Candidato por el partido GANA
La candidatura de Nayib Bukele se impuso a espaldas de dirigentes de Gana
Nayib Bukele deshizo el guión del diputado Guillermo Gallegos, quien pretendía entregar el apoyo del partido Gana a Carlos Calleja. Irrumpió en Gana, según la versión oficial del partido, en el último momento del plazo extraordinario. Bajó del escenario de las elecciones internas al precandidato Wil Salgado y a su compañero de fórmula y director de asuntos legislativos Juan Carlos Mendoza. Fue a las primarias y ganó la candidatura presidencial con el voto de 1.863 afiliados, que abandonaron a Salgado y a Mendoza. Luego guardó un profundo silencio sobre los acuerdos con ese instituto político. También ocultó, hasta ahora, quiénes son los que pagan su millonaria campaña.
Ezequiel Barrera
07/01/19
La inscripción de Nayib Bukele en Gana, la noche del 25 de julio de 2018, sorprendió a algunos dirigentes que ya tenían otros planes electorales, como apoyar al candidato Carlos Calleja del partido Arena o llevar a un candidato que saliera de las filas del partido. Entre ellos está el vicepresidente de campaña y asuntos estratégicos del partido y vicepresidente de la Asamblea Legislativa, Guillermo Gallegos. Fue sorprendido a pesar de que la inscripción como precandidato presidencial en Gana era “una posibilidad latente” desde que la dirigencia comenzó a platicar y reunirse, entre el 3 y 4 de abril de 2018, en la casa de Bukele, ubicada en Nuevo Cuscatlán.
Gallegos no solo se asombró. También se molestó al enterarse por las redes sociales de que había sido ignorado cuando el presidente del partido, Andrés Rovira, y el director nacional de organización, Nelson Guardado, avalaron e inscribieron a Bukele sin consultarle por ninguna vía. Así que indagó y descubrió que el nombre de Bukele no estaba registrado entre los que mostraron interés para participar en las elecciones internas. Ese registro, que estaba en la sede central de Gana, se cerró a las 12 de la noche del 25 de julio, cuando concluyó el plazo del periodo extraordinario para inscripciones.
El 26 de julio, es decir al día siguiente, Gallegos mostró su molestia con Rovira y Guardado a través de twitter, donde escribió: “Hasta las 12 de la medianoche del día de ayer, únicamente estaba inscrito Wil Salgado como precandidato a presidente y Juan Carlos Mendoza como vicepresidente (...) Lo que haya pasado fuera de nuestra sede de Gana es responsabilidad de quienes lo hicieron”. Rovira y Guardado, según la versión oficial que ellos mismos han contado, llegaron hasta la sede del expartido Cambio Democrático (CD) para encontrarse con Bukele e inscribirlo.
Lo que haya pasado fuera de nuestra sede de GANA es responsabilidad de quienes lo hicieron.
— Guillermo Gallegos (@GGallegos24) 26 de julio de 2018
La molestia de Gallegos por la inscripción de Bukele, a sus espaldas, no se reduce a que siempre estuvo en desacuerdo con entregarle el apoyo del partido al hombre que los menospreció y que incluso dijo a Radio Nacional, el 16 de diciembre de 2016: “nunca estaría en las filas de Gana, mi corazoncito está al lado izquierdo”.
El enojo de Gallegos tenía que ver con que la inscripción de Bukele deshizo las pláticas, negociaciones y pacto que había hecho con Arena para apoyar con Gana al candidato Carlos Calleja, a cambio de una millonaria cantidad de dinero. Así lo aseguraron a Focos un exfuncionario público del partido y un diputado, quienes dijeron que lo sabían porque eso nunca fue un secreto, sino una de las posibilidades que tenía el partido para participar en el escenario electoral.
El diputado, sin ofrecer detalles, dijo que la conexión entre Arena y Gallegos había sido el alcalde Ernesto Muyshondt. El edil, sin titubear, dijo a varios medios de comunicación, el 16 de julio, que Gallegos ya había dicho que iba a apoyar a Calleja.
“Con Guillermo (Gallegos) tenemos una excelente relación, somos amigos y hemos platicado mucho alrededor de esto, pero con él y varios de ese partido. Con los que he hablado yo, la mayoría se inclina a sumarse a nuestro proyecto”, dijo Muyshondt.
El 8 de agosto, es decir casi dos meses después de las elecciones internas en Gana, Muyshondt volvió a decir ante medios de comunicación que Gallegos y también el exalcalde de San Miguel, Wil Salgado, seguían mostrando interés en apoyar la candidatura de Calleja. La razón, según Muyshondt, es porque no estaban de acuerdo con que algunos miembros de la cúpula les impusieran un candidato: “Se sienten, de alguna manera, traicionados por quienes tomaron esa decisión (de inscribir a Bukele) un tanto abrupta y oscura”. En esa ocasión, Muyshondt reveló que las pláticas de Gallegos también habían sido con el candidato Calleja, a quien le dijo que podía apoyarlo con trabajo territorial a través de alcaldes del partido.
Focos intentó en dos ocasiones tener una postura de Gallegos. La primera ocurrió a las diez de la mañana del miércoles 5 de diciembre, cuando el diputado se bajó de su camioneta Toyota, color dorado, a un costado del salón azul de la Asamblea Legislativa.
—Diputado Gallegos, soy el periodista que le ha estado escribiendo a su whatsapp para que me confirme si antes de la llegada de Nayib a Gana, usted ya tenía pláticas con Arena…
—Hablemos luego, en el salón azul—respondió, mientras se acercaba a la puerta por donde entran los diputados de la Junta Directiva de la Asamblea.
—Solo quiero que me confirme eso, no se va a demorar demasiado. Eso y que me ayude a entender cómo es que usted, uno de los hombres más importantes de Gana, no le comentaron nada de la inscripción de Bukele...
—...—guardó silencio, abrió la puerta y entró.
El segundo intento fue ese mismo día en una conferencia que Gana convocó atrás del salón azul, para hablar sobre la propuesta de la eliminación del impuesto a la telefonía.
—Diputado, ahora sí, unos minutos.
—Sí, claro. Pero fíjese que tengo que ir a reunirme con un juez que ha venido y que me está esperando.
—¿Entonces?
—Entonces después.
—¿A dónde lo espero? ¿Cuánto tiempo lo espero?
—Aquí espereme. Aquí voy a regresar.
Pasaron los minutos, dos horas y la plenaria finalizó. El diputado nunca regresó para explicar si era cierto que el apoyo de Gana a Arena, antes de la llegada de Bukele, era a cambio de una gran cantidad de dinero. Y si era así, a cuánto ascendía ese monto. Tampoco respondió sobre por qué cambió de opinión y ahora apoya a Bukele, a pesar de que se molestó al ser ignorado y relegado.
Lo de Gallegos es solo una muestra de lo que ocurrió en Gana, cuando Bukele fue impuesto como el candidato, guiado por la mano de Rovira. El director de asuntos legislativos de la fracción y director departamental de Santa Ana, Juan Carlos Mendoza, también se sorprendió con la inscripción de Bukele, porque ya se había inscrito como precandidato a la vicepresidencia en la fórmula presidencial del exalcalde Wil Salgado, con el respaldo del director departamental de San Miguel, Numan Salgado. Asimismo fueron sorprendidos el director departamental de La Libertad, Francis Zablah, y el jefe de fracción Guadalupe Antonio Vásquez, quienes en un primer momento habían prometido apoyar la candidatura de Wil Salgado y Juan Carlos Mendoza. Luego, cuando el presidente Rovira les confirmó que lo que circulaba en las redes sociales sobre la inscripción era cierto, tuvieron que apoyar a Bukele. Las razones por las que tuvieron que abandonar a Salgado y apoyar inmediatamente a Bukele no las han querido detallar.
El dirigente de San Miguel, Numan Salgado, contó a Focos que fue sorprendido con la llegada de Bukele, mientras alistaba todo para apoyar la precandidatura de su hermano Wil Salgado. Esa precandidatura, según el diputado Salgado, había surgido luego de que la mayoría de diputados de Gana hablaron entre sí sobre la posibilidad de competir en las presidenciales con un candidato que saliera de las filas del partido.
Salgado relató que al enterarse de la llegada de Bukele, se reunió con las bases en la sede departamental de Gana para platicar sobre si mantenían o no el apoyo a Wil. Las bases le dijeron que no, que iban a apoyar a Bukele.
“Hablamos con Wil en una cena familiar (el sábado 28 de julio) y concluimos que no teníamos los recursos económicos para enfrentar una candidatura presidencial, como sí lo tendría Bukele”, contó Salgado y agregó que ambos temieron que continuar con la precandidatura podría traer consecuencias, como la división o represalias en su contra: “Decidimos que era mejor apartarse para no generar división en el partido”.
Francis Zablah, diputado y dirigente de La Libertad, era uno de los directores departamentales que había prometido apoyo a Salgado, pero que luego de que Rovira le confirmara que Bukele estaba en la contienda interna, tuvo que ir a reunirse con las bases y plantearles el dilema: “Las bases me dijeron que iban a apoyar la candidatura de Nayib Bukele y como yo me debo a las bases, estuve de acuerdo”, dijo Zablah a Focos.
Otros diputados y directores departamentales también le dijeron a Focos que se reunieron con las bases, como Salgado y Zablah, y obtuvieron la misma respuesta. Excepto el diputado dirigente de Santa Ana, Juan Carlos Mendoza, quien se había inscrito como precandidato a la vicepresidencia, bajo la promesa del apoyo de los demás diputados.
Mendoza, según dijo a Focos, fue el único que se mantuvo firme en las primarias, luego de la llegada de Bukele. Eso a pesar de que Wil Salgado le llamó por teléfono, la noche del sábado 28 de julio, para decirle que iba a declinar al ver que varios diputados le quitaron el apoyo para entregarlo a Bukele, en las primarias del 29 de julio. Al final, Bukele ganó la candidatura con 1,863 votos de los afiliados, quienes antes habían prometido apoyar a Salgado.
Las irregularidades, como les llama Wil Salgado, que llevaron a que la mayoría de los diputados de la dirigencia, los mandos medios e incluso las bases le quitaran el apoyo, surgieron mucho antes de que Bukele se inscribiera en el partido. El ejemplo de esas irregularidades es que su precandidatura casi se frustra antes de la inscripción de Bukele. De hecho, tuvo problemas para inscribirse, porque Rovira no le entregaba el formulario. Rovira se lo negaba, según Salgado, bajo el argumento de que le iba a entregar el formulario hasta que otra persona mostrara interés y así inscribirlos juntos.
Como nadie más mostró interés, Salgado logró inscribirse hasta la mañana del 25 de julio. Solo después, según Salgado, de advertirle a Rovira de que haría un escándalo en las redes sociales, para denunciar que el partido lo estaba bloqueando.
El día en que Salgado finalmente se inscribió era el último del plazo extraordinario que el partido había otorgado como periodo de gracia para que alguien se inscribiera. Ese tiempo también coincidía con el momento en que la candidatura de Bukele estaba a punto de extinguirse en el partido CD, por la inminente cancelación que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) tenía que hacer.
Para ese momento, según Salgado, algunos dirigentes como Rovira, Guardado y otros menos visibles del partido todavía tenían la esperanza de que Bukele concretara lo hablado previamente y que se inscribiera en Gana, aunque sea en el último segundo del tiempo extra. Gallegos y los otros dirigentes no tenían las mismas intenciones, pero luego tuvieron que retractarse de lo que dijeron y de sus planes para apoyar a Bukele.
Los acuerdos guardados con candado
El candidato Bukele tiene acuerdos con Gana que contradicen la versión pública de que no hay negociaciones. El diputado Mario Tenorio, por ejemplo, cuando Focos le preguntó el 29 de noviembre en el centro cultural de la Asamblea sobre cuáles son los acuerdos entre Gana y Bukele, se limitó a decir que sí hay “entendimientos”, pero que todavía no se pueden revelar. Dijo que aún no puede responder si hay interés de Gana en el gabinete de Gobierno.
“Hubo acercamientos de Gana, hubo pláticas, hubo diálogo con él (Bukele), pero no podemos detallar los entendimientos, porque primero hay que esperar que se gane las elecciones para poder desarrollar los entendimientos. Así es que sí hubo. Es decir, la candidatura de Nayib no surge tampoco, así de la noche a la mañana, sí hubo entendimientos”, dijo Tenorio.
En la Asamblea y en la estructura del partido todos manejan el mismo discurso, casi calcado, como si se hubieran puesto de acuerdo para no salirse del guión: “yo creo que lo que Gana gana es que exista democracia en este país”, dijo Francis Zablah a Focos en la plenaria del 5 de diciembre.
“Lo que queremos es que Nayib llegue a la presidencia y gobierne a favor del país”, comentó el jefe de fracción Guadalupe Vásquez, en la misma plenario del 5 de diciembre. “El tema no es qué gana Gana, sino que nuestro partido va a generar la posibilidad de que haya gobernanza en El Salvador”, dijo Nelson Guardado en las oficinas de la fracción, el 8 de noviembre.
Lo mismo dice el diputado Osiris Luna de San Salvador, el diputado Numan Salgado, el diputado Adelmo Rivas de Sonsonate, el diputado Juan Carlos Mendoza de Santa Ana y cualquiera de la dirigencia o mandos medios a quien se le pregunte sobre los acuerdos entre Gana y Bukele.
Rovira, por su lado, es el único que ha revelado uno de los acuerdos: Gana se quedará con la deuda política después de las elecciones. Lo dijo el 3 de octubre a Diario El Mundo. La deuda política es el valor en dólares de cada voto que recibe un partido en las elecciones. Cada voto en 2019, según la información pública del TSE, tendrá el valor de $5.27. Por ejemplo, si un partido recibiera 50,000 votos en las elecciones presidenciales de 2019, la deuda política que recibiría es $263,500.
El cálculo de la deuda política que el TSE había hecho hasta noviembre 2018, según una respuesta de la oficina de acceso a la información del Tribunal, revela que Gana podría recibir al menos $378,249.12 como anticipo de la deuda política si lo solicita. Eso corresponde al cálculo de un poco más de 70,000 votos. Pero el 3 de febrero de 2019, en las elecciones, Gana podría tener más que esos votos y por lo tanto mucho dinero más.
Bukele, por su lado, le insistió a Focos el 25 de octubre en el cuarto nivel del edificio de salas de audiencias del centro judicial “Isidro Menéndez”, que no tiene ningún acuerdo con Gana, a pesar de que es el candidato de ese partido. Dijo que todavía no tiene en mente poner en su gabinete a alguien de Gana.
“Ya le he demostrado a la población que en Nuevo Cuscatlán, como en San Salvador, no me dejé mangonear por el FMLN. Y en el FMLN estamos hablando de un partido grande, con una cúpula fuerte y si no me dejé mangonear del FMLN, pues mucho menos me voy a dejar mangonear de Gana. El único que va a elegir los ministros y las personas de las cartera de Estado será el presidente. Y si los salvadoreños deciden que yo sea el presidente de la República, pues así como manejé San Salvador, independiente del partido, pues así manejaremos el gobierno: independiente de cualquier partido. Y no solo hablo de Gana, sino de Nuevas Ideas y CD”, dijo Bukele.
Bukele sin transparentar financistas
El candidato Bukele ha sido el que más dinero ha gastado en su campaña presidencial. Según las estimaciones de gasto elaboradas por Acción Ciudadana, Bukele gastó aproximadamente $2 millones en octubre y otros $2.9 millones en noviembre, con lo que suma un estimado de $4.9 millones de gasto en publicidad. Es decir, un millón de dólares más que Carlos Calleja, quien es el segundo que más gastó según esos informes, en dos meses con $3.9 millones.
Aunque la Ley de Partidos Políticos en su artículo 26 ordena que los nombres de los financistas y los montos que donan deben ser transparentados, Bukele no lo ha hecho. Y tampoco tiene intenciones de hacerlo. O al menos eso se puede concluir, después de que en varias ocasiones Focos le ha preguntado específicamente quiénes son esos financistas.
Eduardo Escobar, representante de Acción Ciudadana, dijo que una de las excusas de los partidos para no revelar a los financistas es que la ley también les concede transparentar todo al final de cada año fiscal. Incluso les deja tres meses de gracia para que hagan pública la información.
“Lo que los candidatos han gastado en campaña presidencial, durante los últimos meses de 2018, se conocerá hasta marzo o abril de 2019. Es decir, cuando las elecciones ya se hayan pasado. Lo que los candidatos gasten en enero, se conocerá hasta marzo o abril de 2020. Aunque bien pudieran revelarlo ya mes a mes, si quisieran”, dijo.
Bukele se comprometió con Focos a enviar el listado de los financistas y los montos, el 25 de octubre, mientras salía de una audiencia preliminar en su contra por supuestamente cometer el delito de expresiones de violencia en contra de la mujer.
#VotaConCriterio El candidato @nayibbukele dice que la lista de donantes para su campaña es extensa: empresarios y familiares. No dio ni un nombre.
— Ezequiel Barrera (@BarreraEzequiel) 25 de octubre de 2018
Cc @focostv pic.twitter.com/TzYO0Jz5WZ
“Es un listado grande. Dejame tu correo y nosotros te vamos a mandar el listado. Pero tenés que darnos unos tres días, para ordenarlo y enviarlo”, dijo Bukele al periodista de Focos, mientras recibía en sus manos un papel con la dirección del correo electrónico y luego se subió al ascensor del edificio de audiencias del “Isidro Menéndez”.
Hasta el cierre de esta nota, ese correo con el listado de los financistas y los montos nunca llegó a la bandeja de entrada.
El secretario del partido Nuevas Ideas, Federico Anliker, tampoco quiso decir quiénes están financiando a Bukele. Focos lo buscó en un mitin, realizado en Sensuntepeque, y se limitó a decir que “el pueblo” es el que está dando el dinero.
“Yo lo que te puedo decir, por Nuevas Ideas porque soy el secretario general, es que apenas hemos abierto las cuentas bancarias. Esto es un esfuerzo del pueblo. Y sabés qué, ya me tengo ir, nos vemos. Hay hablamos después”, dijo escuetamente Anliker.
Bukele, el martes 4 de diciembre, luego de una conferencia de prensa en una casa de Cumbres de Cuscatlán, Antiguo Cuscatlán, se bajó de la tarima y no aceptó más preguntas que no estuvieran relacionadas con su postura sobre la eliminación del impuesto a la telefonía.
—Bukele, hace más de un mes dijiste que enviarías el listado de financistas, pero nunca llegó. Me gustaría que al menos me menciones algunos nombres…
—Fijate que ya me tengo que ir—dijo, mientras caminaba hacia su camioneta, con dos de sus guardaespaldas.
—Al menos un par de nombres.
—… —guardó silencio, siguió caminando, sacó su celular y lo revisó.
—Entonces, definitivamente no me vas a responder quiénes son los financistas…
Uno de sus guardaespaldas le abrió la puerta de la camioneta. Bukele subió, cerró y se fue, escoltado por una patrulla de la Policía Nacional Civil (PNC).