Comunidad internacional sigue preocupada por penalización del aborto
La comunidad internacional continúa preocupada por la penalización del aborto en El Salvador.
El 4 de noviembre, Estados miembro de las Naciones Unidas instaron al país a descriminalizar la interrupción del embarazo.
Además, esta semana, 5 legisladoras estadounidenses visitaron El Salvador para conocer las consecuencias de encarcelar a mujeres por haber sufrido abortos espontáneos.
Con su visita, las legisladoras buscan insumos para evitar que Estados Unidos continúe mostrando hostilidad hacia los derechos reproductivos de las mujeres.
Desde 1998, El Salvador castiga el aborto sin excepción, aunque el embarazo ponga en riesgo a la madre. Pero las leyes no siempre fueron así.
Antes de ese año, el Código Penal permitía interrumpir el embarazo de forma voluntaria si era producto de una violación o estupro, si la vida de la madre estaba en riesgo o si el bebé no podía sobrevivir fuera del útero.
La restricción total ha dado pie para que muchas mujeres que pierden a sus bebés en emergencias obstétricas, por lo general en partos extrahospitalarios, sean denunciadas por aborto, un delito que luego la Fiscalía suele cambiar por homicidio agravado, que se paga con 30 a 50 años de cárcel. Las mujeres pobres son las principales víctimas, pues no pueden pagarse un abogado particular y quedan a merced de la deficiente defensa pública.
De esta manera, El Salvador se ha convertido en un ejemplo de lo que no se debe hacer. Así lo planteó una delegación de 5 legisladoras estadounidenses, que visitó el país del 12 al 15 de noviembre.
Women’s Equality Center y State Innovation Exchange organizaron la visita porque ven en El Salvador similitudes a lo que sucede en Estados Unidos, donde se está migrando hacia leyes más restrictivas.
Precisamente la delegación incluyó legisladoras de los estados donde se han endurecido las leyes en torno al aborto. En esta visita participaron Merika Coleman, de Alabama; Stephanie Howse, de Ohio; Cindy Polo, de Florida; Raquel Terán, de Arizona; y la senadora de Georgia, Nikema Williams.
Alabama es el estado que aprobó la ley más restrictiva, muy similar a la salvadoreña, aseguraron. La única diferencia es que en Alabama se permite interrumpir el embarazo cuando pone en riesgo la vida de la mujer.
Las legisladoras se reunieron con activistas, visitaron el hospital de maternidad y a mujeres que siguen en la cárcel por haber perdido a sus bebés en emergencias obstétricas. También |se reunieron con las que ya fueron liberadas.
Las legisladoras aseguraron que la visita no solo servirá de insumo para evitar que las leyes antiaborto se propaguen por Estados Unidos, también será una manera de poner en la palestra la situación en El Salvador.
A principios de este mes, El Salvador se sometió al Examen Periódico Universal, una evaluación de la ONU sobre el estado de los derechos humanos en el país. Durante ese proceso, al menos 10 naciones, entre ellas Francia, Alemania, México y Colombia, instaron al país a despenalizar el aborto.