¿Qué Llevabas Puesto?
(Tomado de La Prensa Gráfica)
El martes en la noche asistí en el Museo Nacional de Antropología Dr. David J. Guzmán (MUNA) a la presentación de una exposición de testimonios de mujeres víctimas de violencia sexual recreada para posicionar el tema contra la culpabilización y revictimización de quienes vivieron ataques violentos. Antes de preguntarle a la víctima quién te agredió y cómo fue, muchas veces le preguntan «¿Qué llevabas puesto?» sugiriendo que la vestimenta de la joven o mujer adulta en cuestión es lo que provocó la agresión y violencia sexual, quitando responsabilidad al violador para otorgársela a la víctima.
El MUNA en coordinación con la UNESCO y el Centro Cultural de España en Costa Rica, con el apoyo del Ministerio de Cultura de El Salvador, y el patrocinio de la Embajada de España en nuestro país, organizaron este evento en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia hacia la Mujer.
En su discurso de inauguración de la exposición en el MUNA, el embajador de España en El Salvador, Federico de Torres Muro, dijo: «En esta fecha tan simbólica, nos ha parecido relevante sumarnos a las campañas institucionales contra la violencia de género a partir de esta reflexión en torno a la estigmatización de las víctimas de violencia sexual, por su forma de vestir el día que fueron atacadas». Y concluyó afirmando: «Solo conseguiremos un mundo mejor si es feminista y considera el abuso por razón de sexo como un delito a perseguir y erradicar. Solo conseguiremos un Mundo Mejor si todos decimos NO al abuso contra mujeres y niñas».
La violencia sexual, un fenómeno social que afecta a miles de niñas, adolescentes y mujeres en El Salvador, «tiene a su base una cultura patriarcal que la ha naturalizado históricamente, influenciando a las instituciones encargadas de reproducirla… La existencia de este tipo de violencia ha estado casi oculta, minimizada y, quizás, hasta justificada. Posiblemente, esto dificulte el acceso a la justicia y promueva impunidad para los victimarios», escribió Yesenia Segovia en «Naturalización de la violencia sexual contra las niñas, las adolescentes y las mujeres de El Salvador» (en el segundo tomo de la Revista de Ciencias Sociales y Humanidades del Ministerio de Cultura dedicadas a «Estudios de género y feminismo en El Salvador y Centroamérica», Identidades 14, enero/junio 2019, pg. 67-80).
El poema «Qué llevaba puesto» de Mary Simmerling inspiró a Mary Wyandt-Hiebert y Jen Brockman a crear su exposición durante una conferencia celebrada en Little Rock (Arkansas, Estados Unidos) en 2013 y, un año más tarde, inauguraban su «¿Qué llevabas puesto?» con testimonios y prendas de estudiantes de la Universidad de Arkansas que habían sufrido abusos sexuales. «El objetivo de esta exposición… es concienciar a la sociedad de que la víctima no es culpable de nada, sino todo lo contrario. Y que no existe un tipo de ropa en concreto que evite las violaciones». (Contexto, «Poderoso mensaje: víctimas de abusos sexuales exponen la ropa que llevaban puestas». 2.5.2019).
QUÉ LLEVABA PUESTO (Mary Simmerling)
Era esto:
en la parte superior
una camiseta blanca
algodón
manga corta
y cuello redondo
ésta estaba metida
en una falda vaquera
(también algodón)
que terminaba justo encima de las rodillas
y estaba ceñida con un cinturón en la parte superior
debajo de todo esto
un sujetador de algodón color blanco
y braguitas blancas
(aunque probablemente no hacían conjunto)
en mis pies
unos tenis blancos
del tipo que usas para jugar al tenis
y finalmente
pendientes de plata y pintalabios
esto es lo que llevaba puesto
aquel día
aquella noche
aquel 4 de julio
de 1987
quizás te preguntes
por qué importa esto
o incluso cómo recuerdo
cada prenda
con tanto detalle
lo ves
me han hecho esta pregunta
muchas veces
han traído a mi mente
muchas veces
esta pregunta
esta respuesta
estos detalles
pero mi respuesta
muy esperada
muy anticipada
parece simple de alguna manera
dado el resto de las circunstancias
de esa noche
durante la cual
en algún momento
fui violada
y me pregunto
qué respuesta
qué detalles
serían cómodos
podrían ser cómodos
para ustedes
mis interrogadores
buscando comodidad donde
no hay comodidad
que encontrar
si todo fuera tan simple
si pudiéramos
poner fin a una violación
simplemente cambiando la ropa
recuerdo también
lo que él vestía
esa noche
aunque
es verdad
que nadie
nunca lo ha preguntado.