Resultados en seguridad cambian la percepción de la democracia en El Salvador: LAPOP
A pesar de la erosión en la institucionalidad, los salvadoreños perciben que la democracia ahora sí funciona, debido a los logros en seguridad. La confianza en el gobierno de Bukele ha llevado a la ciudadanía a sacrificar la independencia de las instituciones por resultados inmediatos, según reveló el Barómetro de las Américas 2024.
Mientras los expertos advierten sobre una grave erosión de las instituciones y las libertades civiles en El Salvador, la mayoría de los salvadoreños afirman estar satisfechos con la democracia. Así lo revela el Barómetro de las Américas 2024, un estudio de opinión pública realizado por el Laboratorio LAPOP, de la Universidad de Vanderbilt, de Estados Unidos.
Noam Lupu, director del Centro de la Democracia Global de la Universidad de Vanderbilt, analizó este fenómeno en una entrevista exclusiva para FocosTV, y concluyó que el resultado del informe se vincula directamente con la mejora en la seguridad pública durante la gestión de Nayib Bukele.
“Los salvadoreños ven que tenían un sistema político que no resolvía el problema de seguridad. Ahora, un gobierno lo ha hecho, y finalmente perciben que la democracia está funcionando”, explicó.
Los datos respaldan esta afirmación: un 67% de los salvadoreños apoya la democracia como sistema de gobierno, y un 77% está satisfecho con su funcionamiento actual. Estas cifras son las más altas registradas desde 2004 en El Salvador.
Según Lupu, esta satisfacción de los salvadoreños responde a la confianza en el presidente Nayib Bukele, cuya aprobación alcanza el 77%, la más alta entre los mandatarios de la región. “Los salvadoreños tienen tanta confianza en todo lo que él haga, que cuando el presidente interviene en la Corte Suprema la confianza en esa institución comienza a subir, lo mismo pasa con la policía”, detalló.
Sin embargo, esta confianza tiene un costo. La ciudadanía parece dispuesta a tolerar la concentración de poder y la pérdida de la independencia institucional a cambio de resultados tangibles, explicó. El estudio muestra que un 41% justificaría la disolución de la Asamblea Legislativa en tiempos difíciles, y hasta un 58% apoyaría el cierre de la Corte Suprema, un máximo histórico incluso para El Salvador.
Aunque los salvadoreños perciben avances, los especialistas advierten que esta visión es peligrosa. “Desde una definición minimalista —elecciones libres y competitivas— El Salvador puede considerarse una democracia. Pero cuando incluimos elementos como separación de poderes, derechos civiles y libertad de prensa, vemos que hay una erosión evidente”, señaló Lupu.
El Barómetro también revela un cambio en las prioridades de los salvadoreños: el problema de la inseguridad ha sido desplazado por la preocupación económica. La confianza en que Bukele también resolverá esta crisis económica está ligada a su popularidad actual, pero Lupu advierte que este apoyo no es infinito. “El buen desempeño funciona hasta que deja de funcionar. En ese momento, la confianza empieza a desmoronarse”, aseguró.
🎙️ Mira la entrevista completa 👉