Pablo Parada Andino: víctimas de ajusticiamientos dentro de la guerrilla piden saber la verdad

El abogado Pablo Parada Andino lidera desde hace varios años los esfuerzos por sacar de la impunidad a las víctimas de los ajusticiamientos ocurridos dentro de las filas de la guerrilla, durante el conflicto armado salvadoreño.

Mejor conocido como Goyo, el seudónimo que usaba cuando era miembro de las Fuerzas Populares de Liberación (FPL), una de las facciones del FMLN, Parada Andino explicó en FOCOS que en 1987  instó a la dirigencia de esa organización a detener los asesinatos, pero se negaron a hacerlo. 

La búsqueda de justicia de un grupo de excombatientes, víctimas de crímenes cometidos por sus propios compañeros de guerrilla, es una de las investigaciones del proyecto periodístico Los Olvidados por la Historia, desarrollado por FOCOS y El Faro.

Goyo afirmó en una entrevista con FOCOS que las víctimas “de uno u otro bando” enfrentan ahora mismo una emboscada en la Asamblea Legislativa, pues la comisión que debe diseñar una nueva ley de reconciliación está compuesta “por quienes lideraron una matanza o a otra”. 

El abogado no cree que los diputados incluyan en la ley penas de cárcel para quienes perpetraron graves violaciones de derechos humanos durante la guerra. No obstante, señaló que en el caso de las víctimas de los ajusticiamientos, su mayor exigencia es conocer la verdad. «La gente lo que quiere, en primer lugar, son los cadáveres de sus familiares (…). En segundo lugar, esperan que los que hicieron eso les digan ‘fíjense que no eran enemigos’ (…) y si pueden, que le pidan disculpas a la gente. La gente no está pidiendo venganza. La gente ha aguantado lo suficiente antes de abrir la boca y denunciar», señaló.

En 1987, el expresidente de la República Salvador Sánchez Cerén, quien en ese momento era el máximo comandante de las FPL, envió a su asesor, Goyo, al frente paracentral de esta organización para indagar sobre los ajusticiamientos. Las ejecuciones ocurrían bajo el argumento que estaban eliminando a infiltrados.

Goyo indicó que los jefes y combatientes le pidieron comunicar a la dirigencia que no habían enemigos entre las filas de las FPL. «Era un ‘matándonos entre nosotros’. Esas son las palabras que ellos me dijeron», dijo a FOCOS. Después de su visita, se reunió con Sánchez Cerén. «La respuesta (…) de parte del expresidente de la República fue ‘mirá, eso no lo podemos detener’ (…). Porque el que lideraba esos asesinatos era su amigo y era de la comisión política», aseguró. El “amigo” al que se refería Sánchez Cerén era el comandante Mayo Sibrián, que en ese momento lideraba el frente paracentral. 

«(Sánchez Cerén) tiene responsabilidad directa porque yo le proveí los elementos suficientes para que, por lo menos cualquier persona con un mínimo de sensatez, hubiese dicho ‘hay que suspender los asesinatos (…) y hay que hacer una evaluación’, y no se hizo», afirmó el abogado.

Goyo consideró que los ajusticiamientos eran ya una política dentro de las FPL porque la dirigencia permitió que ocurrieran durante varios años, hasta que en 1991 ejecutan a Mayo Sibrián precisamente por esos asesinatos. Los ajusticiamientos, indicó, no solo ocurrieron en el frente paracentral, también en Cabañas, Cuscatlán, Chalatenango, Santa Ana, a los alrededores de San Salvador e incluso Nicaragua.

 «A veces a la gente humilde le dicen ‘fue un error del partido’. Yo digo que quizá haber matado uno o 10, 0 100, digamos, sí fue error. Pero si pasás de miles, yo dudo que sea un error», indicó.

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