Por “actividades preocupantes”, la Casa Blanca excluye a los países del Triángulo Norte de su Cumbre por la Democracia
La Casa Blanca dijo que no cree que el gobierno de El Salvador esté “listo o vaya a contribuir de manera productiva a la conversación que vamos a tener”.
Por Alejandra Arredondo.
WASHINGTON D.C. — El Gobierno de Estados Unidos decidió no invitar a Honduras, Guatemala y El Salvador a la cumbre virtual por la Democracia porque sus gobiernos han llevado a cabo “actividades muy preocupantes”, aseguró el jueves el asesor para asuntos hemisféricos de la Casa Blanca, Juan González.
Al evento, en el que participarán los líderes de 100 países del mundo, tampoco fueron invitados los gobiernos de Nicaragua, Cuba, Venezuela y Haití.
“Algunos de los países que no fueron invitados son democráticos pero han tenido algunas actividades muy preocupantes que nos llevaron a excluirlos”, dijo González en una rueda de prensa virtual, en referencia a las naciones del Triángulo Norte.
El asesor del presidente Joe Biden explicó los motivos que llevaron a EE. UU. a no extender la invitación a estos países. Sobre El Salvador, González fue tajante asegurando que su país no cree que el gobierno de Nayib Bukele esté “listo o vaya a contribuir de manera productiva a la conversación que vamos a tener”.
González aseguró que el gobierno de El Salvador ha llevado a cabo una serie de medidas que “socavan” las instituciones democráticas en el país, entre ellas la destitución de magistrados y lo que llamó una “campaña de desinformación” por parte del gobierno contra la embajadora de EE. UU.
Con respecto a Guatemala, González se refirió a las acciones tomadas por la fiscal general, Consuelo Porras, contra el ahora exfiscal encargado de liderar la investigación de la corrupción en el país, Juan Francisco Sandoval. El funcionario de la Casa Blanca dijo que EE. UU. está preocupado sobre la corrupción en Guatemala y sobre las “instituciones judiciales que la están facilitando”.
Respecto a Honduras, González no entró en detalles, más allá de unas “preocupaciones sobre asuntos de corrupción que no se han enfrentado”, pero dijo que espera invitar a la recién elegida presidenta, Xiomara Castro, el próximo año si ve “algún progreso”.
La invitación no supone un «sello de aprobación»
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, aclaró el jueves en rueda de prensa que el hecho de que un país esté invitado a la cumbre no significa que EE. UU. le esté dando un “sello de aprobación”.
“Cada democracia es una obra en progreso”, dijo Psaki. “No significa que le estemos dando lo opuesto a un sello de aprobación a los que no están invitados”.
Brasil, cuyo gobierno ha sido calificado de una amenaza a la democracia por organizaciones de derechos humanos como Humans Right Watch, fue invitado a la cumbre. En respuesta a una pregunta sobre la participación del presidente brasileño Jair Bolsonaro en el encuentro, González dijo que EE. UU. busca tener una conversación sobre “cómo poder asegurarse de que la democracia dé resultados”.
“No vamos a estar de acuerdo con todos”, dijo el diplomático.
China y Rusia, dos naciones que tampoco han recibido invitación a la cumbre por la democracia, criticaron el encuentro, asegurando que Washington busca dividir a los países.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo en una rueda de prensa que la lista de invitados muestra que Washington “prefiere crear nuevas líneas divisorias, intentando dividir a los países entre ellos que -bajo su concepto- son buenos y los que son malos”, según informaron medios locales rusos.
La viceministra de Relaciones Exteriores de China, Le Yucheng, dijo que la cumbre es “lo opuesto a la democracia”.
“Divide a los países en jerarquías (…) no hará bien a la solidaridad global, no hará bien a la cooperación y no hará bien al desarrollo”, dijo Yuchen el jueves, según un comunicado del ministerio.