Todo parecía estar servido para la fiesta de Nuevas Ideas el pasado 28 de febrero. Desde que salieron las primeras encuestas electorales, la confianza dentro del partido se decantó por una victoria arrolladora. Ya algunos esperaban otra celebración en el centro histórico de la capital, como lo fue el 3 de febrero de 2019, con “Viva la vida”, de Coldplay, sonando de fondo. Pero la fiesta se pospuso y, sin los resultados finales en firme, sigue a la espera.
En las calles alrededor de los centros de votación, como lo fue durante la campaña, la “N” de Nayib Bukele era la gran consigna del partido. Una marca que se construyó desde la gestión edilicia de Bukele en Nuevo Cuscatlán, en 2012-2015, y que se convirtió en el logotipo del partido, que llamó a votar por la “N” por encima de los candidatos, muchos desconocidos para el electorado.
“¡No importa quiénes sean, serán los que dejarán trabajar al presidente!”, dijo Remberto Rodríguez, taxista de 40 años, a dos cuadras del centro de votación ubicado en el colegio Denver, en San Salvador. Había votado unos minutos atrás, cubría su boca y nariz con una mascarilla con la “N” de Nayib. “¿No cree que vamos a arrasar en la Asamblea? Aquí se trata de apoyar a nuestro presidente, el presidente de todo el país, al que no han dejado trabajar”, remató.
“Arrasar”, el mismo verbo que ocupó el presidente Bukele cuando llamó a los seguidores de Nuevas Ideas, el 24 de abril de 2019, durante una transmisión en Facebook, a organizar el partido “de cara a las elecciones del 2021, en donde debemos arrasar con diputados y alcaldes que estén dispuestos a trabajar de la mano con el nuevo gobierno y su presidente para cambiar nuestro país”. Por eso, la campaña de diputados se unió a la de los aspirantes a las alcaldías asegurando que trabajarían de la mano de resultar electos.
Desde el inicio de la campaña, la consigna del partido de la N y sus seguidores fue una: darle los votos a aquellos diputados que trabajarían para asegurarle “la gobernabilidad” al presidente: El control de la Asamblea para el Ejecutivo y, en el trayecto, ganar la mayor cantidad de alcaldes posibles. Bajo esa consigna, los seguidores del partido habían empezado desde antes del medio día una celebración adelantada.
Al cierre del 28 de febrero, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) no tenía datos certeros de los resultados preliminares, pero los correligionarios del partido cian ya celebraban la victoria desde el cierre de las urnas.
La fiesta oficial nunca llegó, a pesar de que el conteo preliminar anunciaba entre 55 y 56 diputados para la nueva bancada cian y entre 149 y 151 alcaldes. Desde que inició el conteo oficial de los resultados, el campo de batalla electoral se trasladó al plano legal, donde se peleaba a brazo partido cada voto en las actas para asegurar que la victoria de Nuevas Ideas fuera mayor y el mismo presidente Bukele llamó a seguir esperando.
Sin resultados finales, hasta el mismo presidente Bukele llamó a esperar desde su cuenta oficial de Twitter: