Los años perdidos

¿Qué autoridad puede resarcir el tiempo perdido?, ¿cómo retomar un proyecto de vida después de 10 años encerrada entre cuatro paredes?, ¿cómo volver a confiar en una sociedad que condena a las mujeres sin escucharlas?

En los últimos ocho años 64 mujeres han recuperado su libertad, tras ser criminalizadas luego de sufrir una emergencia obstétrica. Tres de ellas cuentan cómo retomaron sus proyectos de vida después de vivir este proceso traumático.

Fotografía: Carlos Salvador / Focos TV.

Imelda pasó un año y 7 meses en la cárcel luego de haber tenido un parto extrahospitalario. El embarazo fue producto de una violación. Pero antes de considerarla una víctima, la Fiscalía la acusó de tentativa de homicidio. A casi cuatro años de su liberación, Imelda ha retomado su sueño: seguir estudiando para convertirse en enfermera.

“Dos años que había perdido, no eran nada para seguir mis sueños”.

– Imelda

Ilustración: Pamela Posada
Fotografía: Elisa Hernández

Imelda se convirtió en 2018 en el rostro de cientos de mujeres que han sido procesadas penalmente en el país luego de sufrir emergencias obstétricas. Su absolución a finales de ese año fue una reivindicación de su reclamo frente a un sistema injusto. Durante la lectura de la sentencia, el juez a cargo del caso señaló a la Fiscalía que debían evaluarse las circunstancias traumáticas y el contexto que rodearon el embarazo de Imelda. 

En 2019, la búsqueda de justicia de Imelda, también la llevó a lograr una condena de 13 años en contra de su agresor

Actualmente Imelda estudia la Licenciatura en Enfermería, apoyada por organizaciones que defienden los derechos de las mujeres. Desde esa profesión ella quiere “tratar la manera de poder cambiar el sistema de salud, de no criminalizar o iniciar criminalizado a las personas, sino que atenderlas por igual”, dice.


Fotografía: Carlos Salvador / Focos TV.

Karen perdió 7 años de su vida en prisión tras una condena injusta. En 2015, luego de sufrir un aborto espontáneo, fue sentenciada a 30 años por homicidio culposo. Fue liberada en 2021 gracias a un beneficio penitenciario, pero el tiempo robado nunca tendrá resarcimiento.

“Aunque luchemos por dar lo mejor de nosotras, la sociedad siempre nos mira mal”.

– Karen

Ilustración: Pamela Posada
Fotografía: Elisa Hernández

Durante los años que pasó en prisión, Karen pensaba todo el tiempo en su hijo. ¿Cuándo lo volvería a ver?, ¿qué pensaría él sobre su ausencia?, ¿la podría querer después del tiempo separados? 

Tras su liberación, los miedos de Karen se desvanecieron. Su hijo la recibió con los brazos abiertos. Ahora, intenta recuperar poco a poco el lazo entre ambos. Sin embargo, aún le duele pensar en que perdió los primeros años de su vida; él apenas tenía 2 años cuando los separaron.  

Desde que salió el libertad Karen ha exigido, junto a otras mujeres que pasaron por el mismo proceso, la liberación de quienes continúan privadas de libertad de manera injusta, tras sufrir emergencias obstétricas. 

“Seguimos luchando, siempre tratamos de demostrarles que, lo que ellos piensan, no es así; que nosotros somos inocentes.  Ahora que estamos afuera, tratamos de dar lo mejor de nosotros a pesar de que la sociedad nos da la espalda”, señala.


Fotografía: Carlos Salvador / Focos TV.

Cinthia salió libre después de pasar 10 años y nueve meses en prisión. Fue condenada después de una emergencia obstétrica, en un proceso en el que no tuvo oportunidad de defender su inocencia. La Corte Suprema de Justicia la indultó en 2019 junto a otras dos mujeres, tras considerar que las condenas impuestas eran “desproporcionadas e inmorales”.

Estudien bien los casos y escuchen la historia de cada una de nosotras”.

– Cinthia

Ilustración: Pamela Posada
Fotografía: Elisa Hernández

Cinthia nunca podrá recuperar el tiempo perdido junto a su familia. El contacto con ellos mientras estuvo en prisión era escaso. Sus papás vivían lejos y no podían visitarla todas las semanas. Ella sabía que su padre estaba enfermo y pensaba mucho en su situación durante el encierro. Finalmente, supo que había fallecido. Cinthia aún sufre porque no pudo despedirse de él. 

Durante el tiempo en prisión, Cinthia sufrió de depresión y enfrentó maltrato por parte de otras mujeres con las que convivía. El apoyo de grupos que defienden los derechos humanos, como la Colectiva Feminista, la ayudó a recuperarse. En ese periodo también obtuvo su diploma de secundaria. Ahora, espera poder seguir estudiando y culminar los proyectos personales que tuvo que interrumpir por una década.

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