Las comunidades que quieren agua, no oro
Por Marcela Trejo / Focos, Roxana Hernández y Edilberto Escobar / Radio Victoria.
La comunidad Potrero de Batres de San Isidro, Cabañas, ruega a quien pueda por tener acceso a agua potable en sus viviendas: al gobierno, a las oenegés, a los periodistas, a Dios. Las y los ancianos de la comunidad no recuerdan otra rutina en sus vidas más que la de despertar diariamente a las 4 de la mañana, caminar por 20 minutos a través de barrancos, rejas con púas, terrenos rocosos y oscuridad plena para abastecerse del agua que usarán en su quehacer diario. Repiten este proceso al menos otras dos veces más al día. En ese recorrido incluso han muerto personas, y la historia se repite al menos para otros 200 hogares más. Ni oenegés ni empresas privadas ni políticos han solucionado su problema, a pesar de que personas han desarrollado enfermedades como insuficiencia renal por consumir agua contaminada con heces fecales y arsénico.
Quienes sí se interesan por San Isidro lo hacen por el oro: “¡aquí hay oro!”, aseguran sus habitantes. La primera vez que una organización canadiense -la ONG “Crea”- se acercó a la comunidad fue en 1992, para construir un proyecto para abastecer de agua a la comunidad, el cual, por imprecisiones burocráticas, no acabó en nada. La segunda vez fue para buscar oro. A cambio de perforar un pozo para las comunidades, la minera canadiense Pacific Rim llevó a cabo trabajos de exploración para encontrar oro, pero lo único que dejó la megacorporación que demandó al Estado salvadoreño fue un pozo -que a los meses se secó-, y se presume que dejó mantos acuíferos contaminados con arsénico debido a las perforaciones del subsuelo, además del asesinato de ambientalistas que se opusieron a la minería en la zona. Ni el río Titihuapa ni el actual alcalde son soluciones a ninguno de los problemas de la comunidad: en 2021 la alcaldía envió un proyecto de agua potable a la Dirección de Obras Municipales (DOM) para abastecer a las comunidades, pero hasta el día de hoy nadie los recibe en la sede de la DOM ni les da información.
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