Ricardo Zúñiga, los ojos de Estados Unidos en la región
El Departamento de Estado de Estados Unidos anunció a Ricardo Zúñiga, diplomático estadounidense de origen hondureño, como su enviado especial para el Triángulo Norte.
Según un comunicado del Departamento de Estado, las tareas de Zúñiga serán las de dirigir los esfuerzos diplomáticos de los Estados Unidos en la región; asesorar al secretario y al subsecretario interinos de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental; y, coordinarse con el personal del Consejo de Seguridad Nacional para los esfuerzos de la administración del presidente Joe Biden que buscan detener la migración irregular hacia los Estados Unidos.
En la propuesta de ley de reforma migratoria presentada el 28 de febrero por la Casa Blanca, el presidente Biden, aún con sus bemoles, incluyó todo un apartado en el que se abordan los esfuerzos para combatir “las principales causas de la migración hacia la frontera sur”.
Para ello, como se hizo en el Plan “Alianza estratégica para la prosperidad del Triángulo Norte de la América Central”, presentado por Biden cundo fue vicepresidente de la gestión de Barack Obama, Estados Unidos buscará la promoción del estado de derecho, la seguridad y el desarrollo económico, combatiendo la pobreza extrema de los países de la región, en la denominada “Estrategia de los Estados Unidos para el Compromiso en Centroamérica”.
Para ello, la reforma propone un plan de cuatro años en los que se busca combatir la corrupción, fortalecer el estado de derecho y consolidar la gobernabilidad democrática en los países centroamericanos, al tiempo que se busca reducir la violencia criminal, mejorar la seguridad ciudadana -incluyendo la violencia de género, doméstica y hacia minorías. Será Zúñiga el encargado de implementar la política de cuatro mil millones para abordar las causas fundamentales de la migración centroamericana.
Según el comunicado del departamento de Estado de Estados Unidos, Zúñiga, como enviado especial, mantendrá relación con personeros de los gobiernos de México, Guatemala, El Salvador y Honduras, entre otros países, con los que desarrollará “una variedad de temas con el objeto de mejorar las condiciones en América Central.”
Para echar a andar estos planes, Estados Unidos dispondrá de mil millones de dólares anuales por cada año fiscal de la gestión Biden, en la que el 50% estará disponible sin ningún tipo de condicionamiento; pero el resto será desembolsado previo a que los gobiernos de El Salvador, Guatemala y Honduras demuestren haber combatido la corrupción y la impunidad en sus países, incluyendo la investigación de funcionarios de gobierno.
Además los gobiernos de la región deberán “implementar reformas políticas y programas para fortalecer el estado de derecho, incluido el aumento de la transparencia de las instituciones públicas y la independencia del poder judicial e instituciones electorales” y la protección de la independencia de la prensa y de organizaciones y defensores de derechos humanos.
La gestión del presidente de la República Nayib Bukele ha tenido varios reparos justo en materia de Estado de derecho y por el ataque a medios de comunicación independientes. En septiembre del año pasado congresistas del Partido Demócrata y Republicano de Estados Unidos emplazaron al mandatario salvadoreño en ese sentido.
A partir de su nombramiento, Zúñiga será el encargado de responsabilizar a los gobiernos socios de Estados Unidos para que asuman los compromisos con miras a frenar la migración irregular contenidos en la Reforma presentada por Biden. “Además, el enviado especial involucrará a las partes interesadas de la sociedad civil y el sector privado mientras se trabaja en construir un mejor futuro en estos países” de la región.
La primera misión oficial de Zúñiga como enviado especial a la región será en el acompañamiento de altos funcionarios de la Casa Blanca hacia México y Guatemala, del 22 al 25 de marzo próximo.