Bukele avanza hacia la reelección ilegal: el TSE recibe su inscripción para 2024
A partir de este 27 de octubre de 2023, la defensa de la Constitución y del Estado de derecho en El Salvador está en manos del organismo colegiado del Tribunal Supremo Electoral. De aceptar la candidatura de Bukele, el TSE, la máxima instancia en materia electoral, pasaría por alto seis prohibiciones constitucionales. El panorama, sin embargo, apunta a favor de Bukele con la habilitación de un plazo sorpresivo que le permitió inscribirse 10 minutos antes de la medianoche.
Por Daniel Valencia, Claudia Palacios
Fotografía por Carlos Salvador
10 minutos antes de la medianoche del 26 de octubre, el presidente Nayib Bukele dio otro paso en sus intenciones de consumar una reelección inconstitucional con la solicitud de inscripción de su candidatura ante el Tribunal Supremo Electoral (TSE) en un plazo habilitado de manera sorpresiva por la presidenta del ente colegiado, Dora Esmeralda Martínez de Barahona.
Bukele llegó a las instalaciones del TSE, en la colonia Escalón, en la capital salvadoreña, apoyado por cientos de personas que lo esperaban desde las 6 de la tarde con consignas de apoyo, luego de horas de especulaciones difundidas en redes sociales sobre su estado de salud o el de su esposa, la primera dama Gabriela de Bukele.
En el TSE, el presidente fue recibido por la mayoría de los magistrados del ente colegiado, a excepción del magistrado Julio Olivo, propuesto por el FMLN. De los siete candidatos que han solicitado su inscripción, según confirmó el magistrado Guillermo Wellman, solo Bukele ha sido recibido con un trato preferencial.
Esta nueva maniobra en las intenciones de perpetuarse en el poder de Bukele ocurre un día después de que Brian Nichols, Subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, le hiciera una visita oficial y destacara la “cooperación bilateral en materia de Estado de derecho”, entre otros.
En septiembre de 2021, luego de que los magistrados impuestos por la Asamblea Legislativa controlada por Bukele emitieran una sentencia reinterpretando el texto constitucional y abriendo la puerta a la reelección, el Gobierno de Estados Unidos condenó públicamente la decisión de los nuevos magistrados. “Esta decisión permite la reelección inmediata y es claramente contraria a la Constitución salvadoreña” dijo la entonces encargada de negocios de la Embajada de Estados Unidos, Jean Manes.
La diplomática también dijo que esa resolución era el resultado directo de la remoción de los magistrados de la Sala de lo Constitucional el 1 de mayo de 2021 y el posterior nombramiento de “reemplazos leales al Órgano Ejecutivo”.
Esta mañana, sin embargo, el Gobierno de Estados Unidos develó una nueva postura a través de Nichols, quien dijo que el Gobierno de su país no se pronunciará sobre la ilegitimidad de la maniobra.
“Yo creo que la decisión de permitir la reelección y quién va a ser el candidato por parte de los salvadoreños, es un tema para los salvadoreños. Hay que tener un debate amplio sobre la legalidad y la legitimidad de la elección, pero es un debate para los salvadoreños», dijo en un programa de televisión.
En la historia política de El Salvador, el último presidente que se perpetuó en el poder a través de una reelección fue el dictador Maximiliano Hernández Martínez, en 1939. Fue derrocado en 1944.
De avanzar en este camino, Bukele también alcanzaría a los presidentes Juan Orlando Hernández (Honduras) y Daniel Ortega (Nicaragua) en la senda del nuevo autoritarismo centroamericano. Los dos últimos lograron reelecciones cooptando los poderes del Estado y alterando las reglas del juego a su favor. Hernández logró un segundo mandato ilegítimo hasta 2022 y ahora guarda prisión en Estados Unidos, acusado de narcotráfico. Ortega es presidente desde 2006 y continúa profundizando su régimen.
En la medianoche del 26 de octubre, al finalizar la entrega de las solicitudes, megáfono en mano, rodeado de agentes del Estado Mayor Presidencial, el presidente Bukele salió a la fachada del TSE, acuerpado por sus hermanos y su primo, Xavi Zablah, presidente de Nuevas Ideas, y dio un discurso en el que destacó la importancia de “no volver al pasado” y mantener el régimen de excepción. Dijo que este hubiera sido imposible sin la destitución de los magistrados de la sala ocurrida en mayo de 2021.
Los magistrados impuestos en su lugar por la Asamblea Legislativa que él controla son los mismos magistrados que abrieron la puerta meses después a su intención de reelegirse a pesar que la Constitución lo prohíbe
Según la interpretación de los magistrados impuestos, Bukele debe renunciar seis meses antes del próximo periodo presidencial.
El mandatario aún no lo ha hecho y no ha dicho si acatará esa indicación, que no existe en el ordenamiento jurídico salvadoreño, dado que la reelección consecutiva está prohibida.
Mientras se define, Bukele es ahora mismo un presidente y potencial candidato, a menos que el TSE rechace su candidatura, como lo han solicitado abogados y el partido Nuestro Tiempo. En la contienda para 2024, otros seis candidatos van en una carrera desigual versus un Bukele que controla todo el Estado, al Ejército, a la Policía, y mantiene al país en un régimen de excepción que vulnera el derecho a la defensa.
Funcionarios del gobierno y el partido Nuevas Ideas insistieron en anunciar como un hecho consumado la inscripción del presidente, pero los magistrados todavía deben resolver en los próximos días si aceptan la solicitud de inscripción. En la mañana del viernes 27, el magistrado Wellman, incluido en la Lista Engel de actores antidemocráticos y corruptos de Centroamerica, elaborada por Estados Unidos, adelantó criterio al señalar, en una entrevista televisiva, que la población podrá votar “por siete candidatos”.
De fondo, el oficialismo amenaza con imponer penas de hasta 15 años de cárcel contra aquellos que bloqueen candidaturas a cargos de elección popular. La medida, teledirigida sobre todo contra los magistrados del TSE, es tan solo una de las reglas del juego que Nuevas Ideas ha impuesto de cara a los comicios.
La otra es garantizarse el control del Legislativo a través de la creación de nuevas circunscripciones electorales para las plazas a llenar en la nueva Asamblea, que estará compuesta por 60 diputados. Expertos han señalado que las reformas buscan consolidar un partido único.
“Para continuar con el régimen de excepción necesitamos continuar con tres cuartas partes de la asamblea legislativa», dijo Bukele.
«Necesitamos arrasar en todas las urnas», agregó.
Esta nota se actualizó a las 2:00 p.m. del 27 de octubre de 2023.