Remesas y COVID19: la doble crisis de la familia salvadoreña
Más allá de números y dato económicos, detrás de la disminución de remesas que sufre el país, que cayeron en un 40% en abril de 2020 con respecto a lo recibido en 2019, existen historias de personas que se debaten entre cómo sobrevivir en su país de acogida y el dilema de no poder enviar dinero a sus familias en El Salvador. ´
Las cifras en blanco y negro demuestran que la crisis económica global generada por la pandemia de COVID19, golpearían los ingresos de los hogares que reciben remesas en el país. Según el PNUD, cerca de 164 mil hogares, cuya tercera parte de su presupuesto mensual proviene de remesas, podrían verse afectados y caer en algún grado de pobreza multidimensional. Paralelamente, la disminución de dinero en manos de los salvadoreños afectaría los ingresos corrientes netos del Estado, toda vez que el 95% de las remesas ingresa a la economía nacional a través del consumo de bienes y servicios, que se verían reducidos en esta crisis.
Detrás de esto están las historias de personas como “Marta”, “Sonia” y “José”, nombres ficticios a petición de ellos, quienes solicitaron el anonimato al momento de compartir con Focos su visión sobre la reducción del envío de remesas y cómo les afecta directamente a ellos.