García Saade: “Mucha gente de la oligarquía ahora está haciendo negocios con Nuevas Ideas”

En otros tiempos, que un presidente de ARENA reconociera distanciamientos con la ANEP, Fusades o la clase empresarial del país era hasta impensable. En tiempos de Bukele, la política del país ha cambiado y el partido tricolor se sabe huérfano de aquellos aliados de siempre de cara a la contienda de 2024. Ahora centra sus esperanzas en una ‘renovación’ que incluye a un desconocido Joel Sánchez como candidato presidencial.

Por Saúl Hernández

El partido ARENA entra a la carrera electoral de 2024 con los motores a medio vapor y reconociendo que tiene una carrera cuesta arriba. De hecho, el principal rival a vencer, a juzgar por las palabras de su principal dirigente, es el mismo partido. Asegura que ahora hay un partido renovado y en su proceso de cambio incluye la fuga de aquellos grandes empresarios y familias poderosas del país que ya no están más con ARENA, porque han encontrado un nuevo partido y una nueva casta política con la cual trabajar: Nuevas Ideas y el gobierno Bukele.

Dicho del actual presidente de ARENA, el partido creado, financiado y hasta dirigido por los grandes empresarios del país (a inicios del nuevo siglo, como máximos dirigentes desfilaron Archie Baldocchie, Ricardo Poma, Roberto Murray Meza…), esta confesión redimensiona el impacto de la agenda Bukele en el tablero político salvadoreño.

Pero sus autoridades también son conscientes de que ARENA ha sufrido dos golpes anímicos de los que le ha costado reponerse. Primero fue la derrota electoral de 2019, que representó el tercer intento fallido en secuencia por recuperar la Presidencia que perdió en 2009, a manos del FMLN. Luego vino la derrota legislativa de 2021, que le significó la peor derrota electoral de su historia democrática: pasó de ganar 37 escaños en 2018 a solo 14 en 2021. En alcaldías, en la antepenúltima elección ganó 139, mientras que en la última solo logró 35 comunas. 

La cuenta regresiva para las elecciones generales de 2024 ha comenzado, en un ambiente hostil en el mapa de simpatías electorales. Sus dirigentes, sin embargo, aseguran que están corrigiendo los errores. 

“El partido pasó un año dormido y ha costado encenderlo, ha costado despertarlo. No te voy a mentir, después de las elecciones de 2021, el partido quedó prácticamente dormido, no diré muerto, porque jamás hemos estado muertos, sino que siempre hemos estado vivos, solo un poco dormidos”, reconoce su presidente Carlos García Saade en esta entrevista con Focos. 

“Fue una derrota tan grande que no supimos administrarla en su momento, y todos nos quedamos esperando para saber qué pasaba. Nos quedamos esperando, las estructuras necesitaban una línea cercana del COENA”, añade. 

García Saade cree que esta derrota no significó la muerte del partido, pero sí un desafío cuesta arriba para volver a activar el trabajo político de la estructura, que es hoy, su principal reto. “Yo te voy a decir, ha costado despertarlo, pero nuestra gente está respondiendo, cada día son más y más personas dispuestas a trabajar y volver a luchar para volver a obtener un triunfo nacionalista en 2024.”

Pero no termina ahí, ARENA no solo debe de activar el trabajo de sus estructuras a nivel nacional, sino también encantar a un votante que apenas le otorga un 3,3% de intención de voto, según la encuesta de 4 años de gestión del presidente Bukele realizada por la Universidad Francisco Gavidia el pasado mes de junio.

El factor Joel Sánchez

La solución está en la renovación, asegura el presidente del partido de derechas. Y apunta a su candidato presidencial: Joel Humberto Sánchez, un actor hasta ahora desconocido en la política nacional. Un salvadoreño radicado en la ciudad de Houston, Texas. Que a sus largos 55 años, busca conectar con el perfil de las bases del partido conservador.

Sánchez, quien asegura ser un opositor a la despenalización del aborto y defender a la familia y la patria, espera que su proyección permita conectar con un amplio electorado de valores tradicionales, pero que ARENA ha sido incapaz de capitalizar en los últimos años.

El presidente del COENA intenta justificar su apuesta para lograr ese objetivo. “Las estructuras del partido, a las que antes no se les escuchaba son las que han exigido una renovación. Si no hubiéramos entrado a la crisis de 2021 no estaríamos haciendo los cambios que estamos haciendo. Sino nos estuviéramos renovando no llevaríamos a un candidato como Joel”. La reciente encuesta de la Corporación Latino barómetro revela que, en El Salvador, 6 de cada 10 salvadoreños consideran que los partidos políticos no funcionan bien. Ante la pregunta sobre cómo pretende ARENA revertir esta percepción hacia ellos, su dirigencia asegura que su estrategia será redefinir la relación con las comunidades.  “Escuchar las exigencias de las personas, de los más olvidados del Gobierno. Lo que nos hacía falta es estar en redes sociales, movernos más. No vamos a ser el partido electorero en el que nos habían convertido ciertas personas”, dice García Saade.

“No me fue difícil encontrar e identificar los valores que ARENA representa”

Distanciado de los procesos internos del pasado, con candidatos provenientes de los cuadros de partido, o de la clase empresarial que ha sido eterna aliada del partido, la actual dirigencia optó por una candidatura emergente propuesta por grupos de la sociedad civil. El partido de derechas apuesta por la figura de Joel Humberto Sánchez como su carta de renovación. 

Sánchez, hasta ahora un desconocido en la política partidista, participará junto a Manuel Flores (FMLN) y Luis Parada (Nuestro Tiempo-Sumar) en una contienda donde el favorito es el presidente Nayib Bukele, que va a una reelección pese a que la Constitución salvadoreña se lo prohíbe.

“Siendo yo una persona con muchos valores familiares, mis propios valores religiosos, provida, que creo en el derecho a la ley la constitución, no me fue difícil encontrar e identificar los valores que ARENA representa”, reconoce el candidato, que intenta desmarcarse de la división que generó su incorporación partidaria en los grupos de la sociedad civil que lo apoyaban.

ARENA, no solo se enfrentará a los otros candidatos en el estanque de los descontentos o inconformes, sino a una campaña electoral en la que, tal como su mismo presidente reconoce, ha perdido el apoyo de prominentes familias que en el pasado fueron el sostén de dicho instituto político. “Es falso que ARENA sea el partido de los oligarcas”, y dice que apostarán por volver a sus orígenes en el campesinado y los agricultores, ahí está la renovación del partido, asegura.

La ARENA de 2023 quiere despojarse de su identidad de clase

Luego de ser el partido que llevó en sus entrañas la representación de la empresa privada o de los grupos empresariales y familiares más poderosos en El Salvador, ARENA pretende ahora tomar distancia y asegura en esta entrevista que es falso ese señalamiento que los perfila como un partido “de oligarcas”.

“Siempre han dicho que ARENA ha sido el partido de los oligarcas, falso. Arena nació siendo el partido de los salvadoreños, de los campesinos, de los agricultores. En un momento lastimosamente el partido sí comenzó a representar intereses muy personales de unos empresarios, pero gracias a Dios las personas que hicieron cambiar el partido, ya se fueron, ahorita nosotros como ARENA y COENA estamos enfocados en representar a todos los salvadoreños.”

Pero al ser cuestionado con datos sobre sus fuentes de financiamiento, el presidente del COENA asegura no tener el dato a la mano, pero confirma que, a la fecha, prominentes familias como Cristiani, Calleja y Kriete han dejado de aportar financieramente al partido. “Quienes financiamos al partido somos nosotros, y nuestros funcionarios”, asegura.

La salida de estos financistas pone en evidencia un desafío adicional: el financiamiento electoral. Su candidato señala que la campaña está siendo financiada por sus amigos, los cuales “no entregan saquitos o bolsas de dinero”, sino a través de especies lo cual le ha permitido, incluso, desarrollar una gira electoral en el exterior. 

Ante la pregunta si no es contraproducente menospreciar el ingreso proveniente de los empresarios tradicionales su dirigencia asegura que no, y apunta con crítica.

“De la oligarquía ahora hay mucha gente que está con Nuevas Ideas allá están haciendo los negocios. Nosotros nos renovamos y aquí estamos para representar a los salvadoreños”.

Vea la entrevista completa en nuestro canal de Youtube.

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