Defendé tu libertad
Sin periodismo, ¿nos habríamos enterado de los millonarios saqueos que todos los gobiernos, sin importar su ideología o bandera, le han hecho a El Salvador? ¿Nos habríamos enterado de los pactos con criminales? ¿Nos habríamos enterado de la depredación ambiental, de las nefastas consecuencias de la minería, de que nos quedamos sin agua?
¿Cómo podemos defender nuestros derechos si ni siquiera sabemos que nos los están quitando?
¿Te imaginás vivir en un país donde no se puede cuestionar, donde no hay nadie quien investigue, donde no hay consecuencias cuando nos enteramos de que las leyes se rompen? Un país así estaría plagado de estatuas de presidentes corruptos.
Eso es lo que pasa cuando el periodismo desaparece.
El periodismo está para servir a la sociedad, a las comunidades; está para servir a la gente. Está para contar historias que importan, para investigar lo que todos los gobiernos nos quieren ocultar, para denunciar los abusos. Para que la gente tenga información real, no propaganda disfrazada de verdad. El periodismo no está para hacerle favores al poder.
El periodismo independiente es la última línea de defensa entre la verdad y las mentiras. Si el poder ya hace casi todo lo que quiere, ¿se imaginan lo que sería El Salvador si el periodismo no contara los múltiples casos de corrupciones, las increíbles historias de los funcionarios que se apropian de fondos públicos para convertirse en terratenientes o de los fracasos que nos intentan vender como éxitos?
Cuando el poder miente, el periodismo es nuestra única defensa.
Hoy en El Salvador el periodismo independiente resiste pese a estar otra vez bajo amenaza. El autoritarismo es alérgico a la rendición de cuentas. Por eso ataca a la prensa libre. Lo cual nos debe hacer reflexionar: temen porque tienen mucho que esconder.
Pero la amenaza viene también por la falta de financiamiento, por la necesidad real que tienen los medios de comunicación por mantenerse a flote para seguir haciendo periodismo. No es ningún secreto que el periodismo independiente en El Salvador -y en Centroamérica- ha enfrentado bloqueos para la obtención de recursos o persecuciones para quienes invierten en la libertad de prensa.
El apoyo de la sociedad, de fundaciones privadas, de la cooperación internacional es fundamental para el periodismo. La suspensión de la ayuda del gobierno de los Estados Unidos a los organismos que apoyan al periodismo afectará sin duda. Pero también significa una enorme oportunidad.
Porque sabemos que la supervivencia pasa por la unión. Por reconocer que, más allá de las marcas, de los nombres, de los medios, está lo que verdaderamente importa del periodismo: que sirva a su gente. Si dejamos que callen al periodismo hoy, mañana nadie contará lo que nos pasa, quien denuncie las injusticias, quien descubra lo que quieren mantener oculto.
Por eso decidimos juntarnos. Unir capacidades. Resistir. Junto a nuestras comunidades, junto a nuestras audiencias, con toda esa gente que sabe que se pierde más sin periodismo.
La defensa del periodismo independiente comienza ahora. Apoyar al periodismo es apoyar tu derecho a saber. Porque la libertad no se defiende sola.