SIP: “Es una tragedia lo que ocurre en Nicaragua”
El presidente de la Comisión de Libertad de Prensa de la SIP, Carlos Jornet, advierte que gobiernos como el de El Salvador, México y Brasil son un ejemplo de que las agresiones a reporteros no son asuntos de ideologías.
Por Houston Castillo Vado
MANAGUA – Las elecciones en Nicaragua previstas para 7 de noviembre están “viciadas de nulidad y con un resultado poco creíble” si continúa torpedeándose el trabajo de los periodistas que intentan documentar el proceso, dijo a la Voz de América Carlos Jornet, de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
Jornet, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa de la SIP, hizo el comentario en medio del panorama que vive el periodismo en Nicaragua, donde cada vez más se silencian las voces críticas al presidente Daniel Ortega, que busca su tercer mandato consecutivo y donde “no se deja trabajar tanto al periodismo nacional como internacional” para reportar los comicios.
“Pedimos garantías para el periodismo, tanto durante la campaña electoral, como el proceso de escrutinio y consagración del nuevo gobierno”, expresó Jornet a la VOA.
Recientemente, varios reporteros denunciaron el bloqueo del acceso a instituciones públicas y poderes del Estado, como el Tribunal Electoral, para poder dar cobertura a la inscripción de candidatos a presidentes y vicepresidentes.
A esto se añadió este jueves la suspensión de la edición impresa del periódico La Prensa, el último diario de circulación nacional que quedaba en pie en Nicaragua y que quedó por ahora en digital tras la retención a su materia prima por parte del Gobierno.
El diario La Prensa publicó esta semana el informe «Amenazas, exilio, citatorias y negativas de información: el diario vivir de la prensa independiente en Nicaragua», en el que indica que «ante la escalada de agresiones y amenazas a la prensa independiente, a partir del mes de julio, medios de comunicación como La Prensa, Confidencial y otros medios digitales, han decidido suprimir la firma de los redactores de los artículos periodísticos».
La medida, indica el informe, que es «transitoria y de emergencia, tiene la finalidad de proteger la integridad de los periodistas amenazada a todos los niveles».
Journet comenta que el deterioro para ejercer el periodismo de cara a los comicios se comenzó a vislumbrar desde el año pasado, cuando se aprobaron una serie de leyes “que conducían a lo que se vive hoy”, como la Ley Especial de Ciberdelitos, la Ley de Agentes Extranjeros y la Ley de Soberanía, o Ley 1055.
“En mayo de este año se aceleró el proceso con una serie de medidas como allanamientos a medios de comunicación y la detención de líderes de la oposición”, subrayó el experto en temas de libertad de prensa.
Indicó que con todas las acciones contra los medios y periodistas se busca silenciar toda crítica o posibilidad de informar sobre “desmanes en el poder, acciones de violencia, de amenazas que se realizan del seno del gobierno y paramilitares que actúan con total impunidad”.
“El primer paso que dan los gobiernos autoritarios es limitar el trabajo de los periodistas al no haber libre difusión de las ideas, libre debate de las ideas, se coarta esa libertad de informarse y formar su propia opinión”, añadió.
No hay respuestas sobre papel retenido
El directivo de diario La Prensa Juan Lorenzo Holmann explicó en una conferencia de prensa el jueves que el periódico continuará informando en digital, pero no podrá llegar a todos los sectores debido a las limitaciones del servicio de internet que existe en el país.
Además expuso que las autoridades de la Dirección de Aduanas estaban conscientes de la situación que enfrentaban, sin embargo “no hubo ninguna respuesta de ellos” para liberar el papel que mantienen “secuestrado”.
“Tomamos la decisión, a no tener la materia prima, de cancelar la impresión de La Prensa. Hemos suspendido la impresión, pero eso no significa que no vamos a seguir insistiendo en que nuestro papel sea liberado”, dijo Holmann Chamorro.
Al cierre de este artículo, ni el gobierno de Nicaragua, ni las autoridades de la Aduana habían hecho declaraciones al respecto.
El gobierno de Daniel Ortega tilda a los periodistas críticos de «hurracas parlanchinas». La vicepresidenta y primera dama de Nicaragua, Rosario Murillo, ha criticado directamente a los periodistas y hasta ha celebrado que queden pocos en el país, según comentarios realizados el pasado mes de julio.
«Las urracas parlanchinas, todos los días inventan cualquier cosa para sembrar terror en la gente. Qué calidad humana la que muestran las chachalacas, las urracas parlanchinas, si no es una cosa es otra, pero siempre están queriendo instalar temor. Nuestro pueblo sabe cómo son de malignos, de hipócritas, de destructores, de criminales, de terroristas y terroristas de la comunicación también», señaló Murillo.
¿Es la prensa en Nicaragua como en Cuba y Venezuela?
Según Carlos Jornet, hay muchas similitudes de gobiernos “populistas” en su actuar con la prensa en Latinoamérica, como El Salvador, México, Brasil, Cuba y Venezuela.
“No hablo solo de gobiernos orientados a la izquierda que inician primero con la estigmatización y luego avanzan a medidas concretas, o una censura por medio de bloqueos a insumos”.
Y menciona el gobierno de Nayib Bukele, en El Salvador; de Andrés López Obrador, en México, y de Jair Bolsonaro en Brasil, son claros ejemplos que no se trata de una sola ideología.
“En estos casos no se llega a estos límites tan brutales de Nicaragua, pero si empiezas a criticar abiertamente a todo, aquel periodista que haga una denuncia contra el poder se abre paso a la violencia de otros sectores de la sociedad”, concluyó Jornet, quien menciona que la libertad de expresión “es la llave que permite la existencia y la continuación de otros derechos humanos que hoy están siendo pisoteados en Managua”.