“Nos han mandado enfermos de COVID-19 de otros hospitales”
José Rigoberto Pinto, alcalde de Metapán
José Rigoberto Pinto tiene apenas un período como alcalde de Metapán pero asegura que eso es suficiente para decidir que no volverá a postular. Asumió en mayo de 2018 y tiene claro que entregará el cargo en mayo de 2021, aunque antes de eso tiene que hacerle frente a la crisis generada en el municipio por la pandemia del Covid-19.
Focos habló con él en su despacho municipal, el 7 de julio, sobre las acciones que ha tenido que tomar durante la emergencia. Hace hincapié en que se trata del “municipio más grande del país” y en esta entrevista deja constancia de las decisiones que ha tomado su comuna durante los últimos meses y del apoyo que han brindado ante decisiones del gobierno central, como la de mandar pacientes con coronavirus al hospital local o sobre las dudas que generó el «paciente cero».
¿Qué medidas ha tomado Metapán durante la emergencia nacional por Covid-19?
Desde el 18 de marzo, cuando se dijo que el primer caso estaba aquí en Metapán, comenzamos de salir adelante aunque nadie estaba preparado para enfrentar una situación de esta índole. Esto se ha convertido en una especie de guerra, donde poco a poco se tiene que ir solucionando las cosas en el camino, dependiendo de lo que se esté dando. Y así ha sido a nivel mundial, no solo acá, así que hemos tratado de hacer lo posible y lo necesario.
¿Cómo fue en Metapán la noche de 19 de marzo cuando el presidente Nayib Bukele anunció que este municipio tenía el primer caso de coronavirus y que habría un cerco sanitario?
Todo mundo estaba pendiente de esa cadena de televisión donde el señor presidente habló del primer caso y la sorpresa fue para nosotros que se dijo que era en Metapán. Eso nos preocupó tanto que inmediatamente nos reunimos en la alcaldía, porque ya teníamos una mesa de trabajo intersectorial conformada por el Ministerio de Salud (Minsal), el director del hospital, la Fuerza Armada, la Policía Nacional Civil (PNC), empresa privada y de diversas instituciones. Esa noche hasta los líderes de la iglesia católica se reunieron con nosotros y comenzamos a ver cómo enfrentar la situación. Si hacemos un análisis vemos que Metapán, a pesar de ser el municipio más grande del país, no ha tenido tantos casos. Hasta ahorita (7 de julio) llevamos como 28 casos, de los cuales efectivamente no han sido positivos sino que sospechosos.
En cuanto a las estadísticas, ¿cuántos casos tienen registrados en Metapán desde el 18 de marzo?
Sumamos hasta hoy (7 de julio) 28 casos, entre positivos y sospechosos. Lo que pasa es que hay bastante confidencialidad en los datos y no se nos ha dado acceso a las pruebas de todos, no se nos dan los datos exactos. Pero supongo que es para proteger a sus familias, porque la gente se preocupa tanto que pueden causarles un daño a ellos (familiares). Pero tenemos 28 hasta el día de hoy.
¿Y personas fallecidas por Covid-19? ¿Cuántas tienen registradas?
Según las actas de defunción tenemos seis casos. Aunque en las actas solo están identificadas como sospechas de Covid-19, ningún caso confirmado. Todos se han enterrado acá en el municipio con los protocolos que ha dado el Minsal, para protección de los enterradores. Ellos han seguido todas las indicaciones.
¿Qué siguió después que se puso el cerco sanitario?
Desde el 19 de marzo, por orden del gobierno central, cerraron el ingreso y la salida de Metapán. Nosotros apoyamos a la Fuerza Armada, la PNC y los agentes del CAM. Varias empresas privadas nos donaron alimentación para la gente que estaba en los retenes. Lo cierto es que en Metapán se paró todo. En lo particular me preocupó más el área urbana que el área rural, porque en el campo la gente mantiene sus granos básicos, lo necesario para sobrevivir y con eso subsisten. Pero en la ciudad todo se paralizó.
Hay muchas personas en la ciudad que la van pasando día a día, que si no trabajan no comen y peor si no estaban preparados para una situación como esta. Eso nos preocupó y les dimos mayor importancia. Por ahí comenzamos a repartir los víveres. Compramos primero 5 mil paquetes y los llevamos casa por casa. Después compramos otros cinco mil y así hasta que entregamos un total de 25 mil solo en el área urbana. Después de eso nos trasladamos al área rural, pero ahí era diferente el paquete porque no les íbamos a llevar maíz si ellos tienen en sus casas. Tratamos de cambiarlo a sus necesidades.
¿Cuál ha sido el impacto económico en el municipio con la emergencia?
Nosotros en la alcaldía nos hemos enfocado con los agricultores, porque ellos también favorecen al área urbana en Metapán. Acá en el municipio pusimos un orden y es que habían días en los que podían salir solo las personas del área rural y otros días en los que salían solo los del área urbana. El resultado fue que cuando las personas del área rural se quedaban en casa, Metapán era un total silencio y en los negocios me decían que cuando la gente del área rural no venía a comprar en la ciudad no había movimiento. Entonces concluimos que la gente del área rural necesitaba más ayuda y empezamos a trabajar con las asociaciones de desarrollo comunal. Les entregamos fertilizantes y atendimos 169 comunidades.
Después del cerco sanitario que se les puso la tercera semana de marzo, ¿qué otro apoyo han recibido del gobierno central o en qué han trabajado con ellos desde entonces?
El gobierno nos apoyó con 12,051 canastas solidarias a través del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG). Firmamos un convenio y nos pidieron copia de DUI de cada uno de los beneficiarios. Luego el vicepresidente Félix Ulloa, a través del Plan Trifinio, nos trajo 850 canastas para el sector femenino y se entregaron.
El gobierno central manejó que el primer caso de coronavirus entró a El Salvador por un punto ciego de Metapán, ¿ustedes confirman esa versión?
Desde el inicio hay un hotel San José acá en Metapán al que trajeron 14 personas parece desde el aeropuerto. Venían pilotos y otras personas del aeropuerto y nosotros apoyamos con alimentación, tanto al personal que estaba en cuarentena como al que cuidaba. Lo mismo pasaba con Migración, con los que detenían en la frontera de Anguiatú y fue una buena inversión. Entonces el primer caso creo que salió de ese hotel, no era gente de Metapán, aunque sí se dio aquí.
Nunca me confirmaron quién era el primer caso, porque eso se manejó confidencialmente, por lo mismo que habíamos hablado antes, para proteger sus datos. El Ministerio lo manejó de esa manera y esas son las órdenes que tienen, aun cuando me reuní con ellos esa noche. Así empezamos con ese caso. Posteriormente se llevaron los reos del penal de Metapán y han estado utilizando ese centro para cuarentena de personas seleccionadas con Covid-19 y tengo entendido que quedan solo como cinco.
El personal médico en Metapán sostiene que el gobierno está mandando enfermos de Covid-19 al hospital del municipio y que eso les preocupa, ¿qué opina usted al respecto?
Esta semana que pasó me reuní con el director del hospital y le llamó el Ministro de Salud, Francisco Alabí. Le dijo que venían 20 personas de otros hospitales porque los otros hospitales estaban ya llenos. Luego le mandaron otro grupo. Nosotros lo único que hemos hecho es apoyarlos. Les compramos un túnel sanitario para ponerlo en la entrada de emergencia, iluminamos el hospital, hemos comprado insumos como trajes y otras cosas. A través de un fideicomiso que les dejó un donante también les hemos comprado $24,000 en insumos y equipo.
También estamos apoyando a la Unidad de Salud del municipio, sobre todo con reparación de vehículos y gasolina. Se les da 30 galones semanales para que se puedan movilizar y trabajamos también en equipo. Estamos en constante comunicación con ellos. Nosotros hemos acatado lo que dice el Minsal.
¿Cómo se adapta el municipio a las fases de reapertura económica que ha estipulado el gobierno?
Por ahora solo acatamos lo que viene del gobierno central. Por ejemplo, ya abrimos el mercado municipal, solo de lunes a viernes de 7:00 de la mañana a 2:00 de la tarde, y el fin de semana de 7:00 de la mañana a 12:00 del mediodía. Tampoco dejamos que la gente ande en la calle pasadas las 6:00 de la tarde y perifoneamos para recordarle a la gente las medidas de protección. Estamos usando el distanciamiento social y las mascarillas.
Hay un conflicto entre el gobierno central y algunas municipalidades sobre la focalización del tratamiento contra el Covid-19, ¿usted considera que las alcaldías pueden liderar el combate al virus o debe ser materia exclusiva del Ejecutivo?
Las alcaldías, como sabe, conocen mejor que nadie su municipio. Se sabe dónde está cada lugar y las necesidades específicas. A las alcaldías ya nos hicieron un depósito de cerca de $1 millón, desde el gobierno y que es parte de los $6 millones que se nos prometió a las alcaldías para enfrentar la crisis, pero no hay un decreto que nos diga cómo usarlo específicamente. Yo me reuní con Corporación de Municipalidades de la República de El Salvador (Comures) para que nos explicaran si ese dinero tenía un destino específico y lo que se hizo fue meterlo en una cuenta aparte.
Yo necesito algo que me ampare a mí para poder ocuparlo, porque la gente piensa que se puede hacer lo que sea con ese dinero, pero no es así, porque seremos fiscalizados por la Corte de Cuentas de la República. Yo tengo las carpetas para proyectos de reconstrucción por lo que sucedió con la tormenta Amanda y en eso pienso invertir $500,000. Pero necesito algo que me avale esa inversión. Sí está claro que se puede ocupar en el Covid-19, pero queremos los rubros específicos.
En Metapán teníamos plata para enfrentar la emergencia. Por ejemplo, lo que le comenté de las primeras canastas nos costó $53,000 y lo hicimos con fondos propios. Pero otros alcaldes no hayan qué hacer porque no tienen esa facilidad económica. Yo incluso en la reunión de alcaldes con el presidente les pedí disculpas al resto de colegas porque les dije que al menos nosotros no teníamos problemas económicos y que teníamos los fondos suficientes para esta situación, a pesar que tenemos un municipio tan grande. Cuando entregamos abono y fertilizante invertimos cerca de $300,000, pero es algo que podíamos hacer. Incluso ahorita pensamos en otro paquete alimenticio más grande para que le dure más a la gente. Queremos adquirir 30,000 paquetes, pero estos son a través de licitación, porque es lo que ya nos pide la ley.