Una crítica sobre la situación de violencia y encierro en el país
La exposición estará abierta hasta abril de 2022.
Por César Cortez.
A través de composiciones poéticas, el artista Ronald Morán fuerza la mirada del público hacia los lugares en sombra, allá donde no se quiere ver.
De manera irónica, y por medio del dibujo en tinta, la cerámica, la escultura, la instalación y el video, Morán transforma en esta exposición la fealdad de las barricadas y de las cercas de espinas en brotes de enredaderas y jardines.
Aislado en su casa durante la pandemia, el artista vio desde su ventana, la cerca de alambre razor, “esa cortina hiriente de enredadera metálica” que prolifera en Centroamérica, al punto de ser vista como una natural extensión del jardín, y que no sólo es un mecanismo de seguridad, sino una forma del miedo social y del aislamiento, tal y como señala la curadora de la exposición, Adriana Herrera.
Con este material el artista ha construido para esta exposición enredaderas que escalan las paredes del museo. El “razor” se transforma en un símbolo, que se reconfigura en un trabajo de orfebrería, usa las partes más afiladas del objeto que nos aprisiona, y se transforma en un gesto de resistencia, una afrenta al encierro, un metafórico gesto de libertad e ironía, pues se construye un jardín que sigue estando contenido en el museo.
La exposición está compuesta también por una serie de imágenes realizadas en tinta negra con la técnica oriental del sumi-e. La tinta a través del mínimo, laborioso y repetitivo trazo del grafito refleja la imagen del “razor” que se está transformando en algo más. Además, pueden verse cuadernos de trabajo en los que se puede apreciar el proceso del artista y su investigación hasta llegar a las obras.
La exposición estará abierta al público hasta abril de 2022. Puede visitarse los domingos de 11 a.m. a 4 p.m. Entrada gratis. Podés conocer más de ella en la siguiente nota: