Bukele obtiene la candidatura inconstitucional a la reelección con la bendición del TSE
El Tribunal Supremo Electoral habilitó la candidatura a la reelección del presidente Nayib Bukele y el vicepresidente Felix Úlloa, a pesar de estar prohibidas hasta en seis artículos de la Constitución. La maniobra ensombrece aún más la transparencia y la independencia con la que se dirimirán los comicios generales de 2024. Los magistrados basaron su argumentación en la resolución que, meses antes, utilizaron los jueces impuestos por el oficialismo para avalar la candidatura a la reelección de Bukele.
Con reportes de Andrés Dimas y Jaime Quintanilla
Cuatro de cinco magistrados propietarios del Tribunal Supremo Electoral (TSE) convirtieron a Nayib Bukele en candidato oficial a la reelección presidencial a pesar de que la Constitución lo prohíbe hasta en seis artículos. Los magistrados Dora Martínez de Barahona, Guillermo Wellman Carpio, Rubén Meléndez García y Noel Orellana Orellana aprobaron esta tarde la solicitud de Bukele y Félix Ulloa, actual vicepresidente, alegando que esta cumple con lo dispuesto por la Sala de lo Constitucional impuesta por Nuevas Ideas, el partido de Bukele. El único voto de abstención fue el del magistrado Julio Alfredo Olivo Granadino, quien, en días previos, había anticipado que emitiría un voto apegado a la ley.
La decisión de los magistrados es una nueva afrenta a la Constitución en apoyo las pretensiones de perpetuarse en el poder de Bukele, un camino que comenzó el oficialismo el 1 de mayo de 2021, cuando la Asamblea Legislativa, controlada por el partido del presidente, destituyó a los magistrados de la Sala de lo Constitucional y al Fiscal General para imponer a sus propios perfiles. Fueron los jueces electos en esa ocasión quienes, cuatro meses después, abrieron la puerta para la reelección presidencial a través de una “reinterpretación” del texto constitucional.
El tribunal electoral anunció su decisión por medio de un mensaje en sus redes sociales en el que señala que la candidatura fue inscrita luego de haber verificar que “no incumpliera ningún requisito legal”. Aunque el texto de la resolución aún no se ha hecho público, el magistrado Noel Orellana dijo a Focos que su voto se respalda en esa resolución de la Sala de lo Constitucional impuesta que, el 3 septiembre de 2021, abrió el camino a la reelección de Bukele.
“Yo me circunscrito a darle cumplimiento a una sentencia emanada de la Sala de lo Constitucional. Si alguien me viene a decir a mí: ‘Mire, pero esa Sala es ilegal’, yo no tengo competencias para poder calificar si una Sala de lo Constitucional es legal o es ilegal. En esos términos, yo me siento tranquilo, yo no me voy a esconder, yo voy a dar la cara, porque creo que no estoy cometiendo ninguna arbitrariedad, ningún delito, sino que estoy dándole cumplimiento a resoluciones”, señala el magistrado.
Consultado sobre su propia interpretación de los artículos de la Constitución con respecto a la reelección, Orellana se niega a dar una postura personal. “Aquí no es de que me guste o que no me guste, no es de que esté de acuerdo o que no esté de acuerdo, es que tengo que darle cumplimiento a esa resolución de la Sala de lo Constitucional”, dijo.
De acuerdo con una investigación de Gato Encerrado, los cuatro magistrados que ahora fallan a favor de Bukele ya habían sentado postura sobre este escenario cuando conocieron la resolución de la Sala de lo Constitucional antes de que se hiciera pública. Según el periódico digital, el 3 de septiembre de 2021, los magistrados participaron de una reunión en CAPRES, en la que el asesor jurídico de la Presidencia, Javier Argueta, les pidió opinión sobre la resolución que, horas después, habría de emitir esa Sala en referencia a la reelección. Esa misma noche y en las primeras horas de la mañana del día siguiente, los cuatro acordaron emitir un comunicado oficial en el que aceptaban acatar la nueva jurisprudencia de la sala.
El magistrado Olivo fue el único que no asistió a esa reunión, no firmó el comunicado, y quien ahora se abstuvo de votar en favor de la candidatura de Bukele. El magistrado dijo daría un voto “según la Constitución”, arriesgándose a se destituido por ello, ya que el pasado 24 de febrero entró en vigencia una reforma al Código Penal realizada por la Asamblea Legislativa que aumentó aumentó las penas de prisión para el delito de “fraude electoral” a un rango entre 10 y 15 años, y agregó la conducta de obstaculización a la inscripción de candidaturas que cumplan los requisitos de ley.
La elección desigual en la que participa un presidente-candidato
En el escenario habilitado ahora por el TSE, Nayib Bukele seguirá siendo presidente, a la vez que hace campaña por su candidatura, al menos durante un mes más, sin que existan procedimiento legales que le obliguen a renunciar a su cargo. Lo único que ahora mismo existe es una interpretación de esa Sala impuesta para que los presidentes en funciones que se conviertan en candidatos a la reelección renuncien a su cargo seis meses antes del inicio del siguiente periodo de Gobierno. Este periodo se cumpliría el próximo 1 de diciembre para el actual mandatario. Sin embargo, hasta la fecha el presidente no se ha pronunciado sobre cuándo y cómo se separará del cargo.
Para el abogado Enrique Anaya, la resolución del tribunal electoral no es una sorpresa. “El TSE confirma que es una institución cooptada, una institución que no tiene independencia ni imparcialidad y que, por lo tanto, no es más que una caja de resonancia del Poder Ejecutivo; creo que esta posición ha sido confirmada”, dice.
El 27 de octubre, el mismo día en que Bukele solicitó su inscripción como candidato, Anaya, acompañado del abogado José Marinero, presentó un escrito en el tribunal en el cual solicitaba que se denegara la petición, basándose en lo que dice la Constitución y el Código Electoral al respecto. “El 269 del Código Electoral dice que las candidaturas que no cumplan con los requisitos constitucionales y legales son nulas; entonces, de fondo, la resolución en la que están inscribiendo a Bukele es nula porque la candidatura no cumple con el requisito constitucional de que no existe reelección presidencial inmediata”, señaló.
Esta tarde, el tribunal también notificó a Anaya del rechazo de su petición, bajo el argumento de que la impugnación debía presentarse hasta después de inscrita legalmente la candidatura, por lo que aún no procedía la admisión de su escrito. “Es para reírse: ellos mismos están conociendo de la inscripción del presidente Bukele, pero en la resolución dicen que no existe un procedimiento para la inscripción todavía”, señala.
El abogado no rechaza la posibilidad de impugnar nuevamente la candidatura de Bukele, pero tampoco tiene esperanzas de obtener un resultado diferente. “Habrá que presentar el recurso de nulidad contra la candidatura de Bukele, o sea, contra la inscripción ya hecha. Y, después, alguien puede inclusive ir a la Sala de lo Constitucional, aunque sabemos que las voluntades en este país ya están cooptadas. A nivel internacional, sí se va a poder acudir, pero lamentablemente la justicia constitucional tarda de 10 a 12 años en resolver. Así que, aunque la Corte Interamericana dijera que la candidatura de Bukele viola el pacto de San José y la Carta Interamericana (…) efectos prácticos no va a tener”, dice.
La última vez que un presidente se perpetuó en el poder a través de una reelección ilegítima ocurrió en 1939, bajo la dictadura de Maximiliano Hernández Martínez.
El TSE esperó hasta esta tarde para notificar las resoluciones de rechazo a las impugnaciones a la candidatura de Bukele, a pesar de que resolvió sobre las mismas el miércoles por la mañana. Este retraso provocó la molestia de quienes presentaron los escritos, pues se enteraron por redes sociales de la resolución de los magistrados.
“No hemos recibido ninguna respuesta de los escritos que presentamos en el que hemos solicitado que se anule esa inscripción”, dijo Andy Failer, representante del partido Nuestro Tiempo, que también solicitó al TSE rechazar la candidatura de Bukele. “Además de ello, tampoco hemos recibido ninguna notificación en donde se nos haya prevenido sobre la inscripción de la fórmula presidencial de Nuestro Tiempo correspondiente a Luis Parada y a Celia Medrano. Lo único que sabemos hasta ahora es lo que el Tribunal ha publicado en sus redes sociales», agregó.
Al respecto, el magistrado Orellana dijo que el tiempo que tardan las notificaciones no es responsabilidad de los magistrados. “El organismo colegial da los argumentos bajo los cuales consideramos que no era procedente y entendería yo que, a esta fecha ya tuvo que haber notificado la Secretaría General. En todo caso es algo que no es imputable a ningún miembro de este organismo colegiado en razón de que, de acuerdo a la ley es una obligación del Secretario General notificar dentro del plazo que la ley establece a cada uno de los peticionarios”.
Junto a la inscripción de Bukele, el TSE también admitió la candidatura de Manuel Flores y Werner Portillo, candidatos a la presidencia y vicepresidencia por el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). En el caso de las otras 5 fórmulas presidenciales, conformadas por Joel Sánchez e Hilcia Bonilla, por Arena; Luis Parada y Celia Medrano, por Nuestro Tiempo; José Renderos y Rafael Montalvo, por Fuerza Solidaria; José Cardoza e Irma Sosa, por País, y Marina Murillo y Fausto Carranza, por FPS, el TSE envió solicitudes de prevención, para que corrijan o subsanen requisitos administrativos.
El mismo TSE que acaba de doblar el brazo a favor del oficialismo (y en contra de la Constitución) es el que tiene por mandato garantizar la transparencia de las elecciones generales de 2024.
Bukele y Nuevas Ideas, a través de reformas fuera del ordenamiento constitucional, han diseñado un nuevo esquema de votación en el que, según expertos, buscan consolidar un partido único, también prohibido en la Constitución. Los votantes salvadoreños elegirán 60 diputados, de 84 que había en la ley anterior, y 44 alcaldes, de 262 que había antes, a través de nuevas circunscripciones que, a juicio de expertos, potenciarían el voto a favor de Nuevas Ideas, el partido de Bukele. Además, en estos comicios por primera vez el TSE ejecutará el voto en el exterior. En julio, Focos reveló que la entidad contrató a una empresa que, según los propios expertos del tribunal, no cumplía los requisitos técnicos, para contabilizar los más de 800 mil votos que aportará la diáspora, según el padrón de la institución.