ISSS: Más seguridad social pero sin fondos para garantizarla
El pasado 28 de febrero, la Asamblea Legislativa reformó el artículo 2 de la Ley del Seguro Social que ampliará la cobertura para los hijos de los cotizantes, pasando de los 12 hasta los 18 años de edad. La modificación entrará en vigor a partir del 2020.
De acuerdo a la normativa, los beneficios del Seguro Social en la rama de salud comprenden la cobertura de enfermedades y accidentes, pueden recibir estos servicios los cotizantes activos y pensionados, así como sus dependientes, cónyuges e hijos.
Datos oficiales del Seguro Social registraron 822,466 cotizantes activos en 2017, tan solo 27.7% de la Población Económicamente Activa del país.
Inicialmente, los hijos de los cotizantes mantenían cobertura hasta los 5 años, sin embargo, a partir del 2004 se ampliaron los beneficiarios hasta los 12 años. Cifras del ISSS revelaron que entre junio de 2004 a diciembre 2008, más de 300,000 nuevos menores se inscribieron al Instituto y el total de consultas en medicina general y pediátrica alcanzó más de 515 mil.
Según se pronunció el Seguro Social, este tipo de ampliaciones ha ocurrido en concordancia con el artículo 22 de la Ley, es decir cuando un equipo técnico y directivo determina que la institución está en capacidad de brindar más cobertura, se elabora un proyecto de reglamento que luego evalúa y aprueba el Consejo de Ministros del órgano Ejecutivo.
No obstante, la más reciente ampliación hasta los 18 años, la decidió por decreto la Asamblea Legislativa, sin tomar en cuenta lo establecido en el número 22 de la normativa.
De acuerdo con María Elena Rivera, de la Fundación Guillermo Manuel Ungo (Fundaungo), este hecho presenta una contradicción entre los mismo artículos de la ley y plantea un “conflicto” en las atribuciones del Ejecutivo y Legislativo. Rivera agrega que desconoce qué estudio o evaluación técnica utilizaron los diputados para garantizar la estabilidad económica, fiscal y social con la nueva medida.
Según estimaciones del ISSS en el 2014, la población de 12 a 18 años que se considera que pueden ser los beneficiarios se calculan en 76 mil personas, distribuidas en un 40% entre los 12 y 13 años, un 30% entre 14 y 15 y 30% entre 16 y 17 años.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estimó en 2016 que el costo de la inclusión de este grupo población es de $2.9 millones de dólares en el primer año de implementación, sin embargo prevé un mayor incremento en el presupuesto en los años posteriores. A partir del quinto año de implementación, el gasto global del ISSS mantendría una tasa de crecimiento del 3.39%, es decir $19.3 millones cada año.
El presupuesto actual del Seguro Social es de $827.7 millones, por lo que, para Rivera, este aumento de golpe es insostenible para la finanzas del Estado, al menos hasta el establecimiento de un acuerdo fiscal.
Rivera recuerda que la atención actual del Seguro Social ya cuenta con deficiencia como el desabastecimiento de medicamentos, la prolongación de las citas con especialistas, exámenes de los pacientes por largos períodos y la falta de equipo en algunos hospitales e infraestructura.
Fundaungo sostiene que la ampliación de la cobertura es positiva desde la perspectiva de Seguridad Social y cumple con los estándares internacionales, sin embargo, plantean dudas sobre cómo el ISSS afrontará la reforma ante un aumento de costos y nuevas necesidades relacionados a los cuadros epidemiológicos de la población adolescente.