¿El narco, infiltrado en el Estado hondureño?
El juicio contra el exdiputado hondureño Juan Antonio “Tony” Hernández, hermano del presidente de ese país, Juan Orlando Hernández, continúa revelando presuntos vínculos entre dicho Estado centroamericano y estructuras de crimen organizado dedicadas al narcotráfico.
Tony Hernández se enfrenta a una corte federal de Nueva York, señalado de brindar protección y seguridad a los cargamentos que llevan cocaína desde Honduras hasta Guatemala.
De acuerdo con Danielle Mackey, periodista independiente que cubre el juicio en Estados Unidos, testimonios revelaron que hasta hoy se han trasladado entre 30 y 40 toneladas de cocaína solo entre un socio: Alexander Ardón, el exalcalde del municipio de El Paraíso, del departamento de Copán.
Este dinero, según las declaraciones del exalcalde Ardón, era para la campaña presidencial de Juan Orlando Hernández y, a cambio de eso, los narcotraficantes recibirían protección y no enfrentarían un juicio en el país centroamericano, explicó a FOCOS la periodista.
«Finalmente está acusado, Tony Hernández, de haber exigido y recibido apoyo por parte de la policía y el ejército de Honduras para ayudar en su negocio de narcotráfico», señaló.
La periodista aclara que aunque el juicio es contra Tony, el más afectado políticamente es Juan Orlando Hernández, pese a que las acusaciones contra su persona aún no son concluyentes.
Si el presidente resulta involucrado, se sumaría al resto de mandatarios que usaron las fuerzas de seguridad para defender al narcotráfico y que han interfiriendo en el proceso democrático de Honduras. «Y si eso no es un narcoestado, no sé qué es», dijo Mackey.
La periodista expresó que aunque por un lado el presidente Hernández es aliado clave para la férrea política migratoria de Donald Trump, hay otra parte del Gobierno federal de Estados Unidos que está enjuiciando a su hermano y que está mencionando mucho al mandatario en el juicio.
«Una pregunta central es qué tanto pesa la migración. Si Hernández está dispuesto a hacer lo que quiera el Gobierno estadounidense en términos de la política migratoria (…). ¿Trump está dispuesto a obviar, ignorar la corrupción y el narcotráfico de su gobierno?», planteó Mackey.