Castro: el sistema diseñó un Ministerio de Trabajo con poca credibilidad
Maryelos Cea
El nuevo titular del Ministerio de Trabajo y Previsión Social (MTPS), Rolando Castro, se ha propuesto ejecutar una ambiciosa agenda, pero reconoce que enfrenta el desafío de haber recibido una cartera de Estado diseñada – de forma deliberada, asegura – para no desarrollar a cabalidad su labor.
La agenda de Castro abarca temas como la modernización del MTPS, actualización y cumplimiento de las leyes laborales, la revisión del salario mínimo, una nueva reforma al sistema de pensiones y mejorar las condiciones para la generación de empleo.
Estos temas serán atendidos por un «ministerio jurídicamente muy fuerte”, señaló Castro en FOCOS, con “una gran robustez desde el marco constitucional de El Salvador”, pero que se diseñó “con el presupuesto más pequeño de todos los ministerios».
El MTPS cuenta con un presupuesto que ronda los $16.3 millones, de los cuales $14.8 millones se destinan al pago de salarios, explicó el funcionario. Otros $1.3 millones se utilizan para comprar bienes y servicios. El ministro reconoció que con este monto es difícil funcionar.
A juzgar por los techos presupuestarios de 2020, el bajo presupuesto para el ramo de Trabajo y Previsión Social no cambiaría el próximo año. Según la información oficial entregada a FOCOS hace dos semanas, el Ministerio de Hacienda le solicitó al MTPS no proponer un presupuesto superior a los $15.5 millones para 2020.
Si el proyecto de presupuesto que se presentará este 30 de septiembre es fiel a los techos establecidos por Hacienda, el plan de ingresos y gastos del Ministerio de Trabajo será $900,000 inferior a los $16.4 millones que le aprobaron para 2019.
“Creo que el sistema, de forma intencional y planificada, construyó un Ministerio de Trabajo en esas condiciones para tenerlo invisibilizado, con poca credibilidad y que no desarrolle su trabajo”, consideró Castro.
AVANCES EN LA AGENDA
Uno de los primeros pasos que dio Castro fue reinstalar el Consejo Superior del Trabajo (CST), acéfalo desde hace más de seis años porque en 2013 la cartera de Estado no reconoció a los representantes de los trabajadores.
Por ello el Gobierno no solo fue acusado de injerencia, también enfrentó señalamientos en la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que puso a El Salvador en su lista negra por haber fallado en reinstalar el CST desde 2015, cuando por primera vez le ordenó reanudar las operaciones de este ente.
El CST reúne a representantes de trabajadores, empleadores y Gobierno. Este es uno de los tres entes consultivos del ministerio y el más importante para dirimir los asuntos laborales en el país.
No obstante, el reinstalo del CST no se libró de las viejas acusaciones de injerencia gubernamental en la elección de representantes. La Fundación para la Aplicación del Derecho (Fespad) aseguró que el Gobierno excluyó propuestas de organizaciones de trabajadores para beneficiar a una planilla afín a la empresa privada.
Castro desvirtuó los señalamientos y aseguró en FOCOS que establecerá un mecanismo de diálogo bilateral con las organizaciones que no lograron representante en el CST.
El ministerio también alista el proceso para que empleadores y trabajadores elijan a sus representantes en otro ente tripartito de importancia: el Consejo Nacional del Salario Mínimo (CNSM). Los miembros anteriores concluyeron su periodo en diciembre del año pasado y Castro explicó que están por enviar las notificaciones a ambos sectores para informar sobre la instalación del CNSM.
Una vez esté operando el Consejo, se procederá a la revisión del salario mínimo, que desde 2016 es de $300 mensuales en sectores como la industria, el comercio y maquila, y de $202 en rubros agrícolas. Mientras tanto, indicó Castro, ya cuenta con asesoría de la OIT en parámetros para la revisión del salario mínimo.