Las mujeres que restauran el manglar de la Barra de Santiago hectárea a hectárea

Una asociación de mujeres en Barra de Santiago, departamento de Ahuachapán, se ha puesto como misión restaurar el bosque salado que sustenta a sus familias. A la vez que protegen el ecosistema, buscan asegurar que nunca falten peces, cangrejos y camarones, que venden y consumen.

La Asociación de Desarrollo Comunal de Mujeres de la Barra de Santiago (AMBAS) fue fundada en el año 2000 y trabaja en la restauración del bosque salado desde 2017. Con la ayuda de palas, retiran los sedimentos que llegan a los canales del estero, arrastrados por los ríos desde las cuencas medias y altas.

La deforestación de  los bosques, las prácticas poco sostenibles de la agroindustria y ganadería, así como los fenómenos climáticos derivados del calentamiento global, son amenazas que rompen el delicado equilibrio de los manglares. Como consecuencia, El Salvador ha perdido el 60% de los bosques salados que tenía en 1950, según los datos de 2013 del MARN.

Rescatar el bosque salado de Barra de Santiago es de suma importancia, según estudios científicos. Estos ecosistemas tienen la capacidad de absorber de la atmósfera las emisiones de carbono que provocan el calentamiento global. Además, son barreras protectoras que minimizan los impactos de tormentas e inundaciones, regulan el microclima de la región y son el hogar del 75% de las especies marinas que se comercializan para el consumo.

En este reportaje, te contamos cómo una asociación de mujeres está luchando para mantener vivo este bosque salado.

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