¿Debe El Salvador promover el desarme de su sociedad?
Un estudio presentado esta semana por Fespad revela la conexión directa entre la permisiva tenencia de armas en El Salvador y los altos índices de violencia.
En El Salvador circulan más de 149 mil armas de fuego en manos de personas particulares, es decir, hay más de 2 mil armas por cada 100 mil salvadoreños.
Hoy en FOCOS analizamos por qué El Salvador debería discutir la posibilidad de un desarme de su sociedad y promover cuerpos de seguridad eficaces.
Casi el 80 % de los homicidios en El Salvador se cometen con armas de fuego, pero aplicar mayores controles a su tenencia todavía no forma parte de la discusión sobre la seguridad pública del país.
Esta semana, la Fundación para la Aplicación del Derecho – Fespad – presentó un estudio sobre el impacto de las armas pequeñas y ligeras en la seguridad ciudadana del Triángulo Norte de Centroamérica.
En el caso de El Salvador, la investigación detalla que hasta septiembre de este año habían 149 mil 30 armas de fuego en manos de particulares, sin incluir a policías y soldados, quienes llevan un registro aparte.
La cantidad de armas en circulación y leyes permisivas para su uso tienen una conexión directa con la criminalidad, aseguró a FOCOS Héctor Carrillo, de Fespad, autor del capítulo salvadoreño de este estudio regional.
Los datos oficiales recabados para el estudio señalan que el 47.23 por ciento de las armas involucradas en delitos tenían un registro.
Esto demuestra que las leyes no son estrictas para determinar la idoneidad de las personas que reciben licencias para portar armas.
Fespad incluso encontró vacíos legales en los controles que se ejercen sobre las operaciones de las empresas de seguridad privada.
Fespad advirtió que en El Salvador es inevitable incluir el rol de las armas de fuego en la discusión sobre su crisis de seguridad pública, incluso no descartar la posibilidad de un desarme.
Los Estados, afirmó, necesitan hacer un análisis de riesgo y poner en perspectiva la premisa que un arma de fuego hace sentir más seguro al ciudadano.
El estudio realizado por Fespad contó con el apoyo de la Fundación Red de Sobrevivientes y Personas con Discapacidad y de la oenegé sueca IM Swedish Development Partner.
La investigación forma parte del proyecto Humanium Metal, ejecutado en El Salvador por Fespad, que busca prevenir la violencia y reducir la circulación de armas en el país.