Bukele revive la minería en El Salvador y defensores advierten “daños irreversibles”

El Gobierno de Nayib Bukele ha decidido reactivar la minería metálica en El Salvador sin consultar a la población ni presentar estudios ambientales. A pesar de sus promesas de riqueza y restauración ambiental, activistas y defensores ambientales advierten sobre los graves impactos que esta decisión tendría en el país. En esta entrevista, tres expertos cuestionan la viabilidad de la minería en El Salvador, alertando sobre la contaminación del agua, el aire y los suelos, y el riesgo de criminalización de los defensores ambientales.

Sin consultarle a la población ni hacer público ningún estudio, el gobierno de Nayib Bukele ha decido reinstalar la minería metálica en El Salvador. Según dice, sin ningún sustento más que su palabra, en el subsuelo salvadoreño hay metales y minerales que valen $3 millones de millones, y que con las ganancias de la minería, en lugar de contaminar, limpiarán los ríos y lagos ya contaminados. 

Tres defensores ambientales y activistas sociales le corrigen la página. Conversamos con el padre José María Tojeira, quien con su trabajo desde la iglesia impulsó la ley que prohibió la minería; Vidalina Morales, una de las principales defensoras ambientales y lideresa de Santa Marta; y Luis González, representante de la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica,, para determinar los efectos que la derogación de la Ley de Prohibición de la Minería Metálica tendría en el país. 

“Más allá de la cantidad de oro, más allá de qué metales puede haber, lo más importante es la consideración ambiental. Lo que hemos señalado es que esos metales y minerales, con las condiciones ecosistémicas que tiene El Salvador, no se deben explotar porque el beneficio que generarían no compensa en nada el daño”, apunta González en esta entrevista con Focos. 

El sacerdote jesuita, en tanto, señala que “la minería metálica en el país es una amenaza para la vida, una amenaza para el medioambiente y una amenaza para las comunidades”; por lo que “la iglesia ve inmoral el que un pequeño grupo de gente del exterior, extranjeros, se enriquezcan con recursos del país, dañando a la población de un modo muy fuerte y muy riesgoso”.

Los tres activistas son tajantes en decir que la minería no es viable en el país y que lo único que va a generar la explotación de metales y minerales será la contaminación del aire, del agua y del suelo, y el desplazamiento de poblaciones y fauna. 

Para los defensores ambientales, los efectos de la reactivación de la minería ya son tangibles. Vidalina Morales denuncia que la captura de los ambientalistas de Santa Marta, Cabañas, está relacionada con los planes que Bukele ha anunciado. 

“Sin duda se agudizaría la criminalización, y esto lo hemos denunciado con las capturas de los compañeros que han estado frente a la resistencia antiminera y son parte del andamiaje de lucha social contra el extractivismo en defensa de los bienes comunes como el agua. Tenemos grandes temores”, expone la defensora ambiental. 

Sin embargo, Bukele reiteró el 5 de diciembre que derogará la ley que prohíbe la minería y tildó de “ecologistas fanáticos” a los defensores ambientales que se oponen a esta política. 

Mirá la entrevista completa aquí: 

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