Zamora: tratado de asilo con EE.UU. es un acuerdo de tercer país seguro

El exembajador de El Salvador en Washington y las Naciones Unidas, Rubén Zamora, aseguró que el documento firmado el 20 de septiembre por la canciller Alexandra Hill y el secretario de Seguridad Nacional en funciones de Estados Unidos, Kevin McAleenan; se trata de un acuerdo de “tercer país seguro” para migrantes, aunque el Gobierno de Nayib Bukele lo ha negado.

La figura del “tercer país seguro” se encuentra en la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados, firmada en 1951 en Ginebra, Suiza. Cuando una persona huye de su país y solicita refugio en otro, esta nación puede negarle el ingreso y enviarlo a un tercero donde se considera que puede recibir las mismas atenciones.

Una copia del documento firmado por la canciller Hill y el secretario McAleenan, obtenida por el periódico digital El Faro, indica que El Salvador estará obligado a recibir los solicitantes de refugio que Estados Unidos no deje ingresar a su territorio y no podrá removerlos a menos que el país norteamericano así lo indique.

“El Gobierno no quiere llamar a este acuerdo de tercer país (seguro), pero es un acuerdo de tercer país. Porque es ‘te mando a esta gente que le estoy tramitando su asilo, para que me lo tengás cuatro años y ahí me lo tratás’”, dijo Zamora en FOCOS.

Con este acuerdo, explicó, El Salvador recibirá a refugiados de diferentes partes del mundo, menos a salvadoreños, enviados por Estados Unidos. Permanecerán en el país mientras en la nación norteamericana se tramita su solicitud de refugio, un proceso que ahora puede tardar de dos a cuatro años.

“No es que si van a venir o no. Estados Unidos te los va a mandar. Lo único que no te puede mandar aquí son salvadoreños. Por eso es que se hace este tratado, este acuerdo, firmado por los ministros, donde se establece que El Salvador acepta que Estados Unidos le esté mandando toda esta gente, que pueden ser hondureños, guatemaltecos, mexicanos, de cualquier parte del mundo, los va a mandar para que se estén aquí, mientras el juez (estadounidense) dentro de tres, cuatro años, llegue al caso de ellos”, señaló.

El presidente Nayib Bukele viajó a Nueva York, la semana pasada, para asistir a la apertura del septuagésimo cuarto período de sesiones de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En su primer día de reuniones, el mandatario reconoció a periodistas salvadoreños que el país no tiene las condiciones para aceptar refugiados en este momento, pero aseguró que Estados Unidos se comprometió a apoyar con recursos económicos a El Salvador para que en un futuro tenga esa capacidad.

Zamora aseguró que el acuerdo no especifica que El Salvador recibirá ese respaldo y señaló que con este acuerdo, Donald Trump ha logrado que los países cercanos a su frontera sur – México, Guatemala, Honduras y ahora El Salvador – se conviertan en el muro antiinmigrante que prometió durante su campaña.

Rubén Zamora fue embajador de El Salvador en diferentes países, así como en Washington y las Naciones Unidas. / Elisa Hernández

ZAMORA CRITICA DISCURSO DE BUKELE

Zamora lanzó duras críticas al discurso del presidente Bukele en la Asamblea General de la ONU, al que calificó “como una clase de primer grado” sobre la utilización de redes sociales, impartida a una institución que ya hace uso de ellas. “Eso fue lo terrible del discurso del presidente», señaló.

Explicó que los discursos ante la ONU suelen girar en torno a la situación particular de cada país y los desafíos mundiales. El exembajador identificó al menos seis temas que preocupan a las naciones que se reunieron la semana pasada en Nueva York: una posible recesión económica mundial, disputas comerciales, la guerra en el Medio Oriente, el cambio climático, la crisis en Venezuela y el Brexit, como se le ha denominado a la salida del Reino Unido de la Unión Europea.

Ni la situación salvadoreña ni las preocupaciones mundiales aparecieron en el discurso de Bukele. El mandatario centró su discurso en las redes sociales como herramientas para conocer y atender las necesidades de la población. Bukele también calificó de obsoleta la forma en la que se desarrolla la Asamblea General y sugirió desarrollarla a través de videoconferencias.

“Por qué no enviamos un video de 15 minutos cada uno a una plataforma online de la Asamblea General, para que cada uno de los representantes de todos los países los pueda ver ‘on demand’, cuando le sea conveniente, y no tener que dejar de hacer las cosas importantes que requiere la atención en sus países”, dijo Bukele el jueves pasado.

Zamora señaló que esta “es una mala concepción” porque “la presencia de los gobernantes es lo que le da sentido a la Asamblea General”. Explicó que la Asamblea General se reúne durante todo el año con los representantes permanentes de cada país, pero la inauguración de ese periodo de sesiones es especial precisamente porque tiene la participación de los gobernantes.

Los discursos de cada mandatario, añadió el analista, permiten a la ONU identificar cuáles son los temas que preocupan a cada país, para trabajar en ellos. “La orientación política se capta de la Asamblea General, pero además (…) es la que hace las leyes que rigen a las Naciones Unidas, es el gran parlamento de las Naciones Unidas”, dijo. “Es no saber qué son las Naciones Unidas estar proponiendo esas cosas que parecen novedosas, pero que no tienen ningún sentido”.

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