Para que la educación sea la solución: el plan estratégico del Ministerio de Educación 2019-2024
(Tomado de La Prensa Gráfica)
«La educación es la solución» se ha convertido en una verdad evidente en sí misma, en un axioma tan común como escasa es la explicación del porqué lo es y de cómo lograrla. Eso precisamente es el eje articulador del plan estratégico institucional del Ministerio de Educación 2019-2024 presentado ayer por la ministra de Educación, Carla de Varela, y por el viceministro, Ricardo Cardona, con la presencia de varios embajadores y de los principales organismos multilaterales de cooperación.
Se trata del primer plan estratégico de las instituciones de gobierno, del ministerio más importante para la transformación, la viabilidad y la confección del futuro de nuestro país. El primer plan en la historia que incorporará la atención a la primera infancia con una visión integral del ciclo de vida; el enfoque de los aprendizajes de calidad y significativos, con pedagogía y currículo pertinentes e inclusivos; con infraestructuras y espacios de aprendizaje con estándares de calidad y seguridad; con prioridad en la profesionalización docente y en el desarrollo tecnológico, parte de un gran acuerdo nacional por la educación.
Para enmarcar la estrategia, el economista William Pleites, director ejecutivo de Fomilenio II, explicó el camino hacia el desarrollo a partir de la expansión de capacidades a lo largo del ciclo de vida: 1. Embarazo y primera infancia, 2. Infancia y adolescencia, 3. Juventud, 4. Edad adulta, 5. Vejez y el rol central de la educación en los tres primeros. En un cuadro que mide la evolución del gasto en educación respecto al gasto total del gobierno en el último siglo (1906-2017), en la última década, gastamos el mismo porcentaje (13.4 %) que los últimos dos años del modelo agroexportador (1952-53), saltando al 22.3 % en el auge del modelo de industrialización por sustitución de importaciones (1973), gastando en la actualidad menos de la mitad que Costa Rica, no obstante sus problemas fiscales.
El endeudamiento en nuestra estructura tributaria pasó de 34 % en el modelo de promoción de exportaciones (1990-2004) a 43 % en el período que Pleites califica de «Digresión Populista» (2005-2018), (William Pleites, «Educación y desarrollo en El Salvador: algunos elementos a considerar»). Esto disminuye los espacios fiscales para aumentar sensiblemente los recursos destinados a la educación, requiriéndose de mucha voluntad política y consensos sostenidos para incrementarlos sustancialmente cada año, y de mucha cooperación internacional.
Los déficits y desafíos mayores están en la atención a la primera infancia, crucial para el desarrollo del cerebro y las capacidades cognitivas de los niños y jóvenes, sin oferta en la educación pública, y marginalmente en la educación privada. Liderado por la primera dama de la República, la atención a la primera infancia es el punto de partida del Plan, apoyado por el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y UNICEF.
Para el impulso de esta estrategia político-institucional identificamos al menos 6 grandes desafíos: 1. El desafío político-institucional: visión compartida y planificación estratégica, alianzas con actores diversos a nivel nacional e internacional. 2. El desafío legal. La reforma integral de la ley de la carrera docente, de ley general de educación y de las leyes secundarias y reglamentos. 3. El desafío presupuestario y financiero: reforma del presupuesto: por programas (actividades, resultados, indicadores, asignaciones); movilización internacional de recursos humanos, tecnológicos y financieros. 4. El desafío técnico-profesional: recuperar, sistematizar y operacionalizar aquellos programas exitosos ejecutados antes, además de las mejores experiencias internacionales adaptables. Particular atención tendría el desarrollo del programa de educación inicial (0-7 años) y el de educación superior y formación técnico-profesional vinculado a la empresa y al empleo en el contexto de la revolución 4.0 y de la inteligencia artificial. 5. El desafío de la formación docente: con nuevos contenidos y desarrollo curricular, con nuevo modelo de aprendizaje, con mejores capacidades pedagógicas y tecnológicas, con desarrollo del pensamiento crítico, con especializaciones por áreas de conocimiento y programáticas, con mejores requerimientos académicos, con evaluación de la formación y de los rendimientos docentes. 6. El desafío del monitoreo y de la evaluación para la mejora continua, con evaluaciones pertinentes del rendimiento de los estudiantes en los diferentes niveles de escolaridad.
Esta estrategia de transformación de la educación nacional constituye un excelente punto de partida para lograr un gran acuerdo sobre la educación liderado por el presidente de la República. Este acuerdo y su ejecución pondrían importantes cimientos de la transformación social y económica de El Salvador de mediano y largo plazo, cobrando todo su significado, ahora sí, la afirmación que la educación es la solución.