Los sindicatos de salud que están de la mano con el Ejecutivo
(Transcripción editada de la entrevista con Alex Carballo, coordinador de la Unidad de Sindicatos y Asociaciones de Trabajadores de Salud Pública de El Salvador (USTRASPES); y Carlos Roberto Casco, presidente de la Asociación Nacional de Promotores de Salud (ANPSES).)
En el sector de salud pública, además de médicos y enfermeras, también hay trabajadores de apoyo a los diferentes servicios de hospitales y unidades de salud: personal de limpieza, cocina, administrativo y de vigilancia. ¿A qué condiciones de trabajo han tenido que adaptarse en esta emergencia del Covid-19?
A. C.: Primero, hacer énfasis en que las ocho organizaciones que conformamos esta unidad sindical, muchas son multidisciplinarias. Son sindicatos donde hay médicos, enfermeras, personal de limpieza, de lavandería y de cocina. Los horarios en gran manera se han modificado, pues ahorita salud estamos al 100% en la atención desde las áreas de servicio de apoyo -lavandería, limpieza, cocina- hasta los compañeros médicos y enfermeras, realmente los horarios se han modificado, en base a poder tener coberturas a tiempo completo para la atención. Los horarios se han modificado a poder tener lo que son coberturas a tiempo completo para la atención.
¿Estamos hablando de coberturas mucho más extenuantes?
A. C.: Las jornadas de trabajo en la gran mayoría de las áreas hospitalarias se siguen manteniendo. Algunas se han adecuado para que no esté al 100% todo el personal en atención porque también esto puede ocasionarnos, en un determinado momento, tener al 100% de los trabajadores en una área que tenga que irse a cuarentena y nos quedamos sin recursos. Por ejemplo, en algunas áreas de lavandería las jefaturas han establecido turnos para los trabajadores, para poder tener un plan de contingencia.
Nos decía que han habido cambios de horarios, ¿qué otras condiciones de trabajo tienen que asumir los trabajadores?
A. C.: Hoy por hoy contamos con el equipo de protección en las áreas hospitalarias. El tema del transporte público, son condiciones que han dificultado al trabajador de salud, también de la estigmatización porque hemos visto en las diferentes redes sociales que se está estigmatizando mucho al trabajador de salud, que surge por el mismo desconocimiento de la población.
Tenemos cambios de horario, dificultades de transporte público, estigmatización, los equipos si bien ya los han estado recibiendo, su uso prolongado se vuelve fatigoso. Los promotores de salud pública tienen la función de hacer vigilancia epidemiológica directamente en las comunidades, en esta crisis su trabajo preventivo parece fundamental, ¿cuál ha sido el trabajo que han hecho los promotores de salud en este período de emergencia? Y, ¿bajo qué condiciones laborales?
C.C.: En cuanto a la vigilancia epidemiológica, nosotros siempre la hemos venido haciendo por años en todas las enfermedades, pero en esta en particular, hemos redoblado esfuerzos a tal punto que nuestros compañeros de salud han estado 7/24 como decimos, pendientes de cualquier situación que se pueda presentar en la comunidad, hemos fortalecido a nuestros compañeros dándoles líneas directas de qué es lo que van a hacer en cuanto a promover el distanciamiento social, aumentar más las demostraciones en el lavado de manos, que hagan mucho énfasis en el hecho de que la comunidad, los habitantes de los lugares que ellos atienden se queden en las casas, que salgan lo mínimo necesario. Nuestros compañeros han estado las 24 horas, claros de que al primer aparecimiento de una persona con algún síntoma o nexo epidemiológico, avisar de inmediato a la jefatura inmediata que ellos tienen y también actuar haciendo la vigilancia que esta persona se quede en el lugar mientras el equipo de respuesta rápida llega. Es una función clave que ellos han estado haciendo para poder contener que las comunidades no lleguen con el impacto que esta enfermedad tiene.
Estos lineamientos de trabajo que usted decía, ¿de dónde han venido?, ¿se han enviado a los promotores en las comunidades?
C. C.: Nosotros tenemos la gran fortaleza que como USTRASPES, que hemos tenido un acercamiento desde el primer momento con los titulares, hablando del ministro de salud, el doctor Francisco Alabí, tenemos una dirección de primer nivel y tenemos una jefatura a nivel del Ministerio de Salud.
¿Y con la ex-ministra?
C. C.: Con la doctora Orellana Bendek también tuvimos una muy buena comunicación, teníamos pláticas concretas sobre cuál iba a ser el rol del promotor de salud en la contención de esta pandemia.
Volvamos a hablar del trabajo en la red de hospitales. En abril, más de un centenar de trabajadores de hospitales públicos y del ISSS fueron enviados a cuarentena. Algunos, como sabemos, han dado positivo a las pruebas, fueron enviados a cuarentena porque estuvieron con pacientes que tenían Coronavirus, probablemente antes de que estos presentaran síntomas pero también se ha dicho que, además de que no tenían equipos de protección adecuados, no habían protocolos claros para el manejo hospitalario, en opinión, ¿qué falló en estos protocolos?
A. C.: El sistema de salud ha estado en los últimos 30 años y a buen salvadoreño “en las calle”: hospitales con falta de infraestructura, con falta de medicamentos, de insumos, en todas las ramas y sobre todo falta de equipos de protección. También sumémosle el temor en la población que en estos meses que usted menciona (abril), es donde más auge tomaron las noticias internacionales, especialmente en los países europeos, en el tema de Ecuador; las redes sociales jugaron un papel fundamental pero no en buena manera sino en atemorizar aún más a la población en la línea de que muchos pacientes tenían temor de decir su sintomatología, no acudían a los centros de salud y cuando llegaban muchas veces ni siquiera comentaban al personal médico o de enfermería si tenían algún nexo o algún familiar o conocido que había venido de fuera del país. Es un virus, valga la redundancia, bastante virulento muchos hoy en día son positivos y no presentan síntomas.
Yo entiendo lo de la precariedad acumulada y entiendo que algunos pacientes no expresaban verbalmente que tenían síntomas pero, al final, los síntomas están ahí
A. C.: Y quizás hacer esta aclaración no es que, un ejemplo, se fueron 25 trabajadores del Hospital Zacamil, se fueron 33 trabajadores del Bloom, también del Saldaña, pero también aclarar a la población y a los diferentes medios de comunicación no es que todos estos trabajadores porque se fueron a cuarentena están contagiados. Podemos ver el caos del Bloom que es mi centro de trabajo, gracias a Dios, el 100% de los trabajadores que se fueron a cuarentena han regresado y no salieron positivos.
¿Pero le parece que ha sido justificable ese manejo? Es decir, enviar a decenas de trabajadores que también son necesarios en los hospitales, tienen familias también.
A. C.: Lo que pasa es que es parte del protocolo por salvaguardar la salud primero de cada trabajador, de los compañeros del entorno, de la población principalmente y de las familias de cada trabajador porque usted no sabe cuál de los 20 trabajadores pueda salir positivo entonces, ¿para qué arriesgarse?
¿No sería más adecuado que el manejo hospitalario hubiese sido más cuidadoso, más detallado? De manera que estos grupos no se contaran por decenas hasta acumular ahora casi 150 trabajadores.
A. C.: Con el manejo hospitalario usted tiene toda la razón pero le pongo un ejemplo si un paciente ingresa, por una patología a un hospital, sin ninguna referencia al Covid-19 el tratamiento que le dan a este paciente es de acuerdo a la patología por la que llega. Ya estando ingresado este paciente, puede que empiece a dar algunos síntomas pero el paciente ya ingresó. Entonces, cualquier protocolo que exista, no se lo va a detectar e incluso las pruebas que se están realizando como máximo debe de tener la persona o el trabajador cinco días de aislamiento para ver si da algún tipo de sintomatología.
Carlos nos explicaba que los promotores de salud que prestan atención directamente en las comunidades han estado trabajando en identificar, en dar advertencias a la población, en horarios extenuantes, 24/7, ¿han recibido ellos equipo adecuado?
C. C.: Fíjese que es bien importante aclarar y hacer un agradecimiento público al señor presidente y al titular de Salud que han hecho las gestiones necesarias para que se equipara no solo a los promotores de salud, sino a todo el sistema. En el caso particular de los promotores deben andar el equipo nivel uno, el cual consiste en una mascarilla, camisa manga larga, guantes y alcohol gel. Hoy por hoy ya fueron dotados para un período máximo de 30 días y podemos hacer con mayor énfasis nuestro trabajo.
¿De cuántos promotores de salud estamos hablando a nivel nacional?
C. C.: En estos momentos contamos con 3 mil 200 promotores, incluidos supervisores.
¿Y estos 3 mil 200 en todos los municipios han recibido ya este equipo de primer nivel?
C. C.: Correcto. Vía teléfono he verificado que lo tengan y todos lo tenemos. Como empleados también tenemos nuestros propios temores y no andar con el equipo necesario nos complica, porque andamos cierto temor. Nosotros debemos predicar con el ejemplo para poder llevarle también tranquilidad a la población. A veces se nos ha estigmatizado (al personal de salud) y eso no puede ser así y por eso le pedimos a los compañeros que sepamos ocupar este equipo que se nos ha sido entregado, que son equipos nivel 1, 2 y 3. Así como va la pandemia sabemos que, si no sabemos ocuparlo como se debe, podemos quedar en un grado de desabastecimiento, lo cual ya estamos tratando con el ministro para que eso no pase.
En la entrevista anterior conversamos sobre los equipos de primer nivel y las representantes de la ANES hablaron de la distribución del equipo. Pero a nivel hospitalario nos han dicho que la respuesta ha sido improvisada. ¿cree que la atención que han dado los hospitales y los protocolos establecidos han sido los adecuados?
A. C.: Primero, hay que enfatizar en algo: nuestro país tiene un sistema de salud que por décadas no ha sido el 100%, sino que había sido abandonado por gobiernos anteriores. No queremos sonar políticos, eso no tiene nada que ver, pero hay partir de una realidad qué es de dónde venimos y dónde estamos. Los hospitales, como usted lo menciona, no cuentan con UCI’s. Se han tratado de ir remodelando y se está haciendo un gran trabajo. No podemos esperar que nuestro país y el actual gobierno, que ha recibido un sistema de salud deplorable, pueda tener todas las condiciones. Lo hemos visto en los sistemas de salud europeos, que son más avanzados y han colapsado.
¿Pero era apropiado mandar a pacientes ya diagnosticados o bajo sospecha a un hospital Saldaña que no tenía UCI cuando había otros hospitales que sí lo tenían?
A. C.: Lo que pasa es que hay diferentes etapas del paciente que da positivo por Covid-19. Desde el paciente que da positivo asintomático hasta el paciente que presenta síntomas, el que está grave y el que está crítico. Todos los pacientes, dependiendo el nivel en el que se encuentren, tienen un trato diferente. Porque no se le puede dar la misma atención a un paciente crítico que a un asintomático. El Saldaña es el hospital de referencia para patologías respiratorias y por eso se decidió que ahí se atendieran los primeros casos, no porque necesitaban una UCI, sino porque necesitaban a los neumólogos.
Luego en el Amatepec se tuvo que improvisar una UCI.
A. C.: Yo no puedo dar fe que se tuvo que improvisar. Lo que pasa es que el Ministerio, desde que se dieron los primeros casos y se llevaron al Saldaña, al mismo tiempo estaba trabajando en otros hospitales. Puedo hablar por el Hospital Bloom, donde hay un área adecuada, el ISSS de San Miguel, que ya está al 100 %. Lo mismo sucedió en el Amatepec, lo que pasa es que no todos los pacientes iban para la UCI, algunos iban a observación.
Carlos, ya estamos hablando de la atención y la comunicación que han tenido el personal de promoción y prevención de salud en las comunidades, ahora ¿Qué hace falta para mejorar las condiciones del gremio al que usted representa?
C. C.: Lo que hace falta en este momento es que se tenga un plan, que es el que estamos trabajando con las autoridades, para que si esta pandemia se alarga, que Dios mediante no sea así, tengamos un alternativa de cómo ir turnando a nuestros compañeros de todos los diferentes niveles. Porque ya venimos 7/24, en el cual están todos, hasta los promotores, y podemos colapsar. Ya hemos tenido reuniones previas con los titulares para decirles la necesidad de un plan de turnos, para poder ir descansando aunque sea un momento y no defraudar que por agotamiento hagamos una actividad o acción no adecuada.
La semana pasada, el 22 de abril, anunció que el gobierno firmó un memorando de entendimiento con algunos sindicatos del sector salud. Ustedes participaron de esa firma. ¿Cuáles son los principales acuerdos que se lograron y además, cómo se está dando seguimiento a estos acuerdos?
A. C.: Primero enfatizar que este gobierno con las organizaciones sindicales del Ministerio de Salud, principalmente USTRASPES donde estamos aglutinados, ha dado apertura desde el inicio, primero con la doctora Orellana Bendek y actualmente con el doctor Alabí. Tratamos de construir en unidad, todos somos necesarios y hoy más que nunca lo que necesitamos es unirnos, apoyar en esta epidemia.
Acabamos de hablar con personeras de la ANES y nos dicen que ellas no fueron invitadas a esta mesa…
A. C.: Las organizaciones sindicales, las que estamos velando por los derechos de los trabajadores, tenemos un rol y estamos contempladas tal cual en el Ministerio de Trabajo (Mintrab). Hay asociaciones que sus temas son más técnicos. Tenemos entendido que en el tema de la enfermería quien ha sido parte de la construcción de protocolos es, institucionalmente, la Unidad de Enfermería a nivel nacional. No sabemos por qué la ANES no ha estado en esas reuniones. En el tema del protocolo de entendimiento, el Mintrab , por orden del presidente, estableció una mesa para ventilar todos los temas laborales. Nos queda claro que por ahora el ministro está ocupado al 100% en el tema del Covid-19 y que es tarea que el Minntrab canaliza todos los temas de índole laboral durante la pandemia.
En esta mesa entonces el interlocutor no es el ministro de Salud, sino el ministro de trabajo…
A. C.: Exacto. Ahí se tocaron varios temas. Primero que existen diversas quejas de trabajadores de la falta de equipo de protección. Y ese fue el tema que se profundizó. Hay que decirlo públicamente: muchas jefaturas, de distintos niveles, han entorpecido la entrega de equipo. Le han dicho por ejemplo al personal que solo les darán una mascarilla para siete días, cuando los lineamientos de las máximas autoridades no han sido esos, pero es porque ellos manejan una agenda político-partidaria. Y creo que hoy por hoy todos los partidos políticos deben sumarse a salvaguardar la vida de la población y de los trabajadores. Ahorita no estamos para política partidaria y lo hemos visto en la Asamblea Legislativa. El llamado es a que pongan de acuerdo. Cuando hablamos de la estigmatización de los trabajadores, el gobierno a través del ministerio está buscando alternativas para facilitar el transporte a los trabajadores. Están gestionando buses y otros para apoyarnos.
También el trabajador que está con los pacientes sospechosos o positivos no quiere ir a su casa por miedo a contagiar a su familia, y tienen razón. El Ministerio de Salud ha habilitado ciertos hoteles para que los trabajadores se puedan quedar. Inclusos ciertos hospitales, como el Bloom, el Rosales y otros del interior del país, han habilitado albergues para que los trabajadores se puedan quedar ahí en su tiempo de descanso.
¿Todo esto es parte de los acuerdos tomados?
C . C.: Un gran acuerdo es que se va a garantizar el equipo de bioseguridad según el nivel que corresponda. Y de eso vamos a estar vigilantes y ningún empleado debe exponerse si no tiene el equipo necesario. Y les pedimos que no se expongan. Pero si un momento una jefatura los quiere mandar sin el equipo adecuado les pedimos que no se expongan y deben informarlo de inmediato para subsanarlo.