Un desconocido FMLN arranca la campaña donde se juega su existencia
El FMLN que llenaba estadios o avenidas enteras ha desaparecido. Ahora arranca su carrera presidencial con un mitin pequeño que no logró llenar ni una calle completa, frente al histórico “1316”. En su lanzamiento de campaña, a Manuel ‘El Chino’ Flores lo acompañaron unos 400 militantes que reconocen la crisis del partido, al tiempo que se dicen en resistencia ante la crisis democrática de El Salvador y el reto de enfrentar al candidato-presidente Nayib Bukele y a todo su aparataje propagandístico.
A las 10 de la mañana del 15 de octubre, un puñado de gente arropaba de rojo y blanco menos de 100 metros de la 27 calle poniente, donde está ubicada la sede central del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), conocida como el 1316 por su número de casa. Dentro, los tambores de una pequeña batucada anunciaban que la fórmula presidencial estaba por salir. La comitiva que encabezaron Óscar Ortiz, secretario general del partido; Manuel “el Chino” Flores, candidato presidencial; y su compañero de fórmula, Werner Marroquín, atravesó sin dificultad ese músculo raquítico de fieles militantes y candidatos que llegaron de diferentes partes del país para celebrar el inicio de la campaña presidencial, los 43 años de fundación de la otrora guerrilla y el cumpleaños de su presidencial.
“Esta mañana se ha reunido la familia del Frente, los aliados, los amigos y todos los que están preparados para votar el 4 de febrero por el FMLN, por el Chino Flores y por Werner Marroquín”, dijo el candidato Flores frente a unas 400 personas. “La dignidad del pueblo no se compra con luces”, agregó entre aplausos.
Lejos de las multitudinarias concentraciones de antaño que eran capaces de cerrar alamedas enteras o topar estadios completos, la del domingo fue un reflejo de los resultados electorales que el FMLN ha ido coleccionando desde las presidenciales de 2014. Para las elecciones del próximo año, el Frente se juega su futuro. Luego de que Nuevas Ideas y sus aliados cambiaron las reglas del juego al reducir diputados y reorganizar los municipios, por primera vez el partido que ostentó la Presidencia de la República por 10 años y se convirtió en la primera fuerza política en el Legislativo puede desaparecer como instituto político inscrito.
Además de los comicios presidenciales, en febrero de 2024 El Salvador también elegirá a los nuevos diputados de la Asamblea Legislativa. Los partidos políticos necesitan obtener al menos 50,000 votos en estos comicios para evitar perder su personería jurídica. La última encuesta del centro de opinión de la Universidad Francisco Gavidia (UFG) posiciona al FMLN en un lejano cuarto, con el 2.8 %, lugar respecto a Nuevas Ideas que lidera con el 68.4 % en los sondeos presidenciales. Mientras que para las legislativas la encuesta augura que el FMLN sobrevivirá con un diputado.
Los asistentes lo saben. Y saben que tiene un reto con la balanza inclinada. Pero ahora las pocas vuvuzelas que hay dan alaridos de fiesta, mientras en la tarima comienza a sonar una canción grabada con ritmo ska que le compusieron a El Chino Flores para su campaña. “Ahí viene El Chino Flores. Se vienen tiempos mejores y solo por él hay que votar”, cantaba una voz aguda acompañada de una guitarra al ritmo “2 tone” de fondo.
Entre el público estaba Jaime Toro Ocho, un veterano militante que ha estado involucrado con las fuerzas insurgentes desde el 68 con Andes 21 de Junio y que todavía carga el discurso revolucionario en su saliva. Toro Ocho sabe de la debacle de su partido y del reto que tienen. “Nosotros tenemos cinco escuelas (de formación política) activas en donde en los dos periodos del FMLN aquello pasaba lleno estrictamente. Hoy ha bajado mucho, pero esa es una de las misiones: rescatar esta juventud”, dijo. Entre la concentración, hay caras jóvenes, hay niños y niñas, pero son pocos entre la marea de excombatientes y candidatos a puestos de elección popular.
Luego de saludar y tomarse fotos con cuanto militante se le cruzó, la comitiva del candidato presidencial llegó a la tarima en cuestión de 13 minutos. En la primera plana del escenario, los acompañaron algunos de los principales contendientes de los comicios del próximo año: Simón Paz, candidato a alcalde de San Salvador Centro; Anabel Belloso, Karina Sosa, Dina Argueta y Marleni Funes, candidatas a diputadas; y, atrás de ellos, parte del actual consejo nacional y de la comisión política del partido. Abajo de la tarima, un hombre coreó el nombre del candidato sin mucho eco.
Para el lanzamiento de esta campaña presidencial, gran parte de la antigua dirigencia efemelenista estuvo ausente. Personajes históricos como Medardo González, Lorena Peña, José Luis Merino o Norma Guevara faltaron al inicio de la campaña presidencial de su partido. El Frente está contra la pared. Para intentar hacer cambiar la percepción sobre Bukele necesita hablar de la lucha anticorrupción, por ejemplo, mientras sus dos expresidentes han sido incluidos en la Lista de Engel de actores corruptos; y algunos de sus exdirigentes y exfuncionarios están detenidos o enfrentan persecuciones penales por corrupción.
Por lo pronto, sus voceros buscan irse por la tangente: “Somos el único partido, el principal partido, que ha aportado los más importantes cambios y transformaciones a El Salvador. No hay otra fuerza política. Pueden decir lo que quieran pero la historia ahí está”, dijo Óscar Ortiz, quien además fue vicepresidente de 2014 a 2019, celebrando el aniversario del FMLN. “Aquí estamos en una importante representación de personas valientes que no se arrodillan, que hemos vencido y vamos a seguir venciendo el miedo, que no importan las amenazas, que no importa la campaña de terror, que no importa la campaña de odio, que no importa la campaña de mentiras, que no importa que cada vez quieran presentar a este proyecto como un proyecto que ya no significa todo aquello que hemos logrado junto al pueblo salvadoreño”.
En otros tiempos, otros con mayor bonanza política, jamás se habría visto que en un mitin del Frente hiciera falta la pista del himno del partido. En el arranque de la campaña en la que además de no desaparecer también buscan impedir la elección inconstitucional de Bukele, pasó. No la tenían. Salvó el impasse un dirigente con una improvisación: “Vamos a cantarla a capela”, dijo. Y a capela inauguraron su campaña, alzando los puños izquierdos y cantando a todo pulmón: “Revolución o muerte venceremos”.
Los discursos de la fórmula presidencial fueron un contraste de tonos. Mientras el candidato a la vicepresidencia Werner Marroquín, parte de la diáspora de Los Ángeles, Estado Unidos, que viene del movimiento sindical y ha formado parte del apoyo del FMLN en el exterior, envalentonó a los efemelenistas como un comandante a sus tropas; Flores bromeó con las promesas incumplicadas del Gobierno de Nayib Bukele.
“Decía que el Frente ya no existía y esto qué es entonces, señores de Nuevas Ideas”, comenzó su arenga frente a un puñado de no más de 400 personas. “Cada día que me levanto le doy gracias a Dios, así como este día al Dios de la vida, a nuestro padre celestial que nos ha permitido estar reunidos. Cada vez que me levanto y veo al cielo, después de darle gracias a él, quiero ver el satélite Cuscatlán y no lo veo. Solo son mentiras”, continuó entre risas y aplausos.
Hasta el momento, el FMLN solo ha lanzado dos propuestas en concreto: el medio pasaje estudiantil y el plan cero hambre. Pero su plataforma de gobierno descansará bajo siete pilares: economía, desarrollo social, seguridad ciudadana, estado de Derecho, medio ambiente y cambio climático, nación salvadoreña en el exterior y política exterior. “Siete elementos de los cuales se van desprender más de 200 políticas”, aseguró Flores.
El pequeño mitin terminó con la partida del pastel y los asistentes cantando feliz cumpleaños a su candidato que aseguran será el próximo presidente. Esta vez no hubo venta de sopa de patas para financiar su campaña, pero los asistentes comieron pastel.
«Lo voy a enfrentar»
Manuel “el Chino” Flores tiene claro que su partido no interpondrá otros escritos para intentar evitar la candidatura inconstitucional de Bukele. “Yo lo voy a enfrentar, otros lo van a juzgar”, dijo el domingo. Según deja entrever Flores, no tiene caso. “De los procesos que le han puesto ninguno prospera”, agregó mientras saludaba y se tomaba fotos con sus simpatizantes.
En agosto, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) declaró inadmisible un recurso que un grupo de abogados interpusieron para evitar la candidatura de Bukele. La mayoría de los magistrados del ente colegiado han declarado en público que están obligados a cumplir la resolución de la Sala ilegítima que avaló la reelección porque temen represalias penales si no lo hacen.
Estas elecciones presidenciales no tienen parangón en la vida democrática pos Acuerdo de Paz. Es la primera vez que un candidato-presidente tiene bajo control todas las instituciones del Estado y se ha saltado cuantas reglas ha querido para perpetuarse en el poder. Nuevas Ideas, el partido oficialista que controlan los Bukele, lo resumió así: “Vamos por todo”.
A pesar de que, al menos siete artículos prohíben la reelección presidencial, en septiembre de 2021, los magistrados ilegítimos de la Sala de lo Constitucional comentaron que la reelección sí era posible.
De ahí se agarra el oficialismo para una candidatura que se lucra de toda la maquinaria y la propaganda estatal para promocionar su administración y pedir continuismo a la población. Incluso ha echado mano de sus medios de comunicación, como Noticiero El Salvador y Diario El Salvador, para atacar a sus contrincantes políticos y promocionar su figura.
Un FMLN que anhela salir de su crisis
El caudal de votantes del FMLN ha caído desde que Sánchez Cerén ganó en 2014. De los 1.5 millones que cosecharon en aquella ocasión; en 2019 solo obtuvieron 389,289 para quedar en tercer lugar; y en las legislativas de 2021 solo ganaron 173,205 votos para hacerse de cuatro curules.
“No niego que el FMLN esté en una gran crisis, pero estamos saliendo de ella. Hoy estamos los que realmente somos, no los que andan detrás de unos centavos. Vamos a una batalla para lograr una derrota del régimen”, aseguró el domingo Carlos “el Diablito” Ruiz, uno de los pocos excomandantes que aún tienen voz y voto en la máxima dirigencia partidaria.
Las palabras de los miembros del FMLN suenan esperanzadoras y apelan a que el electorado haya notado los señalamientos de corrupción que ha recibido el Gobierno de Bukele. “Creo que hemos transitado momentos bien difíciles. Venimos de un momento en el que casi el 90 y tanto por ciento de la población ha creído en una propuesta gubernamental, pero que en la medida en la que avanza este Gobierno la población se ha venido desencantando”, apuntó la diputada Dina Argueta, quien busca la reelección de su cargo.
Para la diputada Anabel Belloso, el escenario que vivieron en 2019 y 2021 no se asemeja al reto que ahora enfrentan. La legisladora apeló al sentir que la población le ha hecho llegar en los territorios y no a los sondeos de opinión que los dejan con menos del 5 % de simpatía. “El escenario 2019-2021 ya no es lo que hoy tenemos, hay un cambio. Eso lo medimos de mejor forma cuando andamos en el territorio”, sostuvo. Belloso aseguró está saliendo del discurso oficialista y se acerca a expresar sus quejas sobre problemáticas económicas y de asistencia social.
A pesar de que los números marcan una ruta, el FMLN argumenta que van a sobrevivir a lo que podrían ser sus últimas elecciones como instituto político. “El partido no va a desaparecer. Lo pueden desaparecer jurídicamente y eso lo puede hacer este sistema tal y como está. Pero el FMLN va a desaparecer hasta que el último hombre y la última mujer en este país deje de creer en este proyecto”, se esperanzó la diputada Argueta.
“Vamos a crecer. No a lo que quisiéramos pero vamos a crecer”, acotó el candidato a alcalde San Salvador Este, Cayetano Cruz.