
Hermano de Bukele ofreció a EE.UU. rebaja en el CECOT a cambio de cabecillas de la MS-13

El hermano de Nayib, Ibrajim Bukele, negoció con la administración Trump el uso del CECOT y ofreció una rebaja del 50 % en el costo que pagará Estados Unidos por albergar a los deportados, a cambio de recibir a nueve jefes pandilleros deportados desde EE.UU., según correos electrónicos revelados por CNN.

El hermano del presidente Nayib Bukele, Ibrajim Bukele, negoció con funcionarios de la administración de Donald Trump un descuento del 50 % en el costo por encarcelar a migrantes en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), a cambio del envío de los nueve cabecillas de la MS-13 que siguen presos en Estados Unidos.
Así lo reveló una investigación de CNN, que expone correos electrónicos intercambiados entre Ibrajim Bukele y Michael Needham, jefe de gabinete del secretario de Estado Marco Rubio, en los que negociaron el uso de la megacárcel salvadoreña por parte de las autoridades estadounidenses.
Los correos muestran que Ibrajim Bukele aceptó, en nombre del Gobierno de El Salvador, recibir en marzo a unos 300 presuntos miembros del Tren de Aragua, una organización criminal venezolana que Trump ha calificado como terrorista. Como parte del acuerdo, el hermano de Bukele solicitó que también fueran enviados dos supuestos jefes de la MS-13 detenidos en EE.UU.
Según los mensajes, Ibrajim ofreció una reducción del 50% en la tarifa por cada migrante detenido en CECOT a partir del segundo año del convenio, si se concretaba la deportación de los nueve pandilleros salvadoreños requeridos por su gobierno.
“Una vez que los nueve hayan sido retornados, El Salvador ofrecerá al gobierno de EE.UU. un descuento del 50% para el segundo año, si es necesario, de los TdA originales”, dijo Ibrajim Bukele, según se lee en uno de los correos citados por CNN.
La investigación indica que la cifra inicial de migrantes negociada por Estados Unidos era de hasta 500 presuntos miembros del Tren de Aragua, con un pago único de $10 millones, unos $20,000 por persona. A cambio, el Gobierno de Bukele recibiría fondos directos de asistencia internacional y el aval de EE.UU. para su política de seguridad.
El acuerdo, según un funcionario estadounidense citado por CNN, fue presentado como una “cooperación amistosa y no vinculante”, pero desembocó en al menos un vuelo en marzo de 2025, en el que se deportaron 238 venezolanos a El Salvador, violando el debido proceso y desencadenando una crisis constitucional en los Estados Unidos.
Según CNN, un alto funcionario estadounidense confirmó que la deportación de miembros de la MS-13, especialmente de sus cabecillas, era una prioridad para Bukele; y que la administración Trump accedió.
En el primer envío de deportados de Estados Unidos al CECOT, el gobierno de Estados Unidos incluyó a César Humberto López Larios, alias “Greñas de Stoner”, uno de los nueve máximos líderes de las pandillas capturados por las autoridades estadounidenses.
El pacto con la MS-13
La administración Bukele ha sido señalada por investigaciones periodísticas y judiciales —tanto en El Salvador como en Estados Unidos— por haber negociado con la MS-13 y el Barrio 18 reducciones de homicidios a cambio de beneficios carcelarios y territoriales.
Los 13 miembros de la Ranfla Nacional de la MS-13 fueron acusados por primera vez en Estados Unidos de “conspiración para proveer, y ocultar, apoyo material y recursos a terroristas; conspiración para cometer actos de terrorismo que van más allá de las fronteras nacionales; conspiración para proveer fondos con fines de terrorismo y conspiración con fines de narcoterrorismo”.
En esta acusación, la justicia estadounidense también confirmó que la Mara Salvatrucha había negociado con los gobiernos salvadoreños desde 2012 para obtener beneficios carcelarios.
Las negociaciones entre la MS-13 y el gobierno de Bukele se mantuvieron durante al menos 33 meses, según reveló una investigación de Focos y la Redacción Regional, que documentó cómo miembros de la MS-13 recluidos en el penal de máxima seguridad de Zacatecoluca, conocido como Zacatraz, salieron al menos 749 veces a centros de atención médica.
A pesar de las sanciones impuestas por el Departamento del Tesoro a funcionarios del gobierno salvadoreño por negociar con pandillas, la administración Trump mantiene una relación cercana con Bukele y respalda su política de seguridad como modelo regional.
Trump ha elogiado abiertamente al presidente salvadoreño diciendo a la prensa en una reunión en la Casa Blanca que “está haciendo un trabajo fantástico”. “Ha sido increíble”, dijo Trump. “Tienen a gente muy mala en esa cárcel”, agregó, en referencia al CECOT.
Mientras, el Gobierno salvadoreño ha recibido $4.76 millones en fondos estadounidenses para costear la detención de los migrantes enviados al país. Estados Unidos aprobó $15 millones en fondos de asuntos exteriores, pero no se han entregado el resto de fondos debido a que es una compensación por cada persona encarcelada.
Más cárceles
En la cadena de correos, Ibrajim Bukele también calificó los términos del acuerdo como “razonables” y pidió detalles sobre los requisitos para los reos que serían deportados. El alto funcionario estadounidense respondió que los “requisitos básicos no difieren de los que El Salvador ya aplica para el tratamiento de presos, y que ambos cumplen con normas legales internacionales”.
Aunque pidió que el acuerdo se limitara a 500 miembros del Tren de Aragua, Needham añadió que Estados Unidos “quiere dejar abierta la puerta para una discusión futura sobre cómo el gobierno de EE.UU. puede ayudar a El Salvador con una nueva instalación carcelaria”.
Esto fue expuesto por el mismo Trump en la Oficina Oval, cuando el presidente estadounidense instó a Bukele a construir más megacárceles como el CECOT, y sugirió que los deportados también podrían incluir ciudadanos estadounidenses “con historial de violencia”.