hacer lo que tengamos que hacer” para que Quijano y Portillo Cuadra ganen las elecciones. El mensaje lo escuchaban tres miembros del Coena, dos de ellos conformaban la máxima dirigencia de Arena de entonces, el presidente Jorge Velado;  el vicepresidente de Ideología, Ernesto Muyshondt; y la directora de Asuntos Municipales, Milagro Navas, histórica alcaldesa arenera de Antiguo Cuscatlán.

La comitiva del partido Arena hacía gira por la capital estadounidense y la noche antes de su retorno recibía el apoyo de la comunidad en el exterior. Alvarado participó del evento, pero no era un simple asistente, tenía un espacio destacado al centro de la mesa de honor al lado de Velado, además fue encargado de dar palabras de bienvenida a la delegación arenera.

“Queremos dar una cordial y fraternal bienvenida a la fórmula presidencial, al doctor Quijano, al doctor Portillo Cuadra, y así a toda la comitiva que lo está acompañando como al presidente del Coena, el señor Jorge Velado”, dijo Alvarado cuando abría su discurso.

Alvarado afirmó que Quijano y Portillo Cuadra hacen un equipo “excelente” y han sido “llamados” para ese momento en el cual la patria los necesita como hombres de principios para una “alternancia” fresca y con conocimiento para atacar los problemas del país.

“Y decirles a cada uno de ustedes, si usted está aquí solamente por oír o conocerlos (a Quijano y Portillo Cuadra) yo le hago un llamado que diga: ‘Vamos a hacer, nos vamos a sumar y vamos a hacer un trabajo en toda el área metropolitana (de Washington D. C.) para que esta fórmula sea la fórmula ganadora”, pronunció Alvarado, frente a la mesa de honor adornada con pendones y globos blancos, rojos y azules.

Alvarado era vitoreado e interrumpido con la aplausos de los políticos areneros y los asistentes del restaurante, Velado incluso le tomó fotografías durante su discurso.

“Ahora quedan en cada uno de nosotros, poder hacer lo que tengamos que hacer para que esto lo veamos realidad en febrero, es el momento… usted incluso que usted ha estado apático por la situación de la política, yo soy uno de ellos, yo he estado fuera de ello, pero quiero decirle que la pareja ganadora está con nosotros en esta noche y le damos una cordial bienvenida y un aplauso”, continuó Alvarado.

Para finalizar, Alvarado reiteró la confianza hacia el sector empresarial y la comunidad en el área para “sumarse” y “votar” por la fórmula arenera en 2014 “o sino llamar a toda su familia de oriente, necesitamos a San Miguel, San Miguel, todo oriente tiene que estar haciendo bien las cosas...”, añadió.

Cuatro meses después, el 14 de septiembre de 2013, Alvarado fungió como un animador en otro acto proselitista arenero en el estacionamiento del supermercado MegaMart en Hyasttsville, Maryland, según quedó registrado en un video colgado por el medio Centro Deportivo en su cuenta de YouTube.

Con una bandera tricolor tras él, Alvarado sacó a relucir su capacidad de venta e invitaba a los clientes de la tienda a que se quedaran a escuchar el discurso del “futuro vicepresidente de El Salvador” y a compartir un “humilde pero sabroso” plato de carne asada y tortilla. “Ya están sirviendo, pase adelante”, decía Alvarado mientras felicitaba al mariachi que hasta hace minutos había cantado y tocado la marcha de Arena.

“Van a poder tener oportunidad de compartir el plan, proyecto de gobierno para el próximo periodo de gobierno de El Salvador, así que si está por ahí, acérquese, lléguese que va a poder escuchar directamente de la voz del vicepresidente futuro de El Salvador que está con nosotros… aquí tenemos a Margarita Chávez y a Margarita Escobar…”, promocionaba Alvarado.

Portillo Cuadra visitaba el área metropolitana de la capital estadounidense en compañía de la diputada arenera Margarita Escobar, embajadora salvadoreña ante la OEA en tiempos de Francisco Flores, y de Ana Margarita Chávez, militante tricolor y excónsul salvadoreña durante la administración de Antonio Saca.

“Ya estará aquí el doctor Portillo Cuadra dando un speech para ustedes, hablando para ustedes. Así que puede acercarse, hay carnita con tortilla, así humildemente aquí pero sabrosa. Quiero decirle que ya están sirviendo por acá, pase adelante. En lo que está usted compartiendo esa carnita vamos a escuchar las palabras de nuestro futuro vicepresidente de El Salvador”, repetía Alvarado antes de entregarle el micrófono en nombre de la comunidad salvadoreña al candidato arenero Portillo Cuadra.

"Ya estará aquí el doctor Portillo Cuadra dando un speech para ustedes, hablando para ustedes. Así que puede acercarse, hay carnita con tortilla... pase adelante" Josué Alvarado.

Tanto en el evento proselitista de mayo como en el septiembre, Alvarado no mencionó que su apoyo era circunstancial y que se daba en el contexto del “peligro” que el FMLN representaba para la democracia salvadoreña. Lo hizo afirmando que la fórmula de Arena era la ganadora y pidió sin excusas el voto a los tricolor.

El mismo día 14 de septiembre, Alvarado invitó a Portillo Cuadra, a la diputada Escobar y a la excónsul Chávez a hacer un recorrido por la planta de almacenamiento y distribución de su empresa Rio Grande Foods en Laurel, Maryland.

Durante el recorrido por las bodegas, como se puede ver en vídeo, Alvarado planteó al candidato vicepresidencial, su deseo de que en un futuro gobierno de Arena, la producción de los productos salvadoreños debe crecer en el extranjero, actividad principal a la que se dedica la empresa de Alvarado.

-Y yo quiero decirle que con el nuevo Gobierno tenemos que crecer más en los productos salvadoreños para el exterior… -dijo Alvarado.

-Correcto, correcto, y diversificar el producto -le respondió Portillo Cuadra.

-Hay casi tres millones de salvadoreños que le podemos llevar esto, ahora ya no solo ellos lo comen, lo come el americano, el coreano, toda la gente…-añadió Alvarado, en referencia a sus productos.

-Eso le iba a decir, el mercado se ha expandido -replicó el aspirante arenero.

La diputada Escobar escuchaba la conversación y se dirigió a Alvarado. “Necesitan confianza para crecer…”, dijo.

-Definitivamente -contestó Alvarado.

-Necesitan confianza para crecer -repitió Escobar en un tono insinuador.

-Claro, agilidad en los trámites, o sea, eso es lo que dinamiza el comercio en cualquier parte del mundo -dijo Portillo Cuadra.

Apenas seis meses después de esta conversación, y a solo cuatro días de la segunda vuelta electoral del 9 de marzo, Alvarado daba una entrevista a El Diario de Hoy donde aseguraba que ante un triunfo electoral del FMLN, “las inversiones corrían peligro”.

Según reportó el periódico salvadoreño, Alvarado aseguró que desde que en el país gobierna el FMLN, la confianza de los comerciantes ha menguado y que El Salvador va por el rumbo equivocado. Alvarado, como ya lo había hecho un mes antes, volvió a compartir esta publicación a sus seguidores en su cuenta oficial de Facebook.

Toma de pantalla del perfil oficial de Josué Alvarado que retoma un artículo publicado en El Diario de Hoy a cuatro días de la segunda vuelta electoral que advertía que un triunfo del FMLN iba a frenar las inversiones.

Un discurso de derecha con cascarón de centro

“Yo aquí no le vengo a hablar de izquierda o derecha… Me dicen: ‘¿Y de qué lado son ustedes, de izquierda o derecha?’, le voy a decir, en confianza, nosotros somos del lado de la gente, porque las izquierdas y derechas solo nos han hecho daño… Es por eso que yo le estoy diciendo esta mañana, yo no vengo por derecha o izquierda, vengo del lado de la gente”, dice a su audiencia Josué Alvarado en un video colgado en sus redes sociales.

Pero esta declaración se queda del diente al labio. El discurso de “centro” contrasta con los mensajes contra los derechos humanos y civiles de las mujeres, la población LGBTI y de las víctimas del conflicto armado que ha transmitido la clásica derecha salvadoreña, como el partido Arena, PCN y PDC, los cuales junto a Democracia Salvadoreña, forman la coalición Alianza por Un Nuevo País, su contrincante en las próximas elecciones.

Alvarado ha dicho que es “provida” y ha mantenido un postura rígida a favor de la prohibición absoluta del aborto, restricción que fue instaurada por los partidos de derecha en la Asamblea Legislativa al reformar el Código Penal de 1998 y la cual han buscado mantener a pesar de las demandas de los colectivos pro Derechos Humanos y de las instancias internacionales.

“En nuestro Gobierno, y por mis principios, definitivamente somos defensores de la vida: de la madre y del feto. No estamos para promoverlo (al aborto)”, dijo Alvarado a la Revista Factum.

Asimismo, Alvarado sostiene que está en contra de lo que llama “ideología de género” en referencia a los derechos civiles de la comunidad de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales, como el matrimonio civil igualitario. “El país necesita un presidente que diga sí a la vida y no a la ideología de género en las escuelas”. “Somos una fórmula que creemos como primer bastión a la familia”, dijo Alvarado en la entrevista Frente a Frente de TCS.

El pasado 3 de noviembre, Alvarado participó en la marcha "Familia es vida", donde se lanzaron consignas como “no se nace homosexual, se nace femenino o masculino” o “a mis hijos los educo yo” y “con mis hijos no te metas”. Una declaración igual a la que los partidos de la derecha enarbolan.

Este día decidí unirme como un ciudadano más a la marcha "La Familia es Vida". Gracias a los valores y principios que me inculcaron mis padres, siempre defenderé la vida y la familia. pic.twitter.com/kGfZGTNaWl

— Josué Alvarado (@josuealvaradosv) 3 de noviembre de 2018

Pero el aspirante de Vamos también cree que investigar y buscar justicia por los crímenes de la guerra que ocurrió en la década de los 80 es volver a abrir las heridas del pasado. La frase, según reportó El Faro, fue la misma que usó el expresidente arenero Alfredo Cristiani cuando promulgó la ley de Amnistía de 1993 que daba “perdón y olvido” para los señalados de graves violaciones a los Derechos Humanos.

“Meternos en ese terreno (de investigar crímenes de guerra) es abrir heridas del pasado”, dijo Alvarado en la entrevista que le hizo El Faro Radio en noviembre pasado.

Esto a pesar que en 2016 la Sala de lo Constitucional declaró ilegal la Ley de Amnistía porque violaba el derecho a la verdad y justicia de las víctimas, y ordenó a las instancias estatales a dar pronta y cumplida justicia y reparación para las familias afectadas.

“Aquí tenemos dos bandos que han matado, han destruido. En este caso, yo vengo a que nos unamos a pacificar a este país porque de eso ya estamos hartos”, añadió Alvarado.

A estos discursos se agrega el vínculo de Alvarado con Arena en la última elección presidencial, su paso por el PDC con quien buscó ser diputado, su visión religiosa conservadora como pastor, un sumario que pone en evidencia que el intento del candidato presidencial de Vamos de separarse de la derecha tradicional, de ser una opción centrista y buscar un cambio en la clase política salvadoreña no es real.

Alvarado en 2014 apoyó a Arena, en 2015 fue candidato a diputado a PDC. Dos partidos de derechas. Cuatro años después con Vamos afirma ser de "centro" pero su discurso lo desmiente. (Foto Focos, Salvador Hernández)

“Mi DUI no lo tengo como pastor”

El pasado 30 de noviembre el abogado Herbert Danilo Vega presentó ante la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia una demanda de inconstitucionalidad contra la resolución del Tribunal Supremo Electoral del 26 de octubre del 2018 que inscribió a Josué Alvarado como aspirante presidencial de Vamos. Según la demanda, la candidatura viola el artículo 82 de la Constitución que establece que ministros de cualquier culto religioso no podrán optar a cargos de elección popular.

El demandante expone que Alvarado ha sido pastor evangélico de la Fraternidad Cristiana Intercontinental (FCI), información que FOCOS ha confirmado y ampliado en esta investigación. Sin embargo, el candidato presidencial de Vamos se defiende y ha manifestado que desde “hace 30 años” dejó el pastorado de una iglesia en Estados Unidos y que su vínculo con la FCI ha sido como presidente y financista.

“Después (que dejó de ser pastor) lo que yo he hecho es apoyar la construcción de templos y compra de templos, hablo de templos de iglesia, de estructura física y esa parte sí me he movido como presidente de misiones no con un pastorado, sino con una clase de apoyo para estas denominaciones. De esa fecha para acá, no he tenido una iglesia en la cual yo soy el pastor, sino que soy un colaborante y que me congrego dentro de la misma iglesia”, dijo en una entrevista a FOCOS.

FOCOS le preguntó por qué los feligreses de FCI y sus conocidos le llamaban pastor. Alvarado respondió que lo hacen por respeto a él, “por ser líder” que apoya a la iglesia y que no puede pedirle a los feligreses que no lo llamen así, “ellos me dan ese reconocimiento”.

"Hay un respeto que me tienen como por ser un líder que apoyo una iglesia. Yo no les puedo decir a los feligreses o no de la iglesia, que me llamen o no me llamen pastor" Josué Alvarado

“Hay un respeto que me tienen como por ser un líder que apoyo una iglesia. Yo no les puedo decir a los feligreses o no de la iglesia, que me llamen o no me llamen pastor, sino que ellos me dan ese reconocimiento, pero no porque estoy ejerciendo el ministerio de una forma, ya en una iglesia, pastoreando las personas dentro de una iglesia, sino que por lo que represento de apoyo, en todas sus actividades, yo siempre he estado en apoyo a ellos y ahora, pues, prácticamente… La secuencia es que mi padre fue 60 años pastor, entonces, por la continuidad, a mí me ven como representante de mi papá, que ha quedado y ahora mi hermano menor, que es el que sí está a tiempo completo dedicado al ministerio. Así que en esa parte lo dejo ahí, en claro: no, no estoy pastoreando, si a mí me lo dicen de que soy pastor (ríe) yo no le puedo decir a la gente que no me diga eso, me lo dan como honorario, como respeto a mí persona, por lo que implico para el apoyo y beneficio, puesí... el apoyo a la iglesia”, afirmó a FOCOS.

Ante la interrogante sobre si su liderazgo que reconoce puede influenciar a los feligreses, Alvarado contestó que sí, pero “desde la vía del apoyo” que brinda a las iglesias. “Yo personalmente y mis empresas siempre han estado en apoyo tanto a la Iglesia evangélica como la católica porque ya son los principios, porque cuando alguien viene de una necesidad básica para ayudar a otros, nos hemos puesto a la orden para hacerlo, entonces quiera que no, eso ha venido a dar el punto de muchas personas de decir él es pastor por mi personalidad en servicio y en apoyo, a los necesitados, verdad”, agregó.

El rito del pastor Josué en una reunión de pastores de su iglesia Fraternidad Cristiana Intercontinental en Yoloaiquín, Morazán en octubre de 2013.

FOCOS también consultó sobre si ya se había desvinculado materialmente de la presidencia de la asociación evangélica. Alvarado volvió y repitió su célebre frase: “Sí, fijate que como no soy político, hablo la verdad…” y aseguró que “desde hace unos meses se hicieron los cambios” y ya no es el presidente de la Fraternidad Cristiana Intercontinental, en su lugar, afirmó, está su hermano menor.

Pero otra vez su frase cae por su propio peso. El pasado 5 de diciembre, en plena campaña electoral, cinco días después de la demanda de inconstitucionalidad a su candidatura y solo una hora después que brindó esta respuesta a FOCOS en la sede de Vamos en la colonia Las Mercedes de San Salvador, Alvarado acudió al Registro de Asociaciones y Fundaciones sin Fines de Lucro del Ministerio de Gobernación a solicitar un cambio en la conformación de la Junta Directiva de la asociación religiosa FCI acreditada en el país.

La solicitud, a la que FOCOS tuvo acceso, establece que Josué Alvarado deja la presidencia de la asociación y la cede a su hermano David Eliseo Alvarado Velásquez, pastor general de FCI San Miguel. Como secretaria, a su cuñada Marta Dilia Hernández de Alvarado y como tesorera a su hija Melissa Esther Alvarado Mariotti.

Funcionarios de Gobernación confirmaron a FOCOS que Alvarado ha mantenido la presidencia de la asociación desde que se instauró en 2012. En 2017, presentó una anterior petición de cambio de la Junta Directiva, pero fue rechazada por el Registro por falta de documentos requeridos.

Los funcionarios también afirmaron que la reciente solicitud ha sido recibida por la oficina gubernamental, pero que aún se encuentra en trámite y que por lo tanto aún no es oficial. Asimismo, informaron que el cambio tardará entre 20 y 25 días hábiles. En consecuencia, a la fecha de publicación de este artículo, Alvarado todavía mantiene un vínculo material como presidente de la Fraternidad Cristiana Intercontinental, de acuerdo con los estatutos de la propia asociación religiosa.

A pesar de que negó que continuaba al frente de la organización evangélica y que ha presentado una solicitud para quitarse ese cargo recientemente. En la entrevista que concedió a FOCOS, Alvarado afirmó que la ley le permite ser presidente de esta asociación y ser candidato presidencial porque el sentido literal del artículo 82 habla de “pastor” y de estar “en función”. “Mi DUI (Documento Único de Identidad) no lo tengo como pastor, sino que soy empresario”, añadió.

“Mi DUI (Documento Único de Identidad) no lo tengo como pastor, sino que soy empresario” Josué Alvarado

No obstante, el exmagistrado de la Sala de lo Constitucional 2009-2018, Rodolfo González, afirma que estas disposiciones de la Carta Magna no pueden leerse solo de forma literal, sino sobre el espíritu de la norma constitucional del Estado laico. El jurista  agregó que la Sala ya ha sentado jurisprudencia en las inconstitucionalidades 3-2008 y 22-2011 sobre la neutralidad del Estado hacia los dogmas religiosos, sentencias firmadas por unanimidad por los magistrados constitucionalistas.

“Nosotros dijimos que el principio del Estado laico, en una sentencia de 2011, el principio de todo Estado laico, que está a la base de toda constitución democrática, implica que el Estado no tome partido en ninguno de los debates que tienen en sí los credos, casi todos los credos religiosos reclaman pretensión de verdad absoluta, casi la mayoría de credos religiosos afirman que ellos son el único verdadero, y en la historia hemos visto guerras sangrientas por el debate de las ideas religiosas”, planteó González.

Según el constitucionalista, los sacerdotes y pastores son líderes que poseen una autoridad moral sobre sus feligreses, se rigen bajo un texto sagrado de creencias específicas y hablan en nombre de Dios, por lo que ejercen influencia y presión sobre sus feligreses, “es difícil para el ciudadano hacer la distinción, de que es una opinión puramente personal, o casi lo está recibiendo como un mandato divino, que es reflejado por medio del sacerdote o del pastor...”.

FOCOS planteó a González una caso hipotético igual al de Alvarado, es decir, un candidato a un cargo de elección popular, que ha sido pastor y predicador, que preside y financia una asociación de iglesias evangélicas y que la feligresía lo reconoce como pastor, pero cuyo DUI no dice pastor.

Como respuesta el exmagistrado sostiene que aunque se pudiera alegar que no hay violación al artículo 82 en su orden literal porque el político no tiene un documento que lo acredite como “pastor”, el principio esencial de la norma va en sentido del Estado laico y en “la línea de hacer una separación de los juicios religiosos de los juicios políticos”. La Constitución busca que no se mezclen dos áreas que son focos de conflicto “porque además de las diferencias ideológicas entre los partidarios de una u otra opción política, si a eso se le agrega la diferencia religiosa de un imperio de la verdad en su credo religioso, eso casi siempre termina mal”, agrega.

Bajo este planteamiento, aunque un pastor decida ya no subir al púlpito a predicar o no tenga un documento que lo acredite como tal, sí mantiene la visión, la creencia en un texto sagrado, la autoridad moral hacia los feligreses, características de un ministro religioso que riñen con el Estado laico reflejado en el artículo 82 que los inhibe de participar en política partidaria.

González plantea como ejemplo una resolución que evaluó más allá de la literalidad del norma, es el caso de la inconstitucionalidad 4-2012 que declaró improcedentes los nombramientos de los generales David Munguía Payés y Francisco Salinas como ministro de Justicia y Seguridad Pública y como director general de la Policía Nacional Civil, respectivamente, por la separación constitucional que establece independencia entre la cartera de Seguridad Pública de la de Defensa.

“Los generales Munguía Payés y Salinas, ellos formalmente, amanecieron militares, el presidente Funes, los dio de baja y en la tarde entre comillas, ya eran civiles y ya uno era ministro y el otro era director de la PNC.  Que dijimos nosotros en el fallo, que no es una cosa así puramente formal de si tengo puesto el uniforme militar o ya no lo tengo puesto, sino el sentido es que haya una desvinculación de la tarea de defensa por un lado y de las tareas de seguridad pública por otro”, expuso González.

Por su parte, el pastor general de la iglesia Misión Cristiana Elim, Mario Vega, asegura que la limitante constitucional planteada en el artículo 82 es una norma adecuada porque “la política y el pastorado” son esferas diferentes, para el líder religioso, el ser pastor y optar a cargos de elección popular es “incompatible”.

“Yo veo bien esa limitante constitucional, pero aún si no estuviera, yo creo que por razones éticas, el pastor no debería de participar en política partidaria” Josué Alvarado

“Yo veo bien esa limitante constitucional, pero aún si no estuviera, yo creo que por razones éticas, el pastor no debería de participar en política partidaria. Un pastor puede tener un rol político, en un sentido amplio, porque tiene influencia sobre las personas, pero no político partidario”, declaró el ministro religioso.

Vega añadió que es negativo que un pastor renuncie a su papel con el propósito de cumplir el mandato constitucional para buscar cargos de elección popular. “Yo eso lo veo mal”, agregó.

El mismo Alvarado también ha sentado postura sobre la prohibición constitucional. El aspirante presidencial de Vamos, a pesar de que reafirma que no funge como pastor de una iglesia, sí cree que la Constitución salvadoreña debe reformarse para que los pastores pueden ser presidentes y que si el país no tuviera esa restricción “quizás estaríamos mejor”.

“Lamentablemente en el país, debería de buscarse cambiar las leyes, porque yo no veo porque tengamos que, si es un salvadoreño, como persona, con todos los derechos, detenerle a participar, (...) vemos en Estados Unidos y en otros países del mundo, no tienen esta restricción, yo creo que podría ser que estuviéramos quizás mejor de lo que estamos ahora, porque muchos pastores si son íntegros y todo, pueden dar lo mejor de ellos y pudiéramos tener una diferente clase política”, dijo Alvarado en la entrevista televisiva a FOCOS.

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Cinco días después que FOCOS anunciara la publicación de este reportaje, Alvarado difundió un video en sus redes sociales que confirma su creencia de unión de los juicios religiosos y políticos, una creencia que va en contra del principio de Estado laico que defiende la Constitución salvadoreña y por el cual prohíbe a los ministros de cualquier culto religioso participar en política partidaria.

En el video publicado el 7 de enero de 2019, el aspirante de Vamos inicia con un “tengo algo que confesarles…”, a continuación detalla que no quiere ser presidente, que no es político y que es candidato presidencial involuntariamente porque su objetivo de alcanzar el poder Ejecutivo es gracias a una “misión” que Dios le encargó.

“Yo no quiero ser presidente, nunca me imaginé que iba a fundar un partido comenzando de cero, que iba a correr como candidato presidencial. Yo no soy político pero no estoy aquí por mí, estoy aquí porque Dios puso esa misión en mi corazón, y creyó en mí…”, dice Alvarado frente a cámara.

Finaliza su intervención cibernética con un mensaje mesiánico, como en una de sus prédicas. Un mensaje que lo ubica como un designado divino para salvar la nación. “El Salvador necesita un presidente que sirva de vehículo para que Dios levante a nuestro país, no tengamos miedo, vamos a ver a El Salvador renacer”, concluye el pastor que sí quiere ser presidente.

Yo no quiero ser presidente pic.twitter.com/4fAnJBeG4P

— Josué Alvarado (@josuealvaradosv) 7 de enero de 2019

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