La crisis del café, ¿una tormenta perfecta?

El 1 de octubre inició el ejercicio cafetalero 2019 – 2020 en El Salvador, en medio de una crisis internacional de precios que complica el desafío de recuperar la golpeada producción nacional. 

Por segundo año consecutivo, el café producido a nivel mundial superó a la demanda, lo que ha contribuido a mantener los precios en niveles históricamente bajos, señaló la Organización Internacional del Café en un reciente reporte.

El sector cafetalero de El Salvador abrió este 5 de octubre un nuevo ciclo de cosecha, en medio de una histórica caída en los precios internacionales del grano y sin haber superado desafíos internos como la baja producción nacional y la abultada deuda del sector.

Los cafetales ya no son el motor de la economía, pero siguen jugando un rol clave. La Asociación de Beneficiadores y Exportadores de Café, Abecafé, destaca que las plantaciones constituyen el principal bosque del país y una vital zona de recarga hídrica, además de dar empleo en la zona rural.

No obstante, la situación del sector es crítica. La Asociación Cafetalera de El Salvador, Acafesal, asegura que en los últimos años se han registrado casos de productores que dejaron el café porque ya no es rentable para ellos, y ahora dedican sus tierras a otros cultivos, como granos básicos. 

Por un lado, aún no se recupera la producción perdida por el impacto de la roya. Según los datos del Consejo Salvadoreño del Café, hasta agosto pasado se recolectaron 955 mil quintales de la cosecha 2018-2019, que terminó el 30 de septiembre.

Esta producción es inferior a los 1.73 millones de quintales del ejercicio 2012-2013, previo a que los cultivos enfrentaran los efectos de la roya, que ya había empezado a expandirse en las plantaciones.

Por otro lado, la baja producción coincide con precios históricamente bajos, que no alcanzan para cubrir los costos de obtener un quintal.

La Organización Internacional del Café señala en un reciente informe que la producción mundial de café hasta septiembre superó de nuevo el consumo, un elemento que presiona a la baja los precios. La entidad estima que en ese mes se pagó un promedio de 97 centavos por libra de café.

La crisis de los precios ha llegado a un punto en el que potencias cafeteras como Colombia han amenazado con dejar de vender su café en la bolsa de Nueva York.

Renovar cafetales, apostar por variedades resistentes al cambio climático y a nichos de mercado especializados, reducir la dependencia de los intermediarios son parte de las alternativas. Las gremiales también resaltan la importancia de estimular el consumo interno y de crear un instituto de investigación en café.

Pero estos esfuerzos serán en vano si no se sanean las finanzas de aquellos cafetaleros que no han logrado sortear la crisis del sector y han caído en mora.

Citando cálculos de la Superintendencia del Sistema Financiero, Ricardo Esmahan, presidente de la Abecafé, señaló que los productores cafeteros han acumulado una deuda de 166.78 millones en instituciones públicas y privadas.

Las cuentas de Acafesal indican que los créditos vencidos y en mora alcanzan 258.53 millones. Omar Flores, presidente de la gremial, aclara que este monto incluye préstamos adquiridos con entidades no supervisadas.

Aunque los mecanismos difieren, pues Acafesal ha solicitado una reestructuración total y Abecafé se inclina por hacer un estudio caso por caso, las gremiales coinciden en que el Gobierno debe apoyar en encontrar una solución al deterioro del perfil crediticio del sector.

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