OUDH destaca disminución de hechos violentos en 2020 pero no puede inferir las causas de la reducción
El Observatorio Universitario de Derechos Humanos (OUDH), de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), aunque se destaca disminuciones importantes en los casos de violencia en el país en el año pasado matiza que la información oficial es insuficiente para determinar el porqué de la baja en las cifras.
Los datos de bajas son halagadores en 2020, el observatorio registró disminuciones en los casos de homicidios, desapariciones y violencia sexual pero según explicó Manuel Escalante, coordinador del OUDH, las estadísticas oficiales en un año atípico por la pandemia de Covid-19 no permiten determinar si esto se debió a la efectividad de los planes de seguridad o a la falta de denuncias por las limitaciones de movilidad -encierro obligatorio durante 70 días y prohibición de transporte público. A ello se suma que los cuerpos de seguridad también participaron en las tareas asociadas a la contención de la pandemia de Covid-19 en los criticados “cercos sanitarios” y “centros de contención”.
En el informe anual 2020 Estado de derechos humanos en El Salvador, presentado hoy (Puede descargarse en este link) destaca que “muchos tipos de violencia experimentaron reducciones a partir de marzo y abril de 2020, sin embargo, en los meses de julio y agosto, las denuncias comenzaron a crecer nuevamente. La reducción que se experimentó en esos meses coincide con el periodo de confinamiento más estricto que el Gobierno adoptó como estrategia sanitaria. Un periodo en el que fue difícil movilizarse y cuando muchos de los servicios públicos estaban funcionando al mínimo.”
Por ello, Escalante reconoció que en este informe se trató de analizar cómo la pandemia afectó a los hechos monitoreados por el OUDH o a las mismas fuentes de información que los recopilan, tanto estatales como privadas.
Violencia a la baja
Según datos de la Policía Nacional Civil (PNC) y el Instituto de Medicina Legal (IML), recabados por el observatorio se contabilizaron 1,332 víctimas por muerte violentas en 2020, equivalente a una disminución del 44.45% en comparación con 2019 (2,398 víctimas). El número de homicidios deja al país con una tasa de 19.7 casos por cada 100 mil habitantes, con picos en los meses de octubre con 155 casos y abril, con 146, en plena cuarentena obligatoria.
Abril muestra un comportamiento atípico porque el 58% de los homicidios se registraron entre el viernes 24 y el martes 28, donde hubo 85 muertes violentas, incluyendo el día más violento del año: el domingo 26 de abril con 21 homicidios.
Abril también fue el mes con mayor cantidad de enfrentamientos entre autoridades de seguridad y posibles delincuentes: 27 casos con 11 fallecidos. Escalante recalcó que el 6.6% de las muertes violentas (77 casos) del 2020 se dio estos hechos que son registrados como “agresiones ilegítimas” por la policía nacional civil (PNC).
El año pasado se registró disminución del 38.4%, en comparación con 2019 de enfrentamientos armados (294 casos). Pero resalta que en 17 de los 262 municipios, las muertes violentas que se dieron en el año, más de la mitad se dio en enfrentamientos con autoridades.
Para Escalante la diferencia entre fallecidos y heridos en este tipo de hechos es relevante porque demuestra un uso desproporcionado de la fuerza letal por parte del Estado. “La fuerza letal debe utilizarse como último recurso y en circunstancias excepcionales. Por ello, se espera que se registren menos personas fallecidas que heridas en los enfrentamientos entre los agentes y particulares”, explicó Escalante y afirmó que se refleja en lo que se llama índice de letalidad, que se mide dividiendo el número de fallecidos entre los lesionados. “Para el 2020, el índice fue 1.39 personas, cuando, desde la perspectiva de derechos humanos, el estándar internacional establece un índice inferior al 1.0”, se concluye en el informe.
“No es aceptable que el Estado con el propósito de disminuir los homicidios recurra a la violencia letal. El fin no justifica los medios, si se quiere superar la violencia dentro de los estándares de derechos humanos no podemos apagar fuego con fuego», dijo Escalante.
También las diferentes vulneraciones a la integridad sexual disminuyeron en 2020, el Observatorio con base a datos oficiales de la Fiscalía General de la República (FGR) reporta 3,845 víctimas de estas vulneraciones, una disminución del 27% con respecto al 2019 (5,263). Según explicó Escalante, la violencia sexual es un problema de género y que afecta más a las menores de edad a la luz de los datos: El 90.7% de las víctimas de los delitos sexuales fueron mujeres, y de ellas, 2,265 víctimas fueron niñas y adolescentes, menores de 17 años.
“El 2020 tiene una tendencia a la baja a los homicidios y otros hechos de violencia, pero, aunque somos un país con menos homicidios, El Salvador dista de ser un país seguro.”
Manuel Escalante, coordindor del OUDH.
“Es importante ver que la tasa de homicidios en general ha bajado”, recalcó José María Tojeira, director del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana (Idhuca). “17.9 homicidios por cada 100 mil habitantes es un dato importante, pero hemos visto casos en donde los homicidios han bajado más en municipios no incluidos en el plan Control Territorial, por lo que no sabemos si esto es resultado de la efectividad de planes de seguridad o producto de la pandemia.”
* Con información de Walter Ulloa.