Los pros y contras de la reforma migratoria propuesta por Joe Biden
En febrero pasado, la administración del presidente estadounidense Joe Biden, presentó al Congreso una reforma “integral” a la ley migratoria vigente que legalizaría la situación migratoria de cerca de once millones de personas en ese país, entre ellos cerca de millón y medio de salvadoreños, guatemaltecos y hondureños.
El 18 de febrero, el senador Bob Menéndez y la representante Linda Sánchez, ambos demócratas, presentaron al Congreso una propuesta de ley que brinda el camino a la legalización de todos los extranjeros que hayan migrado y se hayan establecido en el país hasta antes del 1 de enero de 2021.
Según Óscar Chacón, director ejecutivo de Alianza Américas, organismo no gubernamental que trabaja en Estados Unidos apoyando a migrantes, la propuesta estima que todo extranjero sin autorización migratoria que haya llegado a los Estados Unidos a más tardar el primero de enero del 2021 podrá solicitar residencia permanente en este país en un proceso que durará ocho años, cinco en calidad de residencia condicional y tres más en calidad de residencia permanente. “Luego de esos tres años, toda persona que llegue a ese momento del proceso tendrá la opción de solicitar ciudadanía por la vía de la naturalización”, dijo Chacón.
A ellos se suman los beneficiados por el Estatus de Protección Temporal (TPS) y las personas acogidas en el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA). En la actualidad, en Estados Unidos residen más de 250 mil salvadoreños con TPS y hay 66,000 migrantes del triángulo norte amparados al DACA.
Según la propuesta que debe ser aprobada por el Congreso, estos últimos junto los agricultores y los trabajadores esenciales, tendrían un vía más expedita para obtener su residencia permanente de forma inmediata y podrían optar a la ciudadanía tres años después. “También busca dar más protección a los refugiados, permitir la entrada de más refugiados incluyendo personas de América Central”, remarcó Katharine Valencia, abogada estadounidense.
Las taras en lo legal
“Hay que recordar que ninguna de las propuestas otorga ciudadanía como tal a pesar de que las promesas enfatizan lo que ellos denominan “el camino a la ciudadanía”, pero en realidad los caminos son para visas de residencia permanente”, enfatizó Chacón.
La ley también contempla eliminar la expulsión del país norteamericano de tres a 10 años, como castigo para quienes entraron a Estados Unidos de forma irregular y hayan permanecido sin autorización legal, aun cuando estos sean solicitantes de visa. Esta medida está vigente desde las reformas migratorias de 1996.
Otro aspecto positivo es que el proyecto incluye un enfoque novedoso al mencionar las causas que obligan la migración desde los países de origen. Pero esto preocupa a los defensores de los derechos de los migrantes, toda vez que el entendimiento de los funcionarios estadounidenses en este apartado puede ser muy limitado.
Como puntos negativos están que la propuesta de ley migratoria de Biden se queda corta y no modifica el sistema de medidas restrictivas y punitivas vigentes desde 1996. Por ejemplo, se mantiene la posibilidad de entender como ofensas criminales a las faltas menores y el poder discrecional dado a jueces y oficiales migratorios que facilitaron las deportaciones y prohibiciones de reingreso.
Por otra parte está si realmente dentro del Congreso la propuesta sea aprobados. A pesar de que la ley mantiene un balance positivo en beneficios de los migrantes salvadoreños y centroamericanos, las posibilidades que se convierta en ley están cuesta arriba:
Los demócratas controlan ambas cámaras del Congreso, poder legislativo de Estados Unidos. Sin embargo, las ventajas son cortas e insuficientes para aprobar una ley de esta naturaleza.