Diputados golpistas despiden legislatura dándose potestades para reformar la Constitución en siguiente periodo
En la última sesión plenaria de su periodo legislativo, la Asamblea controlada por el partido de Nayib Bukele aprobó una modificación al artículo 248 de la Constitución. El cambio, que sería ratificado por una mayoría de diputados oficialistas que asumirán a partir del 1 de mayo, habilita la posibilidad de reformar la Carta Magna en una sola legislatura con el voto de tres cuartas partes del pleno. Actualmente, el procedimiento de reforma constitucional requiere de dos periodos: uno para la aprobación y otro para la ratificación.
Expertos consultados identifican graves violaciones a la Constitución en la reforma aprobada y señalan que abre la puerta para que la próxima legislatura se convierta en una “Asamblea Constituyente de facto”, pudiendo cambiar el texto constitucional en un mismo día, sin que la población pueda informarse o expresar opinión.
El artículo 248 regula el mecanismo mediante el cual se puede hacer cambios a la Constitución. Además, protege aquellos artículos que no pueden modificarse bajo ninguna circunstancia, como los que establecen el sistema de Gobierno y la alternabilidad en el poder. La primera inconstitucionalidad de la reforma, a criterio del abogado Enrique Anaya, es que el mismo artículo reformado es considerado un artículo pétreo, es decir, no sujeto a cambios.
De acuerdo con el abogado, el objetivo de los artículos pétreos es darle estabilidad al sistema jurídico para que no dependa de los caprichos o la coyuntura del gobernante de turno, o inclusive de las mayorías legislativas que llegaran al poder de forma democrática. “Con la modificación aplicada podemos llegar al absurdo de modificar la Constitución en un mismo día. Es decir, se aprueba por la mañana, se discute durante el almuerzo y en la tarde se ratifica. ¿Qué seguridad jurídica puede existir en eso?”, explica.
Anaya además considera que el cambio aprobado viola la supremacía de la Carta Magna. “A efectos prácticos, lo que están haciendo es darle a la próxima legislatura, un carácter constituyente, porque si ella misma va a aprobar y ratificar el texto constitucional, entonces va a poder cambiar absolutamente todo”, señala.
Ruth López, directora de anticorrupción de Cristosal, coincide en señalar que el artículo 248 es una cláusula pétrea y añade que el mecanismo de reforma actual, que exige la aprobación de dos legislaturas, garantiza que las reformas sean conocidas por la población en un proceso electoral.
Hasta esta mañana, cuando el diputado Rodrigo Ayala, de Nuevas Ideas, interrumpió la agenda de la plenaria para solicitar la introducción de la iniciativa, ninguna persona del oficialismo había hablado del cambio que pretendían hacer. Y aunque el vicepresidente Felix Ulloa ha liderado la redacción de una propuesta de reforma constitucional, la modificación presentada hoy difiere con lo planteado por el funcionario, quien propone que la reforma constitucional se apruebe mediante un referéndum.
A pesar de ello, Ullóa celebró la iniciativa: “Siguiendo el mecanismo que indica la Cn, se aprobó la reforma al art.248 agregándole un seguro alternativo al procedimiento de reforma.
El soberano podrá decidir una reforma, sin necesidad de dos legislaturas, siempre que en las elecciones, otorgue esa mayoría super calificada” (sic), escribió en su cuenta de X.
Una reforma exprés y sin contrapeso
De acuerdo con los abogados consultados, el procedimiento utilizado por la bancada cian para modificar el artículo 248 es también una violación a la jurisprudencia establecida por la Sala de lo Constitucional en la sentencia 7-2012, emitida en diciembre de 2013. Según esta disposición, entre la aprobación y ratificación de una reforma constitucional siempre debe mediar una elección.
En el 2015, cuando la Asamblea Legislativa en funciones quiso modificar los artículos 124 y 202 para ampliar a cinco años los periodos legislativos y de concejos municipales, la Sala Constitucional revocó la aprobación. En ese momento, los magistrados argumentaron que la reforma violó el principio de soberanía popular y gobierno representativo, pues se omitió la fase informativa de la propuesta, que hubiera permitido al pueblo decidir “apoyar o no a los candidatos a la Asamblea Legislativa que respalden la mencionada reforma constitucional”.
En ese sentido, el procedimiento legal en esta ocasión hubiera sido someter a discusión la iniciativa mucho antes de las votaciones del pasado 3 de febrero.
Sin embargo el oficialismo usó a su favor dos cartas que Bukele y el partido han usado antes para justificar violaciones a la Constitución: la soberanía que “el pueblo” les otorgó mediante el voto y la necesidad de adaptar las leyes a las “necesidades actuales”.
Tras la solicitud de Ayala para incorporar la reforma como punto de agenda, la diputada Elisa Rosales fue la encargada de leer la iniciativa y explicar las motivaciones para hacer el cambio, que la bancada cian describió como “un candado más a la legitimidad de la Constitución”, pues, aunque los cambios se realizarán en una sola legislatura, se eleva el número de votos para aprobar las iniciativas.
“El poder constituyente de un día no puede condicionar al poder del mañana, de modo que la Constitución no es una ley eterna”, leyó la diputada Rosales.
Sin embargo, para la abogada de Cristosal el objetivo final de la reforma es profundizar la acumulación de poder y la continuidad del Ejecutivo en manos de Bukele. “El oficialismo, lamentablemente, en nombre del pueblo, hace cosas y se apropian de un poder que no les ha dado el electorado”, afirma López.
La diputada Claudia Ortiz, del partido Vamos, cuestionó a los diputados cian sobre la necesidad de la reforma y la eliminación de contrapesos al permitir que una sola legislatura apruebe reformas constitucionales. “Están generando una artimaña, una leguleyada para quitarle límites al poder. Y para estar ustedes por encima de los derechos de la gente (…) En otras palabras, pueblo salvadoreño, aquí se puede cambiar la ley más importante del país en cualquier día, por dispensa de trámite incluso, como ya les gusta a estos diputados. Se puede cambiar la misma Constitución, se pueden cambiar los derechos fundamentales de los ciudadanos, se puede cambiar la forma de Gobierno, el orden económico. Se puede cambiar cualquier cosa y cuando a ellos se les dé la gana”, dijo.
Además, la opositora resaltó lo simbólico de la fecha: la clausura de una legislatura que inició sus funciones violando la Constitución, destituyendo al fiscal general y a los magistrados de la Sala de lo Constitucional para colocar a sus propios perfiles. Con ese mismo recuerdo en mente, el abogado Anaya resaltó también que la reforma aprobada hoy no podría consumarse con una sala independiente. “Fue un paso previo necesario para llegar a lo que tenemos hoy”, dijo.
La iniciativa de modificación fue firmada por los diputados de Nuevas Ideas Rodrigo Ayala, Christian Guevara, Raúl Castillo, Suecy Callejas, William Soriano, Ernesto Castro, Ana Figueroa, Eliza Rosales, Alexia Rivas y Ruben Flores, todos los cuales fueron reelectos para la próxima legislatura.
La reforma se aprobó con los votos a favor de 66 diputados y 16 en contra, mediante un procedimiento de dispensa de trámite. Es decir, de manera exprés, sin someterlo a la discusión de una comisión, sin debatir su pertinencia y sin recoger la opinión de la sociedad civil.
El presidente Bukele, que el 1 de junio arrancará un segundo periodo inconstitucional, desde su cuenta en la red social X escribió la figura de un peón del juego de ajedrez, como si se tratara de nuevo de una jugada maestra de su régimen.