“Frenar la migración sin documentos también sería un objetivo de una administración Biden.”

Mari Carmen Aponte, diplomática estadounidense

(Transcripción editada de la entrevista realizada por Karen Fernández transmitida el domingo 11 de octubre de 2020)

Mari Carmen Aponte, exembajadora de Estados Unidos en El Salvador y Subsecretaria de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental en la gestión del presidente Barack Obama

Hace un par de semanas, antes del debate presidencial y de que el presidente Donald Trump diera positivo por Covid-19, usted decía en una entrevista que la competencia presidencial es muy cerrada. Pero, la última encuesta de CNN le da una ventaja de 16% a nivel nacional a Joe Biden. ¿Es confiable esta ventaja?

Quisiera pensar que es confiable, pero es bien importante que nosotros los demócratas que estamos trabajando para la elección de Biden, sigamos trabajando al mismo ritmo e intensidad. Uno nunca sabe lo que pueda pasar. CNN dice 16%, pero hay otras encuestas que hablan de 18%; pero también hay otras que hablan de 14%. No podemos dejar de tener el pie en el acelerador y seguirnos moviendo al mismo ritmo. Yo estoy trabajando con la comunidad hispana, pero en especial con mi comunidad portorriqueña, boricua, que es bien importante en dos estados cruciales: Pensilvania y Florida. Estoy haciendo eventos, llamando gente y me estoy moviendo. Hay que seguir trabajando por que el mejor poll (encuesta, en español) y el más confiable es el día de la elección.

Usted hablaba de estados cruciales y mencionó Florida y Pensilvania, ¿qué otros estados son cruciales y por qué?

Ohio, Michigan, Wisconsin, Texas y Georgia. Estos estados los ganó el presidente Trump en la última elección. Algunos de ellos no por mucho, por 2% o 3%. Eso quiere decir que sí los puertorriqueños tiene el 5% de la población, por ejemplo, en Pensilvania y Trump ganó ese Estado con el 3% del voto, ¡ahí vemos la diferencia! Por eso es que hay que seguir trabajando, no podemos cesar y no vamos a cesar.

Hablemos de lo que implicaría un triunfo de Joe Biden para El Salvador, en una entrevista que usted dio hace un par de semanas a El Diario de Hoy, decía que el presidente Nayib Bukele debe pensar que puede haber un cambio en la Casa Blanca y que la próxima administración no será tan pasiva ante algunos errores que cometa el presidente Bukele. ¿Qué significa una Casa Blanca menos pasiva con el presidente Bukele?

Me explico más ampliamente: La política extranjera del presidente Trump ha estado basada y enfocada exclusivamente en la inmigración. Después de que México, Honduras, Guatemala y El Salvador controlaran la inmigración indocumentada, él estaba dispuesto a dar… A mirar hacia otro lado a violaciones constitucionales como las que hizo el presidente Bukele; también aceptar los resultados de las elecciones de Honduras en 2017, que fue muy controversial y mucha gente dicen que se las robaron; y por último, tener oídos sordos en Guatemala y Honduras, cuando quitaron los cuerpos independientes en contra de la corrupción (CICIG y MACCIH), ¡Eso no hubiese pasado bajo el gobierno del presidente Obama! ¡Ni va a pasar ante un presidente Biden! La política extranjera va a cambiar porque será más amplia y no solo estaremos enfocados en inmigración. Eso fue lo que quise decir, por ser pasiva: O sea, si no tocan inmigración vamos a ignorar el resto de todo lo que suceda. Eso no va a suceder con un presidente Biden y cada día vemos más claramente que ese no va a ser el enfoque.

Solo quiero precisar un punto, en las últimas décadas en la región, Estados Unidos siempre se ha preciado de defender la democracia y la separación de poderes, pero en el caso de El Salvador, el embajador Ronald Douglas Johnson parece muy cercano al presidente Bukele y no hay posicionamientos contundentes de los ataque que hace el presidente a quienes le critican. ¿Esto representa una decisión política de la Casa Blanca?

Todos los embajadores cuando servimos tenemos instrucciones, no necesariamente podemos hacer lo que queramos. Tenemos la obligación y el deber constitucional de representar al presidente de los Estados Unidos, yo no quiero juzgar al embajador Johnson porque no sé qué presiones tiene, ni dónde las tiene. El embajador Johnson es una buena persona, sin embargo creo que para el presidente Trump sí hay unos límites. Y los límites son todo lo que tiene que ver con la inmigración, sí después que El Salvador, Honduras, Guatemala y México controla la inmigración indocumentada y no llegue a los Estados Unidos, después es no vemos, no oímos. ¡Esa, yo te aseguro, que no va a ser la misma postura de un presidente Biden, para nada! Y ya vemos, cada día más claramente, las señales que vienen de Biden si lo eligen presidente.

Hablemos entonces de cómo se expresaría la postura del presidente Biden en la región. Los gobiernos de El Salvador y Estados Unidos firmaron el año pasado un acuerdo para que nuestro país reciba a solicitantes de asilo en Estados Unidos, el que fue conocido como acuerdo de tercer país seguro. ¿Ve a una administración Biden manteniendo este tipo de acuerdo?

Yo no veo. No estoy diciendo que no se hagan. Lo que sí voy a sugerir es que un acuerdo que solo esté basado en inmigración no va a tener mucho valor para un presidente Biden y su administración. Lo que sí tiene valor es una amplitud de políticas, de que se respete el Estado de derecho, la Constitución y los derechos civiles; de que haya también desarrollo y que se hagan y promuevan una serie de políticas en el mismo país que estimulen el crecimiento económico: empleo y educación, porque lo que estamos buscando es que los salvadoreños, los guatemaltecos y los hondureños no tengan que emigrar sin documentos porque ven que tienen alguna esperanza de echar hacia adelante en su propio país.

Desde su punto de vista, ¿este tipo de acuerdos de tercer país seguro son efectivos para generar condiciones para que las personas se queden en sus países?

Sí, hasta cierto punto. Lo que me preocupa de estos acuerdos es que a veces se hacen y los países no tienen los recursos para poder aplicarlos. ¿Qué recursos tienen para poder controlar la inmigración que se hace sin documentos y clandestinamente? Es muy difícil cuando hay otros problemas de seguridad que hay que atender a diario. Veo esos acuerdos con un alcance limitado y no que no debe de ser fundamento, cómo lo aparenta ser, entre la administración de Trump y El Salvador. Ahora ese es el fundamento y el enfoque y eso es lo importante. Yo creo que hay que ser más amplios.

El exsecretario de seguridad estuvo también en San Salvador para firmar un acuerdo de cooperación que decía que buscaba impedir los flujos de migración irregular desde la región. Una de las acciones de seguimiento de ese acuerdo fue la creación de una patrulla fronteriza en El Salvador. ¿Una eventual administración Biden dejaría de buscar este objetivo de frenar la migración irregular?

Déjame decirlo claro, frenar la migración sin documentos también sería un objetivo de la administración de Biden, no hay duda, pero la forma de obtener esos frenos van a ser totalmente diferentes y van a ser mucho más amplios. Pero, va a buscar más cooperación con los países del triángulo norte, de estoy segura; pero también va exigir que los países hagan más, que inviertan más dinero de su propio presupuesto en invertir en educación, en desarrollo económico. O sea, Estados Unidos, no lo puede hacer todo, tiene que ser como una sociedad con los diferentes países. Y también creo que se va a buscar bajar la corrupción. El problema de corrupción en Latinoamérica y bueno aquí, en Estados Unidos, es grande también. Pero hay que buscar y establecer instituciones que puedan ayudar a controlar esa corrupción.

“Hay que incentivar a las personas indocumentadas para que salgan, que digan la verdad completa y establecer un proceso donde puedan trabajar y disfrutar de la vida que vinieron a buscar en los Estados Unidos. ¡Eso es una gran diferencia! Ahora mismo eso ni se contempla.”
Mari Carmen Apontes, diplomática estadounidense

Hablemos de lo que pasa en Estados Unidos, hay algunas cifras que podrían hacer pensar que para los intereses de los trabajadores o de las familias latinas sin documentos en Estados Unidos no hay diferencia entre una administración demócrata y una republicana. Por ejemplo, las deportaciones en 2012, en la administración Obama, alcanzaron números record que no supera la administración Trump. ¿Qué les diría a esos latinos que comparan estas cifras con desaliento?

La gran diferencia va a ser la propuesta migratoria interna que ya está haciendo si llegase a ser electo el presidente Biden. Una de las cosas más importantes que él va a hacer es sacar a estos 12 millones de personas indocumentadas de las tinieblas. Han estado indocumentados por muchísimos años, han estado trabajando con Seguros Sociales falsos. Hay que incentivarlos para que salgan, que digan la verdad completa y establecer un proceso donde puedan poder trabajar y que puedan disfrutar de la vida que vinieron a buscar en los Estados Unidos. ¡Eso es una gran diferencia! Ahora mismo eso ni se contempla.

A mediados de septiembre, algunas encuestas en estados como Florida, Arizona y Texas indicaban que los demócratas estaban perdiendo algún tipo de apoyo en las comunidades latinas, sobre odo si se compara el voto demócrata latino con la elección anterior. ¿Qué cambios deben impulsar los demócratas para no seguir perdiendo votos de los latinos?

Tenemos que impulsar más en el área de la unidad, tenemos que impulsar y enfatizar más la política de cómo la comunidad latina puede enlazarse mejor a los sistemas de gobierno que ya existen para que reciban los servicios que necesitan, sí es que necesitan servicios y obtener la educación que necesitan para echar hacia adelante. Un área que ha resultado bien importante es el área de la salud. La pandemia ha dislocado la vida, bueno, en El Salvador, Guatemala, en Estados Unidos de una forma nos ha descolocado seriamente. El poder controlar y saber, y el tener fe y confianza de que los oficiales de gobierno que cubren las agencias como el Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) están diciendo es algo confiable, eso es algo en lo que hay que trabajar. Porque estamos llegando a un punto donde la ciencia se está en algo no confiable. Tenemos que alejarnos de eso porque lo único que nos va a sacar de esta pandemia es la ciencia. Cómo vamos a hacer las cosas, cuáles son las precauciones que tenemos que tomar para que nos agarre la pandemia.

La otra parte importante es el acceso seguro en salud. Obama hizo historia con el seguro de salud que ofreció a 20 millones de norteamericanos. Tenemos que buscar la forma de expandir los seguros de salud para que la comunidad hispana se sienta protegida y que sí hay algún obstáculo de salud, que tenga una persona o su familia no los dejen en la ruina económica y no los deje sin opciones. Ofrecerle esa seguridad, lo veo como bien importante. Eso es de lo que mis puertorriqueños y la gente hispana me hablan constantemente.

“La otra parte importante es el acceso seguro en salud. Obama hizo historia con el seguro de salud que ofreció a 20 millones de norteamericanos. Tenemos que buscar la forma de expandir los seguros de salud para que la comunidad hispana se sienta protegida.”
Mari Carmen Aponte, diplomática estadounidense.

Usted decía que Estados Unidos siempre va a buscar intentar detener los flujos migratorios sin documentos. Sí ese objetivo no cambia, en una eventual administración Biden, ¿cuáles recomendaría que fueran los temas claves en la relación entre Estados Unidos y El Salvador?

Estar de cerca con El Salvador y con los otros países del triángulo norte, para hacer un análisis de cuáles son las necesidades y cuál es la forma más eficiente de atenderlas. Yo creo que la inseguridad hay que atenderla. Hay que darle a la gente el sentir de que pueden salir de su casa y que tienen la seguridad de que van a regresar a ella, porque no les va a pasar nada. Eso hay que resolverlo. Hay que darles también las opciones de empleo, hay que estimular la economía para que veamos más empleo, especialmente en estos días de la pandemia donde tantos empleos se han perdido porque tantos negocios han tenido que cerrar y los que están abiertos todavía, ¡A Dios, gracias!, están con grandes dificultades. A eso hay que ayudarlos. Hay que ayudar a sobrepasar esto para dar seguridad. Todo lo que buscamos en la vida es seguridad y tranquilidad: la seguridad de un trabajo y estar tranquilos de no tener miedo y poder hacer lo que tengamos que hacer para estar contentos, bien y poder desarrollarnos.

En el discurso, estos dos elementos: Seguridad y crecimiento económico para la generación de empleos, parecen temas que también han estado en la administración Tromp y en cómo se presenta ante la región. ¿Cuáles serían las diferencias sustanciales en una eventual administración Biden más allá de estos postulados de discurso?

Bueno, creo que en una administración Biden se va a ver un trabajo con los gobiernos, donde ellos inviertan en sus propias prioridades. Nosotros, Estados Unidos, invertiremos también, pero los gobiernos de la región, también. Creo que vamos a ver más exigencia en el Estado de derecho, en seguir la Constitución, en poder ofrecer a los ciudadanos las libertades que la Constituciones de los diferentes países le dan. No podemos ignorar esto cuando nos conviene, eso no funciona. Tiene que haber más apertura y tiene que haber una conversación a cerca de eso entre los dos países. Y establecer una política donde puedan trabajar los dos cómodamente. Si no, pues, hay que tener las conversaciones más difíciles.

“En una administración Biden se va a ver un trabajo con los gobiernos, donde ellos inviertan en sus propias prioridades. Nosotros, Estados Unidos, invertiremos también, pero los gobiernos de la región, también.”
Mari Carmen Aponte, diplomática estadounidense.

Usted también decía, ahora lo que vemos desde la Casa Blanca con respecto a El Salvador es una actitud de no ver, de no escuchar, no alarmarse. Sin embargo, esta actitud de la Casa Blanca y del embajador Johnson contrata con el tono de una carta que han enviado congresistas republicanos al gobierno del presidente Bukele. ¿Considera que hay posiciones encontradas sobre el presidente Bukele en el interior del partido Republicano?

Creo que hay una serie de preocupaciones sobre las acciones del presidente Bukele y se han expresado en los dos partidos: en el Demócrata y el Republicano. Sí hay un cambio de administración, como creo que lo habrá y lo habrá en el Senado y en la Cámara. Creo que vamos a ver más amplitud de demócratas en la Cámara y un dominio demócrata en el Senado. Ahí yo creo que se iniciaran unas conversaciones con el presidente Bukele donde habría que hablar del contenido de esas cartas que fueron públicas. Ahí es donde la nueva embajadora de El Salvador ante los Estados Unidos va a ser clave. O sea, ella tiene que empezar una serie de conversaciones francas donde se pongan todas las cartas sobre la mesa y llegar a acuerdos. ¡Siempre se puede llegar a acuerdos!, porque las conversaciones sean difíciles no quiere decir que no se pueda llegar a acuerdos.

Justamente hablando de las tres cartas que ha recibido el presidente Bukele en 2020. La primera después de la intervención militar de la Asamblea Legislativa el 9 de febrero; y luego las últimas, de septiembre, el presidente se ha referido a estas cartas con un poco de desdén y ha dicho que se trata de pequeños grupos de congresistas, pero sabemos que por la Cámara pasan las asignaciones de fondos de cooperación. ¿Qué incidencia podrían tener estos congresistas en esta relación de cooperación entre Estados Unidos y El Salvador?

Es muy importante, porque especialmente en el Senado hay un mecanismo que se llama hold, o sea, “aguante”. Un senador es el que tiene que poner un hold en una ley o nombramiento y eso se congela. ¡Eso se congela hasta que resuelvan los temas alrededor del hold! Sí no se discute y no se resuelve queda congelado. O sea, hay herramientas disponibles, especialmente para los Senadores. Para los representantes también, pero en la Cámara Alta uno de 100 que se oponga es un tema bien serio. Estoy seguro que el presidente Bukele se siente de esa forma porque a lo mejor él entiende que puede llegar a esos arreglos. Probablemente tenga razón, va a tener que llegar a esos arreglos, porque si no, esto no va a ser exitoso. Yo creo que se puede pero va a requerir una voluntad política de parte del presidente Bukele y de la administración de Biden.

La administración Trump anunció que ya no iba a renovar el Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés), ¿Tendría posibilidad revertir esta decisión una nueva administración?

Yo creo que sí. Y el vicepresidente Biden ha hablado en términos de que hay que analizar uno por uno a todos los países que han tenido TPS, pero sospecho que la tendencia va a ser a regularizarlos a través de un proceso de equidad. Aquí la clave es equidad, que no tengan más ni menos ventajas una persona que otras que están en la misma posición. Que sea justo. Creo que vamos a ver esto, porque es la tendencia.

¿Usted se ve de nuevo asumiendo la Subsecretaria de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental?

No, yo creo que no. No sé, Dios es grande y él dirá el futuro mío. Ya yo tengo mis años y no sé qué habrá en el futuro para mí, pero creo que hay personas más jóvenes, más académicas, que probablemente estén en línea para la Subsecretaria de Estado para Asuntos del Hemisferio.

Juramentación de la exdiputada de Arena, Milena Mayorga como embajadora de El Salvador ante Estados Unidos el 24 de septiembre de 2020 durante cadena nacional de radio y televisión. Fotografía: Presidencia de la República.

Aquí en el país se ha criticado la falta  de experiencia de la nueva embajadora de El Salvador en Washington D.C., Milena Mayorga, para este cargo. ¿Por qué la experiencia es vital en la tarea efectivamente en Washington los intereses de los salvadoreños en Estados Unidos?

La experiencia es crucial, pero eso no quiere decir que ella no pueda hacer un buen trabajo. Si ella se rodea de personas que tienen experiencia y que pueden alumbra el camino se puede hacer. Pero va a necesitar trabajo, humildad, buena disposición y va a necesitar diplomacia. Cuando yo llegué a El Salvador, mi experiencia era mínima, pude echar hacia adelante porque me rodeé de personas que sí sabían lo que estaban haciendo, que nunca me dejaron, que siempre me aconsejaron y siempre estaban a mi lado. El servicio extranjero de los Estados Unidos es una joya, porque hay gente de muchísimo trasfondo y todos ayudan; yo tuve en 2010 un equipo maravilloso que era bien unido y pude crear un ambiente de confianza. Y me ayudaron muchísimo.

Usted dice, la falta de experiencia es superable si se rodea de un buen equipo pero, ¿qué retos va a tener la labor diplomática de la embajadora Mayorga en un congreso con miembros que ya han expresado su preocupación por la conducción del gobierno de Nayib Bukele?

Va a tener que tener muy buenas explicaciones y muy buena perspectiva de qué es lo que motiva al presidente. Y más importante, ¿cuál es la visión clara del presidente? ¿Hacia dónde va? ¿Cuáles son los hitos? ¿Por qué estos? Y ¿Cuál es el deseo de mantener una relación con los Estados Unidos? La embajadora tiene una gran ventaja y es una comunidad salvadoreña en Estados Unidos a la que en realidad le importa El Salvador. Que están bien pendiente. Así es que en la medida que ella pueda trabajar con esa comunidad va a ser para su beneficio. O sea que todo es superable pero ella va tener que poner de su parte y va debe tener una buena actitud de apertura.

Aquí puede ver la entrevista completa con Mari Carmen Aponte, diplomática estadounidense, y otros materiales de FocosTV en nuestro canal de Youtube.

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